Anna Alfaro, experta en yoga: “Es mucho más que ejercicio, es casi un modo de vida”


El 21 de junio se celebra el Día Internacional del Yoga que busca concienciar sobre cómo la práctica del yoga promueve la salud integral de las personas
Entrevistamos a Anna Alfaro, coach y escritora que acaba de publicar el libro ‘Yoga para equilibrar tus emociones’
Hace 7 años la ONU proclamó el 21 de junio como el Día Internacional del Yoga. Si bien la resolución supuso un reconocimiento universal de los beneficios de esta practica milenaria y de su popularidad a nivel mundial, la verdadera intención fue siempre la de concienciar a la población sobre los beneficios de practicar yoga y la de aclarar lo que realmente es el yoga: una práctica física, mental y espiritual.
“No se trata solo de ejercicios; se trata de una manera de descubrir el sentido de identidad de uno mismo, el mundo y la naturaleza”, como dijo el primer ministro indio, Narendra Modi, al presentar la propuesta en la 69 sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas.
MÁS
Conversaciones con Ana García del Barrio, autora de 'Divina de la mente': “Vivo mucho más tranquila sin secretos”
Verónica Blume, de modelo a maestra de yoga: "Necesitamos tener claridad sobre quiénes somos"
Rodríguez Vega, jefa de Psiquiatría de La Paz: "El 'mindfulness' ha ayudado a los sanitarios a parar"
El yoga está cada vez más presente en nuestro país: cada vez más gente lo practica, hay más centros de yoga, retiros, blogs, publicaciones, libros… sin embargo, todavía sigue habiendo un gran desconocimiento de lo que realmente es el yoga: la mayoría de las personas lo siguen viendo como una práctica puramente deportiva.
De esta idea equivocada de lo que es el yoga -y de mucho más- hablamos con la escritora, psicóloga y experta en yoga Anna Alfaro, que acaba de publicar su libro Yoga para equilibrar tus emociones (Zenith 2021).
Pregunta: El hecho de haber metido el yoga en los gimnasios, algo muy habitual en occidente ¿crees que ha contribuido a distorsionar de alguna manera su verdadero significado?
Respuesta: A veces se quedan con esa idea sí (…) Yo creo que esta es la vía de entrada al yoga muchas veces. Al yoga nos podemos aproximar cada uno por unas necesidades u otras, pero creo que a día de hoy, la gran mayoría de gente se acerca al yoga por el tema físico: “Quiero estar en forma, tonificar, pero no quiero machacarme en el gimnasio…pues venga, voy a probar esto”… y buscan ese beneficio más físico.
P: Y el yoga es mucho más que eso, es casi un modo de vida para muchas personas…
R: La persona que realmente se implica y va realmente varios días a la semana, eso va tocando fibras internas que te van cambiando a nivel interno. Vas haciendo conexiones y empiezas a interesarte un poco más por la alimentación, la espiritualidad, la meditación. Es como que el yoga es una vía de entrada a la que se llega muchas veces por la parte física y por eso mucha gente sus primeras prácticas las hace en los gimnasios (…) Entras por lo físico, empiezas a sentir beneficios físicos -porque realmente los hay a nivel de alineación, a nivel de equilibrio, de flexibilidad, te tonifica el cuerpo-, es decir, no es que no haya esa parte. Pero también te va tocando toda esa otra parte interna que te ayuda en cosas que son muy sutiles, pero que solo con el tiempo y con la perspectiva que te da la propia práctica lo vas viendo.
P: Con esas “cosas sutiles” que van cambiando poco a poco te refieres exactamente a …
R: Al tipo la relación que tienes contigo misma, a cómo te miras, cómo te aceptas, cómo te hablas, cómo te tratas… y eso conlleva otros cambios en tu vida. Si empiezas a mirarte mejor y a quererte mejor, vas a querer alimentarte de otra manera (…) quizás en un momento dado dices: ay voy a ir un poco más allá y voy a intentar meditar más o ir a una clase en la que el profesor medite más. Entonces, ahí ya empiezas a meter más la parte de espiritualidad o de conexión interna más intensa, por así decirlo.
