Alejandro Palomas denuncia los abusos sexuales de un religioso: "Cuando se corría, se enfadaba conmigo"


El escritor ha desvelado que fue abusado y violado por un religioso del colegio de La Salle cuando era pequeño
"¿Ves lo que me haces hacer?", cuenta que le decía el fraile tras someterle a tocamientos
Los hechos sucedieron en el colegio La Salle de Premià de Mar y lo ha revelado públicamente casi 40 años después
El escritor y premio Nadal, Alejandro Palomas (54 años) ha desvelado a varios medios que fue víctima de abusos sexuales por parte de un religioso cuando apenas tenía nueve años. El agresor era un hermano de La Salle de Premià de Mar (Barcelona) , el colegio al que acudía el escritor. "Desde febrero de 1975 hasta las Navidades de 1976, sufrí abusos por parte del hermano L.", ha asegurado el escritor.
Palomas recuerda que él era un niño introvertido, "un niño diana", y el religioso "llamémoslo L." era "un fraile muy popular. Era muy extrovertido, muy afable, era como el gran papá y yo era un niño muy vulnerable", cuenta Palomas.
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Alejandro comenzó a ponerse malo y el fraile le llevaba a casa. "Ahí empezaron los abusos" recuerda Palomas en una entrevista en la Cadena Ser.
"¿Ves lo que me haces hacer?"
El testimonio de Palomas es desgarrador: "Él me estiraba en el asiento trasero del coche. Con la mano derecha me iba manoseando mientras conducía. Me bajaba los calzoncillos, me hurgaba y me metía mano. Intercalaba eso mientras se masturbaba (...) Temía ponerme enfermo porque temía estos viajes. Mis padres lo querían mucho", relata.
"El fraile me bajaba los calzoncillos, me hurgaba y me metía mano. Intercalaba eso mientras se masturbaba" (Alejandro Palomas)
La situación empeoró. El religioso cada vez abusaba más de él y se enfadaba con el pequeño. "Hubo una vez que lo que hizo fue parar el coche. Paramos en una especie de riera, entró en la parte de atrás, me incorporó, me puso la cabeza en sus piernas y a partir de entonces me bajó los pantalones, los calzoncillos, intentó masturbarme. Al mismo tiempo que él se masturbaba. Ahí ocurrió algo y él terminó, eyaculó, entiendo y cuando pasó esto se enfadó muchísimo porque él tenía momentos de violencia", rememora muy afectado el escritor.
Palomas recuerda que tras ese episodio el religioso muy violento le espetó esta frase. "¿Ves lo que me haces hacer?".
Violado en un campamento de verano
Alejando Palomas afirma que era un niño y no sabía qué hacer. No se lo dijo a su familia. ""En aquel momento yo no sabía que lo que estaba viviendo era horrible. (...)Era un niño que buscaba protección e inconscientemente pensaba que era el precio que tenía que pagar", ha afirmado en los micrófonos de la SER.
Todavía recuerda con terror la noche en que el religioso le violó. Fue en unas colonias de verano. Una pedrada le rompió las gafas y los cristales se le quedaron incrustados cerca del ojo. En la enfermería estaba L. el fraile abusador. Decidió que se quedara ingresado allí.
"Me ató las manos, me puso de lado. Aquella noche entré niño y salí superviviente"
"!A la hora de dormir vino él y lo que hizo fue decirme que como tenía tanto miedo de que yo me hiciera daño, lo que hizo fue atarme las manos (...) Me puso de lado y se fue. A partir de ese momento llegó la noche más larga de mi vida de niño. Entré niño y salí superviviente", rememora Palomas.
Recuerda que no se puso un bañador en las dos semanas siguientes. Tenía miedo de que notaran que sangraba o que alguien le llevara al médico.
Palomas aguantó más tocamientos. El religioso llegó a ser su tutor: "Incluso intentó que le hiciera una felación", asegura. Un día el niño Alejandro no pudo más y se escapó. Volvió a su casa solo en tren. "Mi madre estaba planchando y me puse a llorar todo lo que no había llorado", relata. "Le dije que el hermano L. me hacía cosas y que me hacía daño". Sus padres hablaron con el colegio pero el hermano L. no fue apartado ni castigado. Siguió siendo profesor durante años.
El hermano L. siguió dando clase
Alejandro Palomas terminó la EGB en el colegio La Salle de Premià de Mar. Tras la conversación con sus padres, el religioso le castigaba y le ponía en ridículo frente a los demás.
El colegio de La Salle ha afirmado que: "los hechos que se han atribuido a personas vinculadas con nuestra Institución son deleznables y causan un profundo dolor a todos aquellos que los han sufrido. Por lo tanto, respetando la presunción de inocencia tal y como nos obliga la ley, solo nos queda expresar nuestra máxima repulsa y aflicción por lo ocurrido y pedir perdón por el sufrimiento padecido".
El hermano L., según ha comprobado el diario El País, aún vive. Tiene 90 años. Alejandro Palomas no ha vuelto jamás a ese colegio. Las secuelas de esos abusos permanecen en su mente. "Es como una mancha que no te puedes quitar". Hace diez años pensó en denunciarlo pero temió que su carrera de escritor se resintiera. "Me daba miedo convertirme en 'ese' que está sucio". Pero ahora ha dado el paso. "No puedo más".