El consumo diario de ciruelas pasas ayuda a frenar la osteoporosis


En nuestro país 2.945.000 de personas padecen osteoporosis, de las cuales el 79,2% son mujeres y el 20,8% son hombres
Un estudio, realizado por un equipo multidisciplinar estadounidense, apunta que el consumo diario de 50 gramos podría representar una valiosa estrategia de tratamiento no farmacológico para preservar la DMO de cadera en mujeres con menopausia
Los expertos aconsejar desarrollar un estilo de vida saludable para afrontar el futuro deterioro de los huesos
En las navidades de 2019 comenzaron los dolores. Una especie de corriente eléctrica le irradiaba desde la lumbar derecha, por su ingle, y llegaba hasta la rodilla, por el interior del muslo. Tras una primera visita a su médico de cabecera, que le derivó al área de traumatología, el primer diagnóstico fue una trocanteritis que hacía de su día a día un verdadero calvario. Para combatir esta patología le aconsejaron reposo y algún analgésico que redujera el dolor. Pasadas unas semanas, sin mejoría, acudió a urgencias del hospital. Tras la palpación, consideraron que el diagnóstico era el acertado y que con reposo iría mejorando. Al iniciarse el año, Pepi, volvió a pasar consulta con el traumatólogo y, en esta ocasión, estimó que, a diferencia de los primeros consejos médicos, lo conveniente era que anduviera. Dos meses después de la primera consulta médica, Pepi (85 años, actualmente), obtuvo el diagnóstico definitivo: rotura de cadera. Salió del hospital con la colocación de una prótesis de cadera y muchas semanas de rehabilitación por delante.
En 2019, se diagnosticaron 289.000 fracturas por fragilidad en nuestro país. Siendo las fracturas de caderas y columna vertebral en adultos mayores una causa importante de morbilidad y mortalidad. En 2022, el informe de la Fundación Internacional de Osteoporosis contabilizó un total de 2.945.000 personas con esta enfermedad en España, de las cuales el 79,2% son mujeres y el 20,8% son hombres.
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La menopausia juega un papel relevante en la diferencia que existe entre el porcentaje de mujeres que padecen osteoporosis y el de hombres. La repercusión de esta enfermedad en ellas no se entiende si, como señala Borja Alcobía Díaz, médico especialista del Área de Cirugía Ortopédica y Traumatología en el madrileño Hospital Clínico San Carlos, “no hablamos de la función de los estrógenos -hormona sexual predominante en la mujer entre la menarquía y la menopausia- en la mujer joven”.
El proceso de la pérdida de hueso
Este experto en cirugía ortopédica y traumatología apunta que, “los estrógenos se encargan de mantener los niveles de algunas citocinas proinflamatorias en niveles más bajos, como son las interleucinas 1 y 6 y el TNFalfa, que favorecen la resorción ósea y el aumento de otras antiinflamatorias como el TGFbeta y una proteína llamada osteoprotegerina, que mantiene controlada la resorción ósea”. Se inicia así un baile sincronizado en el que los osteoclastos (células que reabsorben el hueso) y los osteoblastos (células formadoras de hueso) se relacionan para que se active esta resorción mientras se sintetiza hueso. Es decir, que en el fondo los osteoblastos no sólo forman hueso, sino que, además, controlan en parte la resorción de éste.
“Los niveles estrogénicos caen durante el climaterio (fase alrededor de la menopausia). El ambiente proinflamatorio y el descenso de osteoprotegerina disminuye y, con ello, aparece el desequilibrio a favor de la destrucción ósea. Esto ocurre en mayor medida durante los cinco primeros años, cuando el descenso estrogénico es más acusado”, explica Borja Alcobía Díaz.
Frenar la 'enfermedad silenciosa'
La osteoporosis es uno de los mayores problemas de salud en la tercera edad, una circunstancia que produce un elevado impacto económico en el Sistema Nacional de Salud. El coste de las fracturas osteoporóticas contabilizado en España supone aproximadamente el 3,8% del coste sanitario; es decir, 4.300 millones de euros en 2019, según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG).
Para evitar que, con los años, los huesos sean pasto de la denominada enfermedad silenciosa, que hace que se vuelvan frágiles, porosos y más propensos a romperse. Javier Rivera, reumatólogo de OneLife Center, dice que “es importante llegar a la menopausia con la mejor masa ósea posible”. Por eso aconseja incorporar hábitos saludables encaminados a preservar esta estructura desde la juventud. Además, indica que, dado que durante los primeros años de la menopausia se produce una caída acelerada de la masa ósea, “es todavía más importante incluir en este periodo hábitos saludables para conseguir que esta disminución sea lo más lenta posible”. Para esta conservación ósea, este experto aconseja introducir “una dieta mediterránea rica en lácteos y derivados, ejercicio físico diario, dejar de fumar o beber alcohol”.
