Cómo son las secuelas y la rehabilitación tras un ictus: los meses claves para la recuperación de Kiko Rivera


En España afecta a unas 120.000 personas al año, de las cuales, desgraciadamente fallecen en torno a 40.000
Dependiendo de la zona del cerebro afectada los pacientes pueden sufrir alteraciones en el lenguaje, la movilidad, la memoria
Los expertos aseguran que la rehabilitación y el tratamiento es fundamental y sobre todo durante el primer año después de sufrir el ictus
Kiko Rivera ha sufrido un ictus. Según los médicos ha sido en zona pequeña y localizada. Un ictus es un accidente cerebrovascular, apoplejía, embolia, infarto cerebral o derrame cerebral. En realidad, todos ellos hacen referencia a la patología producida por la disminución o interrupción del aporte de sangre a una zona del cerebro.
Como no llega al cerebro la cantidad necesaria de sangre las neuronas no reciben nutrientes ni oxígeno y dejan de funcionar correctamente, e incluso mueren. Así pues, las consecuencias y la severidad del ictus dependen del tipo de la zona del cerebro afectada y de la extensión del daño.
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El ictus es una de las patologías más frecuentes en todo el mundo. En España afecta a unas 120.000 personas al año, de las cuales, desgraciadamente fallecen en torno a 40.000.
Secuelas
Un ictus puede dejar un gran número de secuelas en los supervivientes, que en muchos casos, se vuelven dependientes. Las secuelas neurológicas y motoras como consecuencia de un ictus pueden ser muy diversas y con distintos grados de severidad. Dependiendo de la zona del cerebro que se vea afectada por la falta de sangre y oxígeno, los pacientes pueden sufrir alteraciones en el lenguaje, la movilidad, la memoria, la vista o la ingesta de alimentos, entre otras.
Otras secuelas más llamativas y no tan comunes son las personas que hablan con un acento totalmente distinto del de su lengua materna o que hablan un idioma que no conocían antes del ictus. También hay pacientes que tras un ictus adquieren habilidades como dibujar o pintar con gran detalle. Aunque quizás los más sonados son aquellos que implican cambios en la conducta sexual, como el caso del jugador de rugby Chris Birch, que tras un ictus “despertó siendo gay”.
El tiempo de respuesta es crucial
Desde que se detectan los primeros síntomas de un ictus hasta que los tratamientos existentes pueden ser aplicados transcurre un lapso de tiempo muy corto que se conoce como ventana terapéutica.
Esta ventana suele ser de 4,5 horas, por lo que, es crucial detectarlo a tiempo para poder actuar con rapidez. En este caso, existen tratamientos, entre los que se encuentran aquellos que intentan disolver o extraer el coágulo. Estos tratamientos incluyen el empleo de fármacos anticoagulantes o métodos quirúrgicos (catéter).
Es posible superar un ictus
Los expertos aseguran que la rehabilitación y el tratamiento es fundamental y sobre todo durante el primer año después de sufrir el ictus, ya que es el período durante el cual es mayor la capacidad de recuperación del organismo.
- Alteraciones del control motor: Pérdida de movimiento voluntario total o parcial, disminución de la fuerza, variaciones/alteraciones del tono muscular, dificultades en la coordinación y el equilibrio.
- Alteraciones sensoriales: Problemas visuales, problemas de sensibilidad superficial o profunda.
- Alteraciones de la deglución: Como la disfagia.
- Alteraciones de la comunicación: Afasia (incapacidad para comunicarse), disartria (dificultad para articular sonidos o palabras), anomia (incapacidad para reconocer los nombres de las cosas).afasia (incapacidad para comunicarse), disartria (dificultad para articular sonidos o palabras), anomia (incapacidad para reconocer los nombres de las cosas).
- Alteraciones cognitivas: Pérdida de movimiento voluntario total o parcial, disminución de la fuerza, variaciones/alteraciones del tono muscular, dificultades en la coordinación y el equilibrio.
- Alteraciones conductuales: Impulsividad, agresividad, anosognosia (ausencia de conciencia de déficits neurológicos), cambios en la conducta social.
- Alteraciones emocionales: Ansiedad, depresión, apatía, labilidad, irritabilidad, intolerancia a la frustración.
Rehabilitación esencial
En este proceso de recuperación es esencial llevar una vida sana e intelectualmente activa. Diversos estudios han observado cómo la práctica de juegos sencillos de mesa o de cartas, o de determinados videojuegos, puede mejorar la rehabilitación tras un ictus. Otras actividades, como el canto, pueden ayudar a recuperar el habla mediante el restablecimiento de conexiones neuronales perdidas.
Las personas que la inician dentro de la primera semana tras el ingreso presentan mejores resultados a largo plazo que aquellas que inician su rehabilitación con posterioridad. Debe hacerse por parte de un equipo transdisciplinar formado por fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, logopedas, neuropsicólogos, neurofisiólogos, neurólogos y trabajadores sociales. Los pacientes y familiares deben involucrarse activamente con este equipo, si es posible, desde el inicio y durante todo el proceso de rehabilitación.
Los ensayos clínicos muestran que cada día que se retrasa el inicio de la rehabilitación después de un Ictus, empeora el pronóstico funcional de las personas que lo han sufrido cuando son dadas de alta, habiendo incluso un mayor índice de institucionalización. Esto quiere decir que la inmediatez en el inicio de la neurorrehabilitación es de vital importancia para obtener un mejor pronóstico y una mayor tasa de éxito en este proceso.