La teoría de Villarejo que vincula los atentados de Barcelona y Cambrils con el CNI: entre la estrategia y la venganza


Durante su declaración en el juicio por Tándem dijo que los ataques fueron consecuencia de un error del CNI que quería dar un susto a Cataluña y se le fue de las manos
El independentismo pide explicaciones en redes, y oficialmente
Villarejo carga una vez más contra el exdirector del CNI e intenta mostrarse como servidor público
Fueron sólo 25 segundos de una declaración de muchísimas horas, pero lo cierto es que al comisario jubilado y encausado José Manuel Villarejo le bastaron para armar revuelo y volver a poner en el punto de mira a su némesis, el exdirector del CNI Félix Sanz Roldán. Esos 25 segundos fueron el tiempo que empleó en decir que los atentados de Barcelona y Cambrils el 17 de agosto de 2017 fueron un error de cálculo de Sanz Roldán que pretendía dar un "susto" a Cataluña, pero que "se le fue de las manos" al morir el imán de Ripoll.
Rápidamente el independentismo recogió el guante y durante las horas siguientes no habló de otra cosa. Esquerra Republicana (ERC), Bildu, Junts, el PDeCAT y la CUP, han solicitado en el Congreso una comisión que lo investigue. A ellos se han sumado Compromís y el Bloque Nacionalista Galego (BNG). El objetivo de la propuesta se centra en aclarar si lo del 17 de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils fue "terrorismo de Estado contra la población civil".
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Al margen de la vía oficial, la de las redes sociales. Puigdemont, Junqueras, Joaquim Torra, Gabriel Rufián han pedido explicaciones. El vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, advertía de que, o se investigaba lo dicho por Villarejo cuatro años después de los atentados, o el asunto acabaría en los tribunales internacionales.
¿A qué se refería Villarejo?
Menos de 24 horas después de su explosiva afirmación en el juicio por tres piezas del caso Tándem, Villarejo volvió a abordar el asunto, preguntado por los periodistas. A las puertas de la Audiencia Nacional, matizó sus palabras, aunque indirectamente siguió culpando al CNI aunque apuntó que no es que los servicios de inteligencia quisieran que hubiera un atentado. Explicó que en realidad se refería a que se podría haber creado un "comando ficticio" para "dar la apariencia del riesgo" de modo que Cataluña "sintiera la necesidad de la protección del Estado", pero que, al morir el imán de Ripoll en la explosión de la casa de Alcaná, todo se descontroló.
"Yo lo que he dicho en relación con lo del 'susto' es que muchas veces se han provocado comandos ficticios para tranquilizar y tal, y que, probablemente, la intención en absoluto fuera provocar ningún atentado, pero sí dar la apariencia del riesgo para que Cataluña sintiera la necesidad de la protección del Estado, y se fue de las manos cuando el imán muere y los pequeños, jovencitos, no saben cómo reaccionar", aclaraba Villarejo en referencia a los ataques que los jóvenes seguidores del imán perpetraron tras su muerte.
¿Y por qué el independentismo hace suya la tesis de Villarejo?
Hay que tener en cuenta que los atentados se produjeron el 17 de agosto, en plena preparación del referéndum independentista del 1 de octubre de 2017. Según la tesis de Villarejo, por eso convenía "dar apariencia de riesgo" para que la comunidad "sintiera" esa necesidad de protección por parte del "Estado".
Eso sirve a Junts para apuntalar su discurso contra el Estado y alimentar la idea de que las cloacas de Interior trabajaban contra Cataluña. Y Villarejo siempre regala ese tipo de "alimento", igual que hace al hablar en las comisiones de investigación de la Operación Cataluña.
El atentado ya se ha utilizado antes como arma arrojadiza entre el Gobierno español y la administración autonómica catalana. Fue tras el conocimiento de que el CITCO, el centro de coordinación antiterrorista donde confluyen Policía, Guardia Civil y CNI, envió una alerta a Cataluña ante un inminente riesgo de atentado. En ese momento, el director del CITCO era el comisario José Luis Olivera, imputado junto a Villarejo en una de las piezas del caso Tándem.
