El año en España de un inmigrante del `Aquarius´

Moses llegó a Valencia hace un año a bordo del `Aquarius´
Recorrió 4.000 kilómetros desde su Sierra Leona natal hasta Libia
Uno de sus amigos murió en el desierto
Moses hace un pequeño descanso en sus clases de español. Le cuesta expresarse en nuestro idioma; llegó sin saber nada de castellano, pero se hace entender.
Hoy hace un año que llegó al puerto de Valencia a bordo del `Aquarius´. Moses salió de Freetown, capital de Sierra Leona en 2015, donde nació hace 25 años. Se vio obligado a salir de su país por problemas religiosos, unidos a la pobreza y la situación de extrema violencia. Atrás dejó a su madre y recorrió media África, más de 4.000 kilómetros. “Iba con dos amigos, uno murió en el desierto, exhausto por el cansancio y la falta de comida y bebida", nos cuenta. Un tortuoso camino, que no mejoró cuando llegó a Libia, un país caótico, repleto de migrantes de toda África y donde la corrupción y la ley del más fuerte impera. Moses recuerda con pánico los dos años que estuvo allí. Pasó muchas semanas en prisión por el único motivo de estar en la calle, y de donde “solo podías salir a cambio de dinero”.
Moses huyó de África entre disparos de los gendarmes libios
Después de infinidad de penurias, consiguió subir a una pequeña embarcación, mientras “la policía libia nos disparaba para que no pudiéramos huir”. De ahí, pasó a un pequeño barco italiano, hasta que finalmente embarcó en el `Aquarius´, en medio del Mediterráneo. Una travesía que empezó con la incertidumbre del destino final, aunque recuerda que “nos pusimos muy felices cuando nos dijeron que íbamos a España, aunque nunca pensamos en venir a aquí, un país del que solo sabía algo por el fútbol”.
Solo pienso en el futuro"
Nada más atracar en Valencia Moses fue a ACCEM, una organización que trabaja para dar refugio a migrantes. Desde entonces está dentro del Plan de Acogida financiado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
Moses acude cuatro veces a la semana a clase de español. "Me está costando mucho aprender”, confiesa, aunque ahora avanza más rápido que al principio. Durante 8 meses ha tenido que recibir ayuda psicológica: “mi cabeza no paraba de pensar en todo lo que me había pasado”. Pero ahora asegura que solo piensa en el futuro y en encontrar un trabajo, para lo que se está formando como soldador.
No obstante, la incertidumbre para él y para todos los que llegaron en el `Aquarius´ continúa. Siguen como refugiados, a la espera de obtener una resolución definitiva de las autoridades. "Yo quiero los papeles para poder trabajar legal”.
Moses agradece la ayuda que está recibiendo de muchas personas desde que llegó a Valencia, pero se lamenta de episodios racistas: “cuando salgo a comprar o a pasear en la calle, hay unos pocos que no me contestan cuando le hago una pregunta, creen que les voy a robar por ser negro”.
Su vida en Valencia
Además de asistir a clases, Moses ocupa su tiempo en conocer la ciudad. “Me gusta mucho Valencia, sobre todo la playa; voy los días que tengo libre". Vive en un piso de alquiler junto a otros refugiados, pero su sueño es “conseguir un trabajo bueno y vivir tranquilo". "Quiero pagar mi casa y tener una familia, y si puede ser traer a mi madre conmigo. Ella sigue en Sierra Leona”.