Cinco días sin el móvil: por qué se han puesto de moda los retiros de silencio

Los retiros de mindfulness en silencio suscitan mucho interés, muchas veces porque surgen preguntas sobre los aspectos más superficiales, por ejemplo qué hacemos con el móvil durante esos días
Te contamos, desde la propia experiencia de una redactora de NIUS, en qué consisten estos retiros de silencio
Cada día de mi vida desde hace 4 años trato de pasar al menos 45 minutos en silencio. Cada mañana salto de la cama para escuchar ese silencio. Es curioso ¿verdad? El hecho de que mi silencio ‘suene’ con un inconfundible zumbido.
Es agradable. Reconozco que ya no me sorprende, que me he acostumbrado a interpretarlo como una señal: la señal de que toca conectar con algo muy dentro de mí. Demasiado profundo para explicarlo en un simple artículo. Pero lo voy a intentar.
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Me había dejado arrastrar toda mi vida por la cascada de pensamientos y emociones que es la mente si la dejamos a sus anchas
El sonido de mi mente en calma lo descubrí en mi primer retiro de silencio. Cinco días con sus noches. Creo que en realidad el zumbido siempre estuvo ahí. Era yo la que no sabía escucharlo. Era yo la que sin darme cuenta de que ‘no me daba cuenta’ me había dejado arrastrar toda mi vida por la cascada de pensamientos y emociones que es la mente si la dejamos a sus anchas.
La única manera de conocer el poder del silencio, es experimentarlo
Usted puede leer muchos libros o artículos escritos por grandes y reconocidos meditadores, incluso neurocientíficos, que le explicarán mucho mejor que una novata como yo en qué consiste el poder de la meditación y el silencio.
Puede leerse todos los libros del mundo sobre el juego del tenis, que eso jamás le convertirá a usted en Rafa Nadal
Pero ya le adelanto que si de verdad quiere aprender, de nada servirán esas explicaciones. Para saber qué es la meditación y qué repercusión puede llegar a tener en su vida la sana costumbre de guardar silencio y conectar consigo mismo, tiene que experimentarlo. No queda otra. Igual le sirve esta metáfora: puede leerse todos los libros del mundo sobre el juego del tenis, que eso jamás le convertirá a usted en Rafa Nadal.
Hace unas semanas volví de mi último retiro de silencio y algunas personas me sugirieron que escribiera sobre ello.
-"Se ha puesto muy de moda lo de los retiros de silencio, podrías escribir un artículo para explicarlo”, me dijo una compañera de NIUS, mientras otros asentían.
Y me puse manos a la obra
Reconozco que los primeros intentos fueron un poco desastrosos. Por la vía más periodística, objetiva e impersonal, me salía siempre un texto demasiado frío. Así que finalmente decidí empezar por el final.
Quien tiene una brújula tiene un tesoro, y quien tiene la costumbre de mirarla, tiene otro tesoro mucho más grande
Pasar largos ratos en silencio durante los últimos años de mi vida me ha traído, sobre todo, ecuanimidad. Conocerse a uno mismo es como tener una brújula que en un mundo tan complejo como este, en el que vivimos hiper estimulados e invadidos casi las 24 horas por las tecnologías, nos ayuda a mantener el rumbo a pesar de las tormentas... y a tomar decisiones. Quien tiene una brújula tiene un tesoro, y quien tiene la costumbre de mirarla, tiene otro tesoro mucho más grande.
Para mí, un retiro de silencio es como llevar la brújula al relojero y ponerla a punto.
Qué pasa por fuera durante esos días de silencio
Quien se asome desde fuera verá unas personas que pasan muchas horas en silencio, meditando sentadas, caminando o haciendo yoga y que siguen las indicaciones de la persona o personas que dirigen el retiro. Entre ellas nunca hablan, salvo que lo necesiten por alguna razón específica.
Sobre la parte más superficial y visible no hay mucho más que contar. Los retiros de mindfulness en silencio, son todos muy parecidos. Se puede decir que sólo varían en función del lugar donde se realiza y de la persona que lo dirija. No hay muchas más variables que afecten a la parte externa.
La pregunta estrella siempre es la del móvil: ¡Cinco días sin mirar el móvil!
Es lo más superficial de todo y paradójicamente es lo que más preguntas suscita: que si la comida está rica, que si tienes habitación individual o compartida…me han llegado a preguntar si se puede ir al cuarto de baño cuando uno quiera...
Pero eso sí, la pregunta estrella siempre es la del móvil: - ¡Cinco días sin mirar el móvil! La gente se inquieta mucho por este tema, y creo francamente que ese es el motivo por el que los retiros de silencio llaman tanto la atención.
Pero la respuesta es obvia. Lo que buscamos en un retiro de silencio es justo eso: silencio. Y eso es incompatible con el ruido mental que genera el móvil.
Lo que pasa por dentro, ya es otra historia
Lo que ocurre dentro de cada uno de los asistentes a un retiro de silencio es otro mundo. Ahí sólo puedo hablar por mí. Mi corta experiencia me dice que un retiro de silencio puede servirte para muchas y diferentes cosas dependiendo del momento de la vida en que lo hagas, de tu intención, de tus expectativas.
Igual te pasas los cinco días con la sensación de estar intentando parar un tren
Creo que nuestra capacidad de fluir con el momento presente no siempre es la misma. ¿Y si vienes de unos días de muchísimo estrés en el trabajo? Igual te pasas los cinco días con la sensación de estar intentando parar un tren, y sin embargo, te vas de allí súper feliz por haber sido todo el tiempo consciente de eso. O quizás tenías otras expectativas y te vas de allí frustrado. Frustrado, pero consciente de tu propia frustración.
Hay millones de posibilidades. Puedes salir de un retiro con más calma, más en paz, pero también puede que vuelvas a casa más ‘tocado’ y revuelto que cuando te fuiste. Hay personas a las que un retiro de silencio le pone la vida patas arriba y otras que pasan por allí si pena ni gloria.
Es igual, para mí todo eso son anécdotas que incluso puedo olvidar al cabo de unos días, cuando la rutina (y el móvil) vuelva a apoderarse de la mayor parte de mi tiempo. Por eso, quizás para mí, lo único verdaderamente importante de estos retiros es que siempre vuelvo con muchas ganas de seguir saltando cada mañana de la cama para buscar mi ratito de silencio... y en un mundo como este, creo que eso es una suerte.