Además, con buena parte de la atención mediática focalizada en la "purga" de los Mossos, sirve para coger aire.
¿Qué tiene que ver el CNI con el imán de Ripoll?
Según Villarejo, se trataba de un "confidente" del CNI. Por eso, apunta a la posibilidad de que colaborara para crear ese "comando ficticio".
Abdelbaki Es Satty ingresó en la cárcel en 2010, tras ser detenido por transportar droga. Estuvo en prisión cuatro años, hasta que en 2014 la abandonó. Durante su estancia allí, fue vigilado por su presunta relación con el yihadismo, ya que aseguró que había transportado la droga presionado por un grupo islamista.
Durante su estancia en la cárcel recibió visitas de la Guardia Civil, de la Policía Nacional, y otra del CNI, poco antes de salir.
Al salir, desde la mezquita de Ripoll, conoció a los autores de los atentados del 17 A. Según la investigación, preparaban atentados que incluían como objetivos como el Camp Nou, la Sagrada Familia o la Torre Eiffel. Pero la explosión en la casa de Alcanar, en la madrugada del 16 al 17 de agosto dio al traste con todo. Él y otro miembro de la célula fallecieron, otro quedó herido y el resto de sus discípulos decidieron actuar ya. Entraron con una furgoneta en Las Ramblas de Barcelona causando 16 muertos y más de 140 heridos y después perpetraron otro ataque en la localidad tarraconense de Cambrils cuchillo en mano, y ataviados con falsos cinturones bomba antes de caer abatidos por los Mossos d´Esquadra.
Sin embargo, el diario Público publicó una información según la cual el imán de Ripoll era en realidad un confidente del CNI. Jaume Alonso Cuevillas, diputado del Junts en Barcelona, y abogado de la familia de un niño que murió en el atentado, pidió que se investigara, pero el juez Calama (instructor del caso) y la Fiscalía consideraron que la información no era relevante.
Judicial y policialmente, nunca se ha demostrado el vínculo de Es Satty con el CNI, aunque Villarejo asegura que existía y que fue confidente. En cuanto a las fuentes policiales consultadas desde el momento en que trascendieron las dudas sobre esta relación, aseguraron siempre que la visita al imán está enmarcada en los protocolos y que no hubo nada dudoso.
Miembros del CNI y los Cuerpos de Seguridad del Estado visitan prácticamente a todos los presos que tienen relación alguna con el terrorismo, ya sea de corte yihadista o por cualquier otra causa, con el objetivo de conseguir fuentes de confianza dentro de los sectores más radicales.
¿Saca algo Villarejo sacando a relucir al imán?
Lo cierto es el asunto no tiene nada que ver con las tres causas que se juzgan en la Audiencia Nacional, por sus negocios siendo comisario de Policía. Pero sí obtiene algo, hacer una acusación más a Félix Sanz Roldán, con el que ya se ha visto la cara en los tribunales y al que ataca siempre que tiene ocasión.
Al lo largo de la instrucción de su causa, el comisario ya jubilado ha mantenido que la investigación en su contra vino propiciada por la enemistad manifiesta que contra él tenía presuntamente el entonces director del servicio secreto.
Pero hay algo más detrás de sus palabras: el intento de tumbar la causa por defecto de forma, al intentar acreditar que el registro en su vivienda no fue motivado en realidad por una cuestión financiera tal y como lo concedió la Audiencia Nacional, si no que perseguía una cuestión distinta y prospectiva: localizar las grabaciones comprometedoras sobre altas instituciones del Estado que Villarejo guardaba en casa.
Es en el seno de esta estrategia donde converge la acusación sobre la supuesta implicación del CNI en el control de la célula que atentó finalmente en Cataluña y la voluntad del principal investigado en el caso Tándem de mostrarse ante el juzgado como un servidor público represaliado y no como un funcionario corrupto