"Me robaste la adolescencia"; carta de despedida de una joven con anorexia a su enfermedad

El 30 de noviembre se celebra el Día Internacional de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA)
NIUS comparte con sus lectores la emotiva carta de despedida una enferma de anorexia a su enfermedad
La anorexia es un Trastorno de la Conducta Alimentaria que afecta a un uno por ciento de la población, la mayoría chicas adolescentes como Elisa
La historia de Elisa es dura, no lo vamos a negar. Luchar durante casi una década contra un trastorno de la conducta alimentaria como la anorexia no es cosa fácil. Se lo pueden imaginar.
La conocí una fría tarde de noviembre en Madrid. Ella apareció como un regalo, cuando yo iba a entrevistar a una prestigiosa psiquiatra experta en trastornos de la conducta alimentaria. Unas semanas antes le había preguntado si era factible entrevistar también a alguna de sus pacientes, pero me dijo que era un tema muy delicado, que no lo veía posible.
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Pero eso es lo que tiene Elisa: ella hace que las cosas sí sean posibles. Escuché su historia con una mezcla de admiración, compasión, orgullo y gratitud. Es una historia dura -enseguida la conocerán- sin embargo es curioso porque la sensación que me quedó esa tarde, y la que sigo teniendo ahora, es la de haber escuchado más que una historia de coraje y de superación personal, una historia de amor y de conexión.
Hay mucho coraje en la vida de Elisa -por supuesto- mucho compromiso y muchas ganas de curarse… pero ella es la primera en reconocer que esas armas tan necesarias para salir de esta enfermedad, pueden estar como 'dormidas' durante mucho tiempo hasta que alguien llega, muchas veces cuando menos te lo esperas, y las despierta para ti.
-“A mí me trataron muchos psiquiatras durante años pero ninguno tuvo en mí el impacto que tuvo Marina. Las cosas que me dijo y cómo me las dijo… no se cómo lo hizo, pero todo empezó a cambiar desde que ella llegó”.
Entonces las dos nos preguntamos (casi a la vez y con cierta frustración), cuántas chicas con esta enfermedad habrá por ahí que todavía no han encontrado a la persona adecuada…la que conecte con ellas y les de ese impulso tan necesario para salir.
-“Mi mensaje para las chicas en esta situación es que no se resignen y busquen y busque y cambien todas las veces que sea necesario hasta que encuentren al psiquiatra o psicólogo que realmente conecte con ellas…porque no todos valen para todas y porque siempre hay alguien ahí para ti”.
Como les decía. Se mire como se mire esta es una historia de amor y conexión. Es la historia que permitió a Elisa continuar en la dirección adecuada y dar paso al capítulo dos: el que habla de la guerrera que lucha sin descanso y que nunca pierde la esperanza. Ella misma lo cuenta en su carta de despedida a su anorexia.
Porque hay que reconocer que cualquier cosa que les cuente yo de Elisa y de su enfermedad, se queda corta al lado de las palabras de la protagonista. Lean.
Querida anorexia:
Hoy te escribo para despedirme de ti.
No sé muy bien cómo van a ser las siguientes palabras. Incluso me siento un poco extraña haciendo esto, y tengo que reconocer que algo se remueve dentro de mí al escribirte.
Me pregunto cuál fue el día en que permití que entraras en mi vida sin decirme cuales serían las consecuencias. Llegaste cuando tan solo era una niña y me deje hipnotizar por esa voz que prometía todo aquello que anhelaba. Llegaste de una manera discreta
Me prometiste que me convertiría en esa chica delgada y feliz, que las lágrimas que caían cuando me miraba al espejo desaparecerían. Me prometiste tantas cosas
Me hacías pensar que mi valor se medía por el número que reflejaba la báscula, por la talla de mi pantalón, por las calorías que quemaba.
Me engañaste haciéndome pensar que llegaría a ser perfecta
Llegaste cuando tan solo era una niña y me deje hipnotizar por esa voz que prometía todo aquello que anhelaba"
Comenzaste a derrumbarme pieza por pieza. Te hiciste cargo de mi cuerpo y de mi mente. Llevaste mi autoestima a cero
Todo en mi vida se convirtió en una pesadilla. Cada día estábamos más unidas, éramos uña y carne, tan unidas que hiciste que tus palabras tuviesen voz dentro de mí.
