Preparando nuestra mente para el éxito: el poder de la visualización


Qué es la visualización y para qué se utiliza esta técnica que nos permite programar la mente para el éxito
La ciencia que demuestra el enorme poder de la visualización
El caso de Michael Phelps, uno de los deportistas de élite que utiliza esta técnica
Manuela ha tenido varias sesiones virtuales con la orientadora escolar de su instituto en las últimas semanas. Se puso en contacto con ella a través de su tutora porque llevaba tiempo notando cómo su nivel de ansiedad se disparaba solo de imaginarse a ella misma haciendo los exámenes de selectividad.
Manuela estaba convencida de que los nervios iban a boicotear sus exámenes…y que todo el esfuerzo de estudio se iba a ir al traste. Eso, a su vez, le hacía estar más desmotivada y que cada día le costara más sentarse a estudiar.
La psicóloga comenzó con Manuela una serie de sesiones telemáticas para enseñarle técnicas de visualización. La adolescente tenía que dedicar todos los días media hora a tumbarse en su cama y recrear en su cabeza cómo sería el día del examen “ideal” (sin ataques de nervios) que previamente había diseñado con ayuda de la psicóloga.
Tenía que recrear mentalmente lo que ella sentiría y haría en esos momentos de ansiedad
Manuela tenía que ponerse varias películas mentales que recreaban cómo se sentiría durante varios momentos que ella consideraba claves para su estado de nervios de ese día.
Durante los dos meses previos a la selectividad era imprescindible que repitiera esas visualizaciones todos los días unas cuantas veces, le explicó la psicóloga. No se trataba de verse a ella misma disociada como si estuviera viendo una película, tenía que recrear mentalmente lo que ella sentiría y haría en esos momentos de ansiedad, por ejemplo, cuando empezara a leer la hoja con los enunciados.
Suspicacia entorno a la visualización
Cuando el padre de Manuela se enteró de que su hija dedicaba media hora todos los días a ese ejercicio puso el grito en el cielo.
-Pero qué frikada es esa por favor Manuela, es como para poner una queja al colegio, ¡cómo te han podido recomendar eso!, ¿ahora os enseñan trucos de magia para aprobar la selectividad? Lo que tienes que hace es estudiar más y punto. Te pones nerviosa porque no te lo sabes, porque necesitas estudiar más. Que no te vuelva a ver yo tumbada en la cama “visualizando”…ahora lo llamáis así, claro. En mis tiempos eso se llamaba hacer el vago.
A pesar de que los últimos avances en neurociencia han podido demostrar científicamente que efectivamente la visualización es una técnica muy efectiva para favorecer cambios en el cerebro y para ayudar a las personas a enfrentarse a situaciones complicadas… a pesar de que esta técnica se usa desde hace años en terapia psicológica y que ha demostrado ser muy efectiva, por ejemplo, para deportistas, todavía sigue generando desconfianza en algunas personas como el padre de Manuela.
El poder de la visualización
Gracias a avanzadas técnicas de neuroimagen se ha podido demostrar el enorme poder de la visualización. Parece ser que recrear en la mente una acción y ejecutarla no son cosas tan distintas como parecen. Los escánares cerebrales muestran que cuando visualizamos una acción se activan exactamente las mismas regiones cerebrales que se activarían si ejecutáramos esa misma acción. Es más: varios conocidos estudios han podido demostrar que podemos fortalecer un músculo simplemente recreando mentalmente que lo movemos.
Como explica el psiquiatra Norman Doidge (2007) en su libro El cerebro se cambia a sí mismo, cuando visualizamos una acción, se crean nuevas conexiones neuronales o se fortalecen conexiones que ya existían (dependiendo del caso) y lo que estamos haciendo es ayudar a trazar caminos en el cerebro que facilitarán después la ejecución real.
Para que esos caminos neuronales sean suficientemente densos, para que se establezca un patrón neuronal que se repita en una situación real, es necesario repetir, repetir y repetir.
Repetir mentalmente es como engañar al cerebro que, cuando se encuentre en la situación real de ejecución interpretará que ya ha pasado miles de veces por esa situación y sabrá lo que tiene que hacer; lo hará casi de manera automática.
El famoso caso de Michael Phelps
La visualización es, de hecho, la clave del éxito de algunos grandes deportistas como Michael Phelps. Charles Duhigg cuenta en su libro El Poder del Hábito que el entrenador de Phelps , le enseñó esta técnica inicialmente para ayudarle a estar más tranquilo antes de las carreras.