No podemos saber si algo es para nosotros o si nos funciona si lo intentamos solo un día (Anna Alfaro)
P: En tu libro no hablas solo de yoga, también haces otras propuestas para ayudar a las personas a hacer esas conexiones más profundas…
R: Puedes conectar a través de la comida, puedes conectar a través de la meditación, de la escritura, el ‘journaling’ o la naturaleza, que son otras de las herramientas o recursos que yo pongo en el libro (…) Hay otras maneras de conectar con una misma, de cuidarse y de atenderse y de escucharse. Y quizás pasear por la naturaleza a una persona le puede funcionar más…¿por qué no fomentar también esto?
P: En tu libro al final lo que compartes son los recursos que te sirvieron a ti para ir adentrándote en esta nueva forma de vida…
R: Yo es lo que sentí: “Esto me está haciendo bien, quiero más. Más días a la semana”. Al año siguiente hice una formación y es como que va ‘in crescendo’ y vas tocando otras áreas como la meditación o la alimentación. Yo un poco me fui adentrando en todos estos universos a la vez que iba sintiendo estos cambios en mí desde el yoga, desde la práctica del yoga. Y creo que es muy importante la intención y el compromiso (…) hay que comprometerse para también darnos el tiempo y el espacio de probar las cosas. Porque no podemos saber si algo es para nosotros o si nos funciona si lo intentamos solo un día y lo dejamos y nunca más volvemos a ello. Es necesaria esa regularidad, ese compromiso…
P: ¿Crees que esta necesidad de compromiso y de regularidad para ver resultados en la práctica de yoga es lo que hace que mucha gente abandone antes de darse la oportunidad de ver esos cambios?
R: Claro, porque muchas veces buscas que el esfuerzo sea igual al resultado y que sea inmediato. Y dices: si me estoy esforzando e involucrando y perdiendo el tiempo -que es lo que piensa mucha gente al principio- pero no veo qué me está dando, qué me está aportando porque no me sale, porque no siento igual mi cuerpo, porque bla bla bla…la gente abandona. Y dice; “bueno, mira, me voy mejor al gimnasio”.
Hay que darle solidez, hay que afianzarlo porque si no, el yoga se queda únicamente en esa parte marketiniana o superficial (Anna Alfaro)
P: ¿Crees que la pandemia ha tenido algo que ver en este boom que está habiendo de prácticas como el yoga, el mindfulness y el desarrollo personal en general?
R: Yo lo he notado en general, sí. La época nos ha pedido quedarnos en casa y esto quieras que no te lleva a estar contigo y con tu círculo más próximo de casa: a estar contigo quieras o no quieras, que es de lo que la gente ha estado huyendo. Entonces ahí, inevitablemente salen cosas: necesidades, deseos, cosas que no quieres, cosas que sí quieres. Y creo que a raíz de eso ha habido cambios, sí: cambios importantes de trabajo, cambios importantes de estilo de vida, de lugar de residencia…plantearte realmente lo que quieres, cuáles son tus prioridades.
P: En el fondo hablas de algo tan sencillo como pararse y mirar dentro de uno, hacerse preguntas, hacer un poco de introspección para tener más claridad en cualquier ámbito de la vida.
R: Y eso es esencial, no solo por una cuarentena o por una pandemia, sino hacerlo regularmente. La pregunta en la que insisto tanto siempre es ¿de dónde venimos?, ¿dónde estamos? y ¿qué queremos que venga después? haciendo un poco de revisión interna. Es darte permiso para parar, escucharte y hacerte las preguntas necesarias.
P: ¿Qué sentido tiene para ti que se celebre el Día Internacional del Yoga?
R: Creo que es necesario para crear un poco más de conciencia, darle un poco más de visibilidad. Y espero también que genere un conocimiento más certero de lo que es realmente el yoga (…) Hay una primera parte en la que el yoga se han convertido en un boom, muy ‘mainstream’. Y esta parte está bien, porque permite que llegue a más gente. Pero luego hay que aterrizarlo, hay que darle solidez, hay que afianzarlo porque si no, el yoga se queda únicamente en esa parte marketiniana o superficial.