La presencia de arsénico en el arroz: "Consumirlo tres veces por semana no tiene efectos nocivos"


El arroz es uno de los alimentos más consumidos en el mundo y el que mayor nivel de arsénico tiene
El consumo de arsénico está asociado al aumento de cáncer, enfermedades cardiovasculares, neurotoxicidad y diabetes
Dejarlo en remojo, aclararlo numerosas veces o hervirlo con mucha agua son algunas de las propuestas de los médicos para reducir su contendio en arsénico
Puede resultar sorprendente saber que hay arsénico en el arroz, sobre todo porque este cereal es un alimento básico de la dieta global. El planeta entero come arroz y el planeta entero está contaminado con arsénico. Un metal pesado y tóxico para las personas que está presente en el agua, el suelo y el aire. "Es cierto que el arroz tiene arsénico, pero no hay que alarmar a la población porque está en cantidades mínimas", explica Francisco Botella, coordinador del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrionología y Nutrición (SEEN).
"Como dijo el médico suizo Paracelso hace 500 años "La dosis hace el veneno", es decir, que una sustancia que tiene propiedades tóxicas sólo causa daño si se produce en una concentración suficientemente alta", aclara el nutricionista.
¿Por qué hay arsénico en el arroz?
"El arroz contiene arsénico debido a que lo absorbe de la tierra y del agua de cultivo", indica Botella. Al crecer en humedales, es más vulnerable y concentra más arsénico que otros cereales. También está presente en menor concentración en el pescado o el agua que bebemos.
Los cultivos absorben el arsénico a medida que crecen. Esta es la forma en que penetra en los alimentos y bebidas; "no es un aditivo o ingrediente, y no se puede eliminar completamente". Hay dos formas de arsénico, orgánico e inorgánico, y el inorgánico es el más tóxico, que es el que procede de aguas contaminadas por la industria.
"Además aunque el suelo de todo el planeta tiene arsénico no está igual distribuido", apostilla el experto. "En América y en Asia la tierra tiene mayor proporción de arsénico que en África o en Europa. De tal manera que en los dos primeros continentes los efectos indeseables de la exposición al arsénico pueden ser más evidentes, pero estamos hablando siempre de cantidades súper pequeñas", insiste.
¿Cómo afecta el consumo de arsénico a nuestra salud?
Justo desde EE.UU, la epidemióloga Sandra López-León ha alertado esta semana en las redes sociales de que "el consumo de arsénico está asociado a cáncer, enfermedades cardiovasculares, neurotoxicidad y diabetes". Y recomendaba no ingerir más de 2 tazas por semana, una en el caso de los niños.
🍚 ¿Sabias que el arroz tiene #Arsénico ?
— Sandra Lopez-Leon MD PhD (@sandralopezleon) 1 de diciembre de 2022
➡️No comas más de 2 tazas por semana (niños 1)
➡️Déjalo remojar toda la noche
➡️Lávalo hasta que salga clara el agua
➡️Come otros granos
🚨El consumo de arsénico está asociado a cáncer enfer. cardiovasculares, neurotoxicidad y diabetes pic.twitter.com/yskEKvGh4x
Según un informe de la FDA, el arsénico está asociado con tasas más altas de cáncer de piel, de pulmón o de vesícula, así como a enfermedades del corazón. "Pero en una proporción muy baja, según este estudio norteamericano el arsénico causa cuatro casos adicionales de cáncer de pulmón y cáncer de vejiga durante la vida por cada 100,000 personas en los Estados Unidos" matiza Francisco Botella. "Esta estimación representaría menos del 1% de los casos de cáncer de pulmón y de vejiga del país".
El mismo informe señala que el arsénico se acumula en el hígado, los riñones, la piel y el sistema nervioso, inhibe la acción de la vitamina E, el selenio y el azufre y puede suponer un alto riesgo para las mujeres embarazadas. "Con una ingesta altísima es cierto que se asocia a resultados obstétricos complicados, más cesáreas, más preclampsia, más hipertensión, etc", apunta el coordinador de la SEEN.
"Y también puede afectar a los bebés de forma negativa. Si se alimentan sobre todo de papilla de arroz pueden tener un desarrollo cognitivo más lento", detalla. "Tiene que ver con la proporción de su tamaño y la cantidad de arroz que ingieren, piensa que en relación con el peso corporal, los niños pequeños consumen aproximadamente tres veces más arroz que los adultos a través de las papillas hechas de este cereal, que son la base de la dieta de muchos pequeños", asegura Botella.
Según la OMS, un consumo prolongado de agua con un contenido mayor que 0,01 mg de arsénico por litro podría provocar una afectación multisistémica y la aparición de diversos tipos de cáncer.
Recientemente la Unión Europea ha aprobado una normativa que establece un límite a la cantidad de arsénico presente en nuestro arroz, aunque en casa también podemos tratar de eliminarlo o reducirlo.
¿Cómo podemos reducir el arsénico del arroz?
La epidemióloga Sandra López-León recomienda "dejarlo en remojo toda la noche" y "lavarlo hasta que salga clara el agua".
"Eliminarlo completamente es imposible", recuerda Botella, que propone "hervirlo con mucha agua. Toda la vida hemos cocinado el arroz con 2 o 3 partes de agua por cada parte de arroz, pero cocinándolo en mucha más agua conseguiremos reducir la cantidad de arsénico", indica. "Hirviendo el arroz en 6 o 12 veces su volumen de agua podemos llegar a reducir la cantidad de arsénico en nuestro plato en más del 50%".
¿Es mejor dejar de consumir arroz?
"No. Consumir arroz 2-3 veces por semana no va a tener ningún efecto nocivo ni va a incrementar significativamente nuestra exposición al arsénico", defiende el nutricionista de la SEEN. "Estamos hablando de cantidades insignificantes en la mayoría de los casos". El peligro es mayor en las personas que viven en regiones con aguas muy contaminadas y donde el arroz es el alimento principal de una dieta muy poco variada.
"La recomendación fundamental es evitar la alimentación monótona y optar por una alimentación variada. "Si solo comes arroz y nada más que arroz pues es más problable que eso te ocasione algún tipo de problema, bien por un acúmulo excesivo de arsénico en el organismo o bien por la carencia de otros alimentos", asegura. "No solo hay que comer sano, también hay que comer variado", sentencia.