El yoga, la actividad de moda para combatir el miedo en el confinamiento

Profesores y monitores de yoga trasladan sus clases grupales en centros deportivos a sesiones on-line desde casa
Tonificación muscular, meditación y control de las emociones, algunas de las virtudes de practicar yoga desde casa
Pasados más de 40 días de confinamiento, los españoles han incorporado a sus largas rutinas dentro de casa diferentes actividades para sobrellevar, de la forma más amena posible, este encierro obligado. Dentro de esas rutinas, el deporte se ha convertido en la opción de ocio y salud predilecta para intentar mantener la forma sin poder salir a la calle, y con un espacio muy reducido en el que poder moverse. En este contexto, el yoga se ha asomado, en muchos casos por primera vez, a la vida de numerosas personas que necesitan un lapso de tiempo de desconexión física y mental.
“Después de comer y beber, la siguiente necesidad del ser humano es el movimiento”, afirma Joaquín G. Weil, presidente del Instituto Andaluz de Yoga, quien ve en el yoga una actividad física deportiva “perfecta” para practicar durante nuestro confinamiento.
Weil: El yoga nos ayuda a potenciar cualidades como la relajación y la concentración, tan recomendables en esta situación
A través de múltiples canales y plataformas online, los monitores de yoga están ofreciendo a la ciudadanía clases y cursos accesibles para todo el público, con opciones tanto gratuitas como de pago. Quien acuda al yoga durante esta etapa encontrará, según asegura Weil a NIUS, tres beneficios necesarios para activar el cuerpo y la mente a pesar de estar confinados. “En primer lugar, hacemos ejercicio físico, pero lo fundamental es que con los ejercicios de respiración y meditación aprendemos a controlar las emociones y observar nuestra mente”, asegura el presidente del Instituto Andaluz de Yoga. Emociones como la inseguridad, la ansiedad o el miedo pueden verse inhibidas, en buena parte, gracias al yoga, según Weil: “Nos otorga una flexibilidad emocional necesaria hoy día”.

El yoga ayudaría de esta forma a serenar nuestra mente y mantener una actitud positiva ante los grandes cambios que se avecinan en la sociedad.
Weil: Ante el miedo desarrollamos la valentía y ante la ansiedad, la serenidad
No al teletrabajo sin mi clase de yoga
Ángela García y Catalina Osca son dos jóvenes empresarias emprendedoras que viven el confinamiento en el barrio madrileño de Puerta del Ángel. Allí se han visto obligadas a teletrabajar para seguir facturando: ambas regentan una productora audiovisual. “Al comenzar el confinamiento, queríamos hacer deporte sin llegar a la extenuación, por lo que pensamos en el yoga”, cuenta Ángela a NIUS. Ella lo descubrió años atrás, pero para Catalina es un mundo nuevo.

Ambas pasan más de ocho horas delante de un ordenador y sentadas en una silla mientras teletrabajan, por lo que necesitaban alguna actividad que les ayudase a desestresarse y desentumecer las articulaciones: el yoga fue la solución. Antes de comenzar a trabajar cada mañana, Ángela y Catalina no faltan a su clase on-line, que les ayuda no sólo a mantener cierta forma física, sino también a aumentar la concentración en sus puesto de trabajo.

Con entre media hora y una hora al día de ejercicio, ellas ya hablan de una progresión física y mental “evidente”. Y como ellas, son cada vez más los que se unen a una moda recurrente durante este confinamiento.