Razones por las que no regalar un animal en Navidad


Más de 306.000 animales son abandonados anualmente en España y estos datos aumentan exponencialmente después de las fiestas navideñas
Incorporar un animal de compañía a la familia requiere una reflexión, un compromiso y un consenso previo de todos sus miembros
"No soy tu juguete", el lema del Ayuntamiento de Valencia ante la importancia de regalar animales en Navidad
Una de las tradiciones de las fiestas navideñas es hacer regalos a nuestros seres queridos. Tener un perro o un gato es el sueño de muchos niños y niñas. De hecho, más de un 80% de ellos han pedido alguna vez un animal de compañía como regalo en la carta a los Reyes Magos o el Papá Noel y un 53% han cumplido su deseo.
Según datos de la Fundación Affinity, más de 50.000 perros y gatos podrían llegar a los hogares españoles durante las Navidades. Sin embargo, más de 306.000 animales son abandonados anualmente en España y las protectoras recogen un animal cada cinco minutos. Estos datos suelen aumentar exponencialmente después de las fiestas navideñas.
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Ante esta situación, la Fundación advierte que incorporar un animal de compañía a la familia requiere una reflexión, un compromiso y un consenso previo de todos sus miembros. Este proceso, muchas veces, no se tiene en cuenta cuando se trata de un regalo.
Un animal no es un capricho
Un ser vivo no puede ser regalado, ya que necesita cuidados, atención y mucho cariño. Además, debes tener claro que es para toda la vida. La decisión debe estar basada en la planificación y no en la sorpresa porque requiere ciertas responsabilidades. A continuación, te damos una serie de razones por las cuales no hay que regalar un animal en Navidad:
- Regalar seres vivos les cosifica: hacerlo en Navidad o Reyes, en el mismo momento en que se regalan juguetes, manda un mensaje contradictorio a los niños a quienes les decimos que los animales no son un objeto.
- La reflexión previa no la hace quien recibe el animal: de entrada, el vínculo con el perro o gato puede ser menos sólido cuando es un regalo que cuando se trata de una decisión personal y meditada a conciencia.
- Toda la familia debe estar de acuerdo: un perro o un gato es un miembro más de la familia y, por lo tanto, la decisión debe ser consensuada. Esto exige hablarlo, discutirlo, repartir responsabilidades y asumir el compromiso entre todos.
- Mejor buscarlo juntos: hacer en familia el proceso de encontrar al animal que encaja con nosotros puede ser más gratificante y lleno de aprendizajes. Incluso adoptar un animal en una protectora es una oportunidad para transmitir a nuestros hijos valores como la solidaridad, ayuda, empatía, compasión y paciencia.
- El animal no debería ser para un solo miembro de la familia: muchas veces se plantea la llegada de un animal como un regalo específicamente para los hijos, cuando se debería pensar que es para toda la familia, ya que afecta a todos los miembros.
Adoptar animales de la protectora
Estas entidades siguen un protocolo para asegurarse de que el animal no sea tratado como un regalo y que las personas que convivirán con él encajan en cuestiones básicas, como estilo de vida, necesidades, recursos, tiempo disponible o expectativas. Además, hacen una valoración realista de todo lo que supone adoptar un animal. En el caso de ser un regalo, piden a la persona implicada que también acuda a la protectora. Cabe destacar que muchas asociaciones paralizan las adopciones en estas fechas.