Cuál es el consumo de carne recomendable y alternativas para sustituirla en la dieta


Una reducción provocaría un efecto inmediato sobre la salud de la población, una disminución de enfermedades crónicas prevalentes y le daría un respiro al planeta
Se recomienda comer carne blanca (de ave) dos o tres veces a la semana y carne roja dos o tres veces al mes
Comer carne roja es necesario para el organismo porque aporta nutrientes que no tienen otros alimentos
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha pedido a los españoles que cambien la dieta porque comen carne de forma excesiva y eso perjudica a su salud y a la del planeta: el 14,5 % de las emisiones de gases de efecto invernadero proviene de la ganadería, especialmente de las macrogranjas, ha señalado.
NIUS ha hablado con expertos en nutrición y dietética que aseguran que lo que dice el ministro es correcto. Otros, no están tan de acuerdo, y aseguran que comer carne es imprescindible porque nos aporta unas moléculas propias que no tienen otros alimentos.
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El doctor Giuseppe Russolillo Femenías, presidente de la Academia Española de Nutrición y Dietética, y presidente de la Conferencia Mundial de Dietética, asegura que hay que educar a la población para reducir el consumo de alimentos de origen animal y sobre todo de carne.
Quiere dejar claro que la carne no es mala, pero sí el consumo tan elevado que hacemos de ella. "Comemos demasiada carne, hay que basar la dieta en más alimentos de origen vegetal y menos de origen animal. Cuando vayamos a tomar alimentos de origen animal que sean sobre todo huevos, quesos y carnes de ave, reduciendo al máximo las carnes rojas y procesadas".
Por otro lado, el doctor Antonio Escribano, Especialista en Endocrinología y Nutrición y catedrático de nutrición deportiva, que asegura que en España no se consume mucha carne, "estamos a la par que otras ciudades europeas". Hay que hacer un consumo ordenado de carne. La carne roja habría que introducirla en nuestra dieta unas dos veces en semana porque tiene moléculas que nosotros necesitamos, como el hierro y la vitamina B12, si dejas de consumirla tienes que tomar pastillas para suplirlo y eso no es natural".
El elevado consumo de carne está asociado con enfermedades crónicas
El doctor Russolillo explica que el elevado consumo de carne está asociado a la aparición de enfermedades crónicas no transmisibles, principalmente el cáncer con las carnes rojas y las procesadas. "Es más", añade, "en función de la tecnología culinaria a la que se someta la carne el riesgo de cáncer aumenta. Cuando expones la carne a la llama directa como puede ser en una barbacoa el riesgo de cáncer es mayor. Esto está comprobado desde hace mucho. el problema no es la carne, insiste es la cantidad que comemos".
"Pero, además, sabemos que el consumo de alimentos de origen animal no solo perjudica la salud sino que perjudica al planeta. No solo por la contribución del CO2 al planeta o la contaminación de la huella de carbono, sino porque el 80% de la producción agrícola del mundo esta destinada a la ganadería, que produce un grano para dar de comer a los animales que después vamos comernos los humanos. Esto es una locura, ni tan siquiera producimos para comer nosotros. Esto está provocando una deforestación y una desertización en muchas zonas del planeta terrible", asevera Russolillo.
Desde la Academia de Nutrición y dietética insisten en que es importante decirle a la población que hay que reducir el consumo de carne. Una reducción provocaría un efecto sobre la salud de la población, una disminución de enfermedades crónicas prevalentes y le daría un respiro al planeta. El consumo máximo de carne blanca (de ave) sería de dos o tres veces en semana y de carne roja dos o tres veces al mes. Hay que tener claro que para tener una buena dieta no es necesario comer a diario y varias veces carne".
Por su parte, el catedrático en nutrición Deportiva Antonio Escribano, asegura que "la carne tiene unas moléculas exclusivas que aportan vitaminas necesarias a nuestro organismo, entonces no se puede prescindir de ella. El exceso de carne, como el exceso de casi todo no es bueno. Cuando se come mucha carne, se deja de comer otros productos ricos en fibra, por ejemplo, y eso, sí produce problemas que se asocian a algunas enfermedades. La dieta del ser humano lleva millones de años siendo omnívora, sino no estaríamos aquí".
Escribano apunta que la alimentación no es filosofía, es bioquímica por lo tanto no se puede hablar de la alimentación con conceptos filosóficos sino con realidades bioquímicas. Llevamos millones de años tomando carne. Hay que tomar entre tres, cuatro e incluso cinco raciones a la semana. Mas la carne blanca pero la carne roja también. La base de nuestra alimentación son las frutas y las verduras, el 65%, pero del resto hay que tomar de todo, porque somo omnívoros. La conjunción ordenada de todo es lo que conforma la dieta".
"La manía de no comer carne y de la contaminación presente en la ganadería es una moda. Lo que provoca verdaderamente contaminación son los coches y la industria y de lo que de verdad hay un altísimo consumo es de alcohol, y no veo que nadie proteste de esto", sugiere este experto.
Hay que volver al modelo de nuestros bisabuelos
Pero, ¿qué significa comer menos carne? Russolillo propone volver al modelo de nuestros bisabuelos. "No estamos planteando hacer una dieta vegetariana, en absoluto. La carne puede formar parte de una dieta saludable, pero no puede estar presente a diario y en las cantidades que está".
"Si pensamos en una familia de 1950, que tenían generalmente los animales en casa, uno no mataba un cerdo al mes, ni mucho menos una gallina o un conejo al día. Un cerdo se mataba una vez al año y en una fiesta popular como era la matanza y con él vivían unas cuantas familias", asegura el presidente de la Conferencia Mundial de Nutrición. "La diferencia ahora es brutal, vamos al supermercado y llenamos el carro de paquetes y paquetes de carne envasada y en plástico, encima. No tiene sentido".
La dieta principalmente debe ser de frutas hortalizas, legumbres, frutos secos, y luego huevos, quesos y carne y pescado. El mensaje de que hay que tomar menos carne y más pescado también es incorrecto. Lo que hay que hacer es tomar más alimentos de origen vegetal. "Eso de, déjate las patatas y cómete la carne tiene que acabar, es mejor que se deje la carne y se coma las patatas y el pan", puntualiza Russolillo. Nadie quiere perjudicar a los productores de carne pero no podemos seguir comiendo tanta carne", concluye.