Relacionan comer azúcar y grasa con dos moléculas que regulan el metabolismo y nuestros genes

El estudio de la Universidad de Málaga advierte de que lo que comemos tiene una repercusión directa en nuestras células
Nuestra genética puede verse directamente alterada al consumir esos nutrientes
Investigadores de la Universidad de Málaga (UMA) y del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (Ibima) han relacionado el consumo de azúcares y grasas con la regulación de varios genes responsables del metabolismo de dichos nutrientes.
En el estudio, han comprobado cómo la ingesta de grasas y carbohidratos contribuye a la activación o represión de determinados genes que regulan el desarrollo de las citadas patologías y por tanto, apuntan a una incidencia de la dieta en la genética, según ha informado este miércoles en un comunicado la Fundación Descubre.
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Se trata del receptor PPAR, activado por algunos ácidos grasos o sus derivados, y la proteína ChREBP, activada por la glucosa, los cuales intervienen en la transformación del azúcar y las grasas en el organismo. En concreto, apuntan que la función principal de estas dos moléculas es controlar de forma indirecta el riesgo de padecer determinadas enfermedades como la obesidad, la diabetes o el hígado graso.
Tras realizar una revisión científica de estudios previos, los expertos han descrito los efectos de los nutrientes en los genes.
"Los alimentos que tomamos en la dieta regulan directamente los genes responsables del metabolismo que ocurre en nuestro cuerpo. Por esta razón hay que mirar bien lo que comemos porque la repercusión es directa", ha manifestado a la Fundación Descubre Inés Bravo, experta en Bioquímica de la Universidad de Málaga y autora del estudio.
"Los alimentos que tomamos en la dieta regulan directamente los genes responsables del metabolismo que ocurre en nuestro cuerpo. Por esta razón hay que mirar bien lo que comemos porque la repercusión es directa" (Inés Bravo, bioquímica)
Dichos factores, analizados en este estudio denominado "De los alimentos a los genes: regulación transcripcional del metabolismo por lípidos y carbohidratos" y publicado en la revista Nutrients, están relacionados con el aumento de grasas a raíz de la sobrealimentación y pueden modificar el riesgo de padecer determinadas enfermedades.
¿Primer paso para lograr un medicamento?
Al mismo tiempo, este estudio plantea la aplicación farmacológica de dichas moléculas en el tratamiento de estas patologías y su prevención. "Su papel es decisivo en la regulación metabólica y los señala como dianas terapéuticas ideales", si bien sus "lo que puede ser bueno para prevenir una enfermedad puede perjudicar en otro aspecto", aclara la autora del estudio.

Un ejemplo de su aplicación farmacológica es el tratamiento de la diabetes tipo 2, ya que "uno de los fármacos más usados para esta enfermedad funciona a través de la activación de una de estas moléculas reguladora de lípidos y aunque mejora la sensibilidad a la insulina presenta efectos secundarios, como el aumento de peso", explica Bravo.
Según los autores de este trabajo, esta línea de investigación requiere de más estudios para mejorar la comprensión de la activación y función de estos factores en el organismo y su aplicación exitosa en enfermedades.
La experta subraya que los avances en nutrigenómica se ampliarán a medida que se descubran nuevas conexiones moleculares de los alimentos a los genes, y aunque se pueden encontrar obstáculos, "en unos años posiblemente resulte beneficioso para conocer más sobre el tratamiento de estas patologías del siglo XXI".