Mireia Montaña, investigadora: "Cuando acostumbras a los niños a comer dulce, ese sabor les acompaña toda la vida"


Han presentado un estudio que concluye que los productos de desayuno publicitados para niños triplican la cantidad de azúcar en comparación con los dirigidos a adultos
Se han analizado 355 campañas publicitarias de 117 productos de desayuno (entre 2015 y 2019)
La dieta mediterranea ya no es tan española, al menos en lo que a desayuno infantil se refiere. Los hábitos de los niños se están viendo influidos por unos anuncios que les incitan a comer productos no del todo saludables. Un reciente estudio publicado por Mireia Montaña, profesora e investigadora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC, ha comprobado que la mayoría de los productos de desayuno publicitados para niños triplican la cantidad de azúcar en comparación con los dirigidos a adultos, tal y como ya alertan las organizaciones de usuarios.
En el estudio "Breakfast Food Advertisements in Mediterranean Countries: Products' Sugar Content in the Adverts from 2015 to 2019", Montaña y la otra coautora del estudio, la profesora de Publicidad y Relaciones Públicas de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), Mònika Jiménez, han analizado 355 campañas publicitarias de 117 productos de desayuno (entre 2015 y 2019), y la conclusión que han obtenido es preocupante: la media de azúcar de los productos de desayuno analizados y publicitados para adultos es de un 10,25 por ciento, mientras que en niños se alcanza el 36,20 por ciento de media, es decir "se está incitando a los niños a tomar alimentos mucho menos saludables que sus padres, algo que puede tener consecuencias a corto y largo plazo en su salud", concluyen.
Pregunta: Era una sospecha y su estudio parece confirmarlo, los niños españoles cada vez desayunan peor ¿Creen estas campañas publicitarias pueden cambiar o influir en los hábitos de alimentación de los niños?
Respuesta: Creemos que como consecuencia de esa influencia publicitaria los niños y jóvenes se están alejando de la dieta mediterranea, sobre todo en lo que se conoce como la ingesta más importante del día, el desayuno. Si no hacemos algo esto va a suponer un cambio de habito para toda la vida.
P. ¿Creen entonces que puede tener consecuencias a largo plazo?
R. Hay estudios que dicen que cuando ya acostumbras a los niños a comer cosas muy dulces este sabor les acompaña toda la vida, se han acostumbrado a comer así. Lo que ocurre además es que los niños arrastran a los padres, consiguen que les compren determinadas galletas o productos que luego acaba consumiendo también el adulto, es decir, al final se arrastra a toda la familia a comer mal.
P. Por tanto es un problema que puede ir a más
R. España era considerada como un país bastante sano y esto se va perdiendo. Lo estamos viendo a nivel de obesidad infantil, por ejemplo.
P. Los datos están indicando que la obesidad infantil en España empieza a ser preocupante, la prevalencia de sobrepeso en la población infantil de 6 y 9 años es del 23,3 %,
R. Así es, en España es el cuarto país europeo en el ranking de obesidad infantil, y subiendo. Hay que hacer algo para atajar estas cifras.
P. ¿Cómo se podría evitar?
R: Desde nuestro punto de vista, las directrices de salud pública podrían requerir más énfasis en reducir la ingesta de azúcares añadidos, y la industria alimentaria española debería estar más involucrada en la producción de productos más saludables para reducir las tasas de obesidad, especialmente en la infancia.
Según su estudio, si se analizan los productos de desayuno infantil más publicitados, la primera comida del día más frecuente entre los niños españoles consistiría en galletas (suponen el 60% de los anuncios relacionados con el desayuno) y productos de chocolate, como crema para untar o cacao en polvo (25% de los anuncios). Muy alejado de lo recomendable.
R. Nada de frutas, yogures, tostadas con aceite....
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha alertado sobre la influencia que la publicidad tiene en las preferencias alimentarias de los niños. El organismo ha llegado incluso ha recomendar que se prohíba el marketing de alimentos no saludables dirigidos a niños. Una influencia que se ha incrementado en estos tiempos de confinamiento y pandemia, aunque todavía no hay estudios sobre su efecto.
Lo que sí se ha calculado es la cantidad de anuncios publicitarios que se calcula que ve un niño al año: unos 9.000. Mucha publicidad y mucha influencia sobre los pequeños.
R. Y esos datos no tienen en cuenta la publicidad digital, que es la que ahora consumen mucho los niños y adolescentes. Una publicidad que tampoco se está controlando. Los influencer o youtubers pueden inicitar al consumo de productos que no son recomendables.

En 2005 la la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), y otros organismos implicados, se comprometieron, a través del conocido como Código PAOS, a jugar un papel constructivo y proactivo "en la lucha contra la obesidad infantil, estableciendo una serie de normas para contribuir a la adopción de una dieta saludable. Pero la profesora Montaña cree que no se están cumpliendo sus preceptos.
"Es verdad que para regular los anuncios publicitarios de alimentación dirigidos a menores ya existe el Código PAOS, pero habría que regularlo o vigilar que se cumpla, porque tiene bastantes debilidades. Es una normativa que los anunciantes son libres o no de adherirse, e incluso los que la siguen hacen trucos para esquivarla"
P: ¿A qué se refiere?
R. Los anunciantes pueden cumplir las normas del Código PAOS en las franjas infantiles de televisión, pero no lo hacen fuera de ellas. También hemos observado que efectivamente se evita que sea un personaje famoso quien venda el producto, pero se recurre a dibujos como los Minios que pueden ser incluso más atractivos para los niños. Creemos además que el código PAOS a parte de revisarse, tendría que tener en cuenta qué producto se publicita, porque lo que se está viendo es que la calidad nutricional de los productos nunca se mira, puedes anunciar cualquier cosa mientras no sea veneno cien por cien... es decir, no está bien regulado, si se regulase, para poder salir en la publicidad, la propia industria haría esfuerzos para sacar productos más sanos.
P. Con su estudio precisamente ponen en el punto de mira a la industria alimentaria española, pero también a la falta de control y de prevención por parte del resto de implicados.
R. Eso es, si se quiere prevenir la obesidad infantil en España, es necesaria una regulación más estricta de la publicidad, habría que revisar el Codigo PAOS como he comentado, pero también debería ser un esfuerzo de todos, desde la comunidad educativa a los padres. Se debería enseñar educación nutricional, hablar con los niños, enseñarles a leer las etiquetas, a volver a comer tranquilos, sin prisas.
P. Pero en el día a día no es tan fácil, vamos corriendo y los niños comen algo rápido antes de ir al colegio...
R. Es que también se debería fomentar un cambio de hábitos. Acostarse antes, desayunar sin prisa... Hay que actuar ya, antes de que sea demasiado tarde.