Las ciruelas pasas ayudan a conservar el hueso
En esta línea, de profundizar en qué medida los alimentos ayudan a mejorar nuestra función ósea durante la menopausia, un equipo de investigación multidisciplinar de varias instituciones médicas de Estados Unidos ha publicado el artículo “Las ciruelas pasas conservan la densidad mineral del hueso de la cadera en un ensayo control aleatorio de 12 meses en mujeres posmenopáusicas”, en American Journal of Clinical Nutrition (AJCN). En el ensayo se ha evaluado los efectos de las ciruelas pasas (50 g o 100/g día) sobre la densidad mineral ósea (DMO) en 235 mujeres posmenopáusicas (62,1 ± 5,0 años de edad) durante una intervención dietética de 12 meses.
La principal conclusión a la que han llegado es que “una dosis diaria de 50 gramos de ciruelas puede prevenir la pérdida de la DMO total de la cadera en mujeres posmenopáusicas después de seis meses y mantenerse durante 12”. Con estos resultados, el estudio mantiene que “la dosis de 50 gramos representa una valiosa estrategia de tratamiento no farmacológico que puede usarse para preservar la DMO de cadera en mujeres con menopausia y posiblemente reducir el riesgo de fractura de cadera”.
En el caso de la incorporación de ciruelas pasas a nuestra dieta durante la menopausia para mejorar la estructura ósea, hay que valorar los componentes nutricionales de este alimento. El doctor Borja Alcobía Díaz dice que “los azúcares presentes son en su mayoría no absorbibles, por lo que no aporta calorías añadidas y nos evita el aumento de peso con su ingesta. Es rico en Vitaminas B, A y C, importante para la formación del hueso y su proteína estructural, el colágeno. Además, es fuente importante de Vitamina K (100 gr aportarían casi la mitad de la cantidad diaria recomendada en un adulto), que ayuda a la absorción del calcio en el tubo digestivo y es pobre en sodio y fósforo, que aumentarían la pérdida corporal de calcio”. Por tanto, se podría considerar un alimento muy “amigable” para nuestros huesos. Sin embargo, aclara este experto, “el articulo viene a decir que comer 50 gr al día, es mejor que no comer, pero no dice si comer 100 gr es mejor o peor, puesto que el grupo en cuestión sufrió una pérdida en el seguimiento, casi de la mitad, con lo que los resultados no son objetivables”. Un análisis que coincide con el expresado por Javier Rivera quien, pese a valorarlos de manera positiva, considera que la investigación posee una muestra escasa, “lo que llevaría a preguntarnos si efectivamente estos resultados pueden tener implicaciones clínicas y reducir a la larga el número de fracturas”. Sin embargo, a pesar de ello, “el consumo de ciruelas pasas se puede considerar un suplemento dietético que se puede incluir también dentro de los hábitos saludables”.
Otros hábitos saludables
Asimismo, el especialista de Área de Cirugía Ortopédica y Traumatología recomienda implementar los siguientes elementos para desarrollar un estilo de vida saludable para afrontar el deterioro de los huesos:
- Mantenernos en un peso corporal adecuado. En este caso, el defecto de peso, es decir un Índice de Masa Corporal Bajo puede influir negativamente debido a la caída de niveles estrogénicos que se producen y sus consecuencias posteriores.
- Nutricionalmente, por un lado, tener una dieta equilibrada rica en Calcio y Vitaminas A, B, C y K que influyen en la formación del hueso y la absorción del calcio. Por el otro, evitar ingesta de sustancias que favorezcan la pérdida de calcio en el organismo, bien de forma directa o bien porque dificultan su absorción, como son el exceso de sal, fósforo, tabaco, alcohol o cafeína (menos de 200-300mg al día, es decir, menos de 3 cafés)
- Adecuada exposición solar, con la utilización de filtros de protección solar, ahora que se acerca el buen tiempo, para poder sintetizar correctamente la Vitamina D, que influye en la formación y mantenimiento del hueso.
- Realizar actividad física moderada. La fuerza de la gravedad y nuestro peso sobre el hueso, así como la fuerza y tracción sobre ellos por parte de músculos y tendones, favorece el proceso de remodelación del hueso.
Finalmente, el reumatólogo de OneLife Center cree conveniente realizar una densitometría durante la posmenopausia “para saber cuál es la situación de partida y establecer un seguimiento posterior más o menos estrecho. Después de esta primera vez no es necesario hacerla cada año porque no se van a producir cambios relevantes”.