El problema para diagnosticar un herpes zóster: se confunde con un infarto, una apendicitis o un glaucoma

El herpes zóster surge porque se reactiva el virus de la varicela-zóster, que una persona previamente ha pasado
Esta dolencia suelen padecerla personas mayores, en circunstancias de inmunopresiónm o estrés
Las lesiones en la piel son una de las características de la infección por covid, sin embargo, por el momento, no está demostrado que se estén dando más casos de herpes zóster en la población debido a la pandemia, aseguran los dermatólogos.
El herpes zoster aparece porque se reactiva el virus de la varicela-zoster (VVZ). Es decir, el virus se manifiesta de nuevo tras años latente en los ganglios sensitivos de las personas que han padecido la varicela. "El VVZ se queda aletargado y alojado en un ganglio nervioso y, a lo mejor, en toda la vida no da problemas. Pero, en ocasiones, normalmente cuando se es mayor, y en circunstancias de cierta inmunopresión, estrés emocional, traumatismos locales o con el paso de los años, este virus encuentra el camino a través de ese ganglio nervioso, llegando a afectar al territorio cutáneo que inerva el nervio. Por eso es una varicela solo en un determinado territorio nervioso", explica en una entrevista con Infosalus la portavoz de la Academia Española de Dermatología y Venereología, Rosa Taberner.
Uno de los principales problemas que plantea el herpes zóster es el diagnóstico. El dolor surge unos días antes de la erupción y, en función de su localización, puede imitar a la sintomatología de patologías tan diversas como un infarto, un cólico, una apendicitis o incluso un glaucoma. "A veces conlleva más tiempo el que aparezca la erupción. Todo depende de la persona. Cuando aparece, ya es fácil. Lo difícil es cuando no ha salido en la piel. Este es el principal problema del diagnóstico. Con la pandemia no sabemos si ha habido más o menos casos por el momento", explica Taberner.
Un herpes zóster es diferente a la varicela. Normalmente, no da fiebre sino que suele provocar dolor ante esa inflamación del nervio al principio de la infección. Tras unos días 48-72 horas, sale una erupción de vesículas en forma, generalmente, de culebrilla. "Con el paso del tiempo, la inmunidad celular específica contra el VVZ desciende y provoca la reactivación del virus que se multiplica y disemina dentro del ganglio. Esto favorece esa inflamación intensa y el dolor que se propaga por el nervio sensitivo, siendo liberado a la piel por las terminaciones nerviosas donde provoca las lesiones vesiculosas características", remarca la experta.
La afectación suele ser unilateral y limitada a un territorio inervado por un ganglio sensitivo, lo que se llama dermatoma. Antes de la erupción pasan unos días de dolor. "Si sale en la parte donde se encuentra el corazón, parece que es un infarto. A veces se piensa que es un colecistitis, un dolor abdominal, por qué puede doler bastante tanto como la ciática también", subraya la portavoz de la AEDV.
En ocasiones, puede afectar a varios territorios inervados y ser más extenso, sobre todo, en personas con cierto grado de inmunosupresion como pacientes con infección por VIH y ancianos. A veces, el dolor es insoportable, por ejemplo, cuando tiene lugar en la cara y afecta al nervio trigemino.
El principal peligro es que la inflamación se queda crónica, lo que se conoce como neuralgia postherpética, a pesar de que el paciente se haya curado. "Esta situación es muy frecuente en ancianos. No se puede evitar en general, pero sí se ha demostrado que un tratamiento precoz en 24-48 horas antes del herpes en personas con más riesgo disminuye la probabilidad de esta molestia que puede durar años", seeñala la dermatóloga.
En cuanto al tratamiento, por regla general, no hay uno específico en las personas menores de 50, salvo si presentan un alto riesgo de desarrollar neuralgia postherpética. En cualquier caso, si se prescribe tratamiento, este debe ser olar, con un antivírico, de nada sirve el tratamiento tópico. El herpes se irá solo, con tratamiento o sin él. "A veces, sí se trata la piel porque salen ampollas o costras que se pueden sobreinfectar y se necesita tratamientos para secar las lesiones, sobre todo, los dirigidos a una sobreinfeccion bacteriana", aclara la dermatóloga.
Desde 2016 se vacuna a todos los niños españoles contra la varicela cuando cumplen dos años. Se desconoce todavía qué sucederá en el futuro, si habrá o no menos casos de herpes zóster. "No se sabe, es demasiado pronto. "El herpes zóster es típico de gente a partir de los setenta años y estos niños vacunados todavía no han llegado a esa edad. Del mismo modo que el niño vacunado puede tener una varicela 'light', podría suceder lo mismo con en herpes zóster en la edad adulta. Por definición, no es imposible que puedan desarrollarlo en un futuro", asegura.