Tenías razón, cada día estaba más cerca de mis metas, pero cuando las conseguía, perseguía otras. No me conformaba con bajar X kilos.
Empezaron a aparecer los colores negros, no había tonalidad de grises, mi arcoíris desaparecía y mi sonrisa también. Si algún día intentaba engañarte no cumpliendo nuestro pacto, hacías que me dañase.
Me hacías pensar que todo el mundo estaba en contra de mí
Aún sigo recordando tu voz, tus reglas y tus castigos. Me demandabas lo imposible aun cuando mi cuerpo estaba desnutrido.
Me diste una falsa sensación de seguridad y de control
Me robaste la adolescencia y me mantuviste como esclava tuya"
Es cierto que en un momento de mi vida cumpliste un propósito. Me ayudaste a tapar mis miedos y aquellas emociones que no quería sentir. Hubo un tiempo en el que pensaba que nadie me escuchaba o más bien sentía que si contaba mis problemas, era una carga para la gente que quería y tú estabas ahí para decirme que todo lo que estaba haciendo (dañarme) merecía la pena. Sí, me apoyaste por un tiempo, pero luego empezaste a transformarme. La sensación de control que me diste resultó ser un era una carga para la gente que queríaespejismo
Sin embargo la realidad era que estabas causándome mucho daño. No solo había consecuencias físicas como la pérdida de peso, sino que emocionalmente estaba muy alterada
La sensación de inferioridad
Dejé de disfrutar en las situaciones sociales que implicaban comida
Empecé a darme cuenta de que no era yo quien tenía el control; eras tú"
Fuiste como un golpe de estado que llega en un momento determinado y que prometía la vuelta a una vida de control, pero acabó siendo una dictadura.
Me hiciste creer que lo que hacía era normal y me engañaste diciéndome que me querría más si seguía bajando de peso.
Empecé a preocupar a la gente, pero las personas cercanas a mí seguían pensando que era cuestión de estrés por los estudios, que estaba agobiada por sacar buenas notas… pero no se planteaban que pudiese tener un problema de alimentación
Empecé a ingresar por infrapeso, las autolesiones cada vez iban a más y solo quería morirme
Hubo un día que ya no pude más, que no aguantaba más tu voz, que mi corazón decía basta... y ahí decidí que iba a poner fin a mi vida
Empezaste a parecerme cada vez menos amable, y cada vez parecías más un dictador. Cogiste a Elisa y la hiciste alguien irreconocible.
Pero finalmente cuando estaba todo negro, conseguí reconocerte
Descubrir que soy querida independientemente de mi peso o del cuerpo que tenga , querida independientemente de tener un TCA, querida aunque no sea la más lista, ni la más guapa… querida aunque fracase, eso es increíble. Ese es el amor perfecto, el incondicional.
La esperanza empezó a convertirse en mi línea de vida. Ya esperanzano me avergüenzo
Escogiste darle la mano a la persona equivocada, creías que no iba a poder luchar, pero alguien ha puesto en mi vida a personas maravillosas que me han ayudado
Quiero decirte que ya he aprendido
Sinceramente, estoy aterrorizada de empezar una vida sin ti y pensar que ya no vas a estar a mi lado me asusta.
Ya no me avergüenzo de la batalla que estoy luchando contra ti"
Sigo teniendo miedo a que mi peso se dispare y aunque he avanzado mucho, hay veces que sigo encerrada por tus reglas y expectativas inalcanzables, pero quiero sentirme cómoda con la persona
Lo creas o no, desearía no haberte conocido, pero a lo largo de este viaje me he ido conociendo más a mí misma. He aprendido que merezco una vida
Por mucho que muchas veces haya intentado descartar que no eres real y que no tienes un poder destructivo, no puedo.
Habrá momentos en que me sentiré agotada, perdida y angustiada, triste en ocasiones, pero esos problemas pasarán porque todos pasamos por ello y lo superamos.
A pesar de lo que me diste en el pasado, en este punto estoy híper preparada para dejarte marchar
Así que, querida Ana, te estoy intercambiando por mi nueva amiga; el amor a mí misma
Hasta nunca.
No te voy a echar ni un poquito de menos.
Elisa