Los rebrotes dejan a Andalucía sin las celebraciones de verano más importantes

Los gobiernos locales y empresas privadas se han visto obligados a cancelar numerosas fiestas populