"Sediento de sangre" y con "instinto asesino": Nueva York ya tiene su 'zar' para acabar con dos millones de ratas

“Las ratas son duras, pero los neoyorkinos somos más duros”. Con esa frase, la ciudad de Nueva York ha declarado oficialmente la guerra a los roedores que invaden la ciudad. Aparecen en los baños públicos, en el metro, en restaurantes... En realidad, nunca se han ido, forman parte del paisaje urbano. Y ese es el problema que se quiere atajar.

Se calcula que hay dos millones de ratas pululando por Gotham. En los últimos meses, el teléfono 311 ha recibido 3,2 millones de llamadas de ciudadanos alertando de esa presencia indeseada.

Pero, desde esta semana, la ciudad ya tiene su ‘zar’ antirratas, un cargo de nueva creación para el que se han presentado 900 aspirantes.

La elegida es Kathleen Corradi, antigua profesora de educación primaria. Su cargo oficial es ‘Mitigadora de roedores’ y cobrará más de 120.000 dólares anuales.

Cuando en diciembre de 2022, el alcalde de la Gran Manzana, el demócrata Eric Adams, pensó en crear un puesto de ‘zar’ exterminador, anunció que buscaba a alguien “sediento de sangre”, con “instinto asesino”, sin reparos para armar una “carnicería”. Un perfil que mostrara una “actitud brabucona, humor a prueba de bombas y aura de tipo duro”.

“Todo el mundo que me conoce sabe una cosa: odio las ratas”, dijo entonces el alcalde. Acabar con ellas es un compromiso personal que va más allá de la política.

Corradi ha encajado en el perfil. La antigua docente admite que cuando leyó la oferta de trabajo dudó si iba en serio. “’Sediento de sangre’ no es una expresión que veas frecuentemente en un anuncio de trabajo, y no creo que me describa”, ha dicho.

 “A partir de ahora, veremos menos ratas en la ciudad y me verán más a mí”, ha manifestado. Corradi dispondrá de una partida inicial de 3,5 millones de dólares. Empezará su guerra particular en el distrito de Harlem.

“Kathy tiene el conocimiento, el impulso, la experiencia y la energía para enviar a las ratas a hacer las maletas y crear una ciudad más limpia y acogedora para todos los neoyorquinos”, ha dicho el alcalde.

La nueva ‘mitigadora de roedores’ considera que la proliferación de ratas demuestra problemas sistémicos en la ciudad, no sólo aspectos sanitarios. Afecta a la situación de la vivienda, a la justicia social y la salud de los ciudadanos.

La población de ratas cayó durante la pandemia, debido al cierre de los restaurantes: sin su basura y restos de comida sembrados por las calles, los roedores desaparecieron.

Pero el final del coronavirus fue una bendición para las ratas, que volvieron a tomar posiciones entre las montañas de bolsas de desechos que al caer la noche invaden las aceras de la ciudad.

Algunos expertos han cuestionado la elección de Corradi para afrontar la misión. Consideran que no tiene formación necesaria, aunque tiene un Grado en Biología por el Eckerd College y un máster en Sostenibilidad Urbana del City College de Nueva York.

Además, admiten que el enfoque tradicional para acabar con la ratas no ha dado resultado, y piden una estrategia más amplia, más científica.

Conocer los movimientos de la población de roedores y sus interacciones sería un primer paso, en lugar de intentar acabar con ellas por demolición.