Todos los días, después de entrenar le recordaba a Michael que no se olvidara de ponerse su “peli” entes de dormir y nada más levantarse. La “pelí” que se ponía Phelps día tras día durante años era su visualización mental de la carrera perfecta. Cerraba los ojos y se visualizaba a cámara lenta saltando al agua y nadando perfectamente brazada tras brazada, el momento de la vuelta y el final de la carrera.
Michael Phelps repitió “su peli” miles de veces en su mente hasta el punto de que en las carreras notaba como si estuviera siguiendo un programa preestablecido.
Phelps ya había nadado miles de veces esa carrera en su mente y siempre había ganado ¿por qué iba a ser distinto ahora?
El 13 de Agosto del 2008 Phelps se lanzó a la piscina en una carrera de 200 metros mariposa y nada más entrar en el agua se dio cuenta de que algo no iba bien. Sus gafas se habían movido y se habían llenado de agua. Phelps estaba completamente ciego bajo el agua. No podía ver la línea a lo largo de la piscina, ni la señal que le muestra dónde tenía que dar la vuelta.
Cualquier otro nadador habría entrado en pánico ante esa situación, pero Michael Phelps permaneció completamente en calma y enfocado y se limitó a seguir su “peli”. Phelps ya había nadado miles de veces esa carrera en su mente y siempre había ganado ¿por qué iba a ser distinto ahora? Él (su cerebro) sabía perfectamente el número exacto de brazadas que tenía que dar y cuándo tenía que dar la vuelta.
Ese 13 de agosto de 2008 Michael Phelps no solo ganó la competición, sino que batió un record mundial nadando completamente ciego. Cuando le preguntaron cómo fue aquello posible, cómo pudo continuar con la carrera con las gafas llenas de agua, contestó lo siguiente: “pasó justo como imaginé que pasaría. Fue una victoria más en una vida llena de pequeñas victorias”.
La visualización en psicología
En terapia psicológica, la visualización, la experimentación mental de situaciones que pueden darse en la vida real, se ha usado tradicionalmente para el tratamiento de fobias, un trastorno parecido a lo que le ocurría a Manuela con su miedo al día de la selectividad.
La visualización se utiliza par recrear esa situación que no es posible experimentar de manera real para “ensayar” ya que no tenemos es estímulo fóbico disponible (la selectividad es una vez). Se recurre a esta técnica seleccionando las situaciones que mayor ansiedad generarían al paciente y se procede a vivenciarlas en su versión “ideal”.
Visualización vs imaginación
Por eso, visualizar no es lo mismo que imaginar aunque muchas veces se habla de la visualización como el poder de la imaginación. La clave, la diferencia que marca la diferencia -y por eso es una técnica que debe enseñarnos un profesional- es que no se trata de imaginarnos a nosotros mismos viviendo una situación como si lo viéramos una película en el cine, sino de recrear cómo nos enfrentaríamos a determinada situación: sintiendo lo mismo que sentiríamos, pensando lo mismo que pensaríamos en esa situación ideal que habremos diseñado ad hoc.
El ejercicio mental que consiste en verse a uno mismo ejecutando una acción como si la mente fuera una cámara (disociado) activa circuitos cerebrales distintos de los que se activan cuando uno mentalmente ejecuta la acción (asociado) …esos son los circuitos que refuerzan la ejecución real.
Por eso, en terapia psicológica no nos van a enseñar través de la visualización a no ponernos nerviosos ante una situación como la selectividad de Manuela, sino más bien a saber qué tenemos que hacer cuando nos pongamos nerviosos y a confiar en que nos va a funcionar ¡porque lo habremos repetido miles de veces en nuestra cabeza!
La visualización no va a hacer que Manuela apruebe la selectividad. Por mucho que ella se visualice haciendo el examen perfecto, si no estudia antes, difícilmente aprobará.
Pero la visualización sí le va a ayudar a estar preparada para reaccionar correctamente cuando note que se empieza a poner nerviosa y a no bloquearse en el examen.
También le va a dar seguridad y confianza en sí misma, además de motivación para seguir estudiando porque sabrá que tiene sus recursos para impedir que los nervios le boicoteen el día del examen. La visualización no es magia como decía el padre de Manuela, es una técnica para aprender a programar nuestra mente para el éxito.