Los mayores vascos acuden a clases para usar el móvil ahora que las citas para vacunarse llegan por SMS

El secreto para que aprendan a manejar con soltura las distintas aplicaciones es "repetir y repetir"
A las clases acuden mayoritariamente mujeres "porque no les importa reconocer cuando no saben algo"
Demandan sobre todo, aprender a mandar mensajes de voz o apuntar cumpleaños en el calendario
En una mano el mundo digital, un móvil. En la otra, un cuaderno y un boli en representación del mundo analógico. Así con los dos mundos acuestas se presentan en clase los alumnos de José Luis Grijalba, profesor voluntario de Izarbide. Lleva años enseñando informática a los mayores y ahora el móvil es el “principal caballo de batalla para ellos”.
Mandar mensajes por Whatsapp, hacer videollamadas, poner el despertador o apuntar cumpleaños o citas médicas en el calendario es parte del temario del curso. Pero si hay alguna enseñanza que triunfa esa es mandar mensajes de voz porque “el teclado es demasiado pequeño y no les dan los dedos para escribir con agilidad”. Y claro, en los tiempos en los que estamos poder hacer videollamadas con los nietos o con los hijos es otra de las cosas más demandadas.
Además, en los últimos días entre las dudas más frecuentes que se plantean en clase está la de cómo hacer para coger cita para vacunarse, ahora que Osakidetza. “Ellos no están acostumbrados a usar la mensajería vía SMS y claro, preferirían la tradicional llamada de teléfono”, dice Grijalba. Pero dado que, antes o después, van a recibir la citación con un SMS, “lo primero que hago es explicarles que tienen que estar atentos a ver si aparece una alerta en la pantalla del móvil para que puedan leer el SMS y coger cita”, apunta este profesor.
El secreto es repetir y repetir
Y aprenden, vaya si aprenden, aunque para ello haya que “repetir y repetir”. Ese es el secreto porque “la memoria no la tienen como cuando eres joven”. “A veces bromeo con ellos diciendo que me tomo dos pastillas de 500mg de paciencia antes de las clases”, se ríe. Eso sí, esa falta de memoria la suplen con la ilusión con la que llegan. “Nadie les trae de la mano, vienen porque quieren y durante las clases prestan mucha atención”, explica Grijalba.

En el centro de jubilados de Bidebieta-Guardaplata en Donostia, esta semana ha salido la primera promoción de alumnos instruidos en el manejo del teléfono móvil. En total 12 y curiosamente, sólo uno de ellos hombre. “A las mujeres no les importa reconocer que no saben”, admite Grijalba. Todos entre 70 y “80 y muchos años” y “cargados de ilusión, de ganas por aprender, por seguir activos”, apunta Arturo Gil, presidente del centro de jubilados Bidebieta. El primer curso acaba de terminar pero habrá más, el siguiente empezará el 10 de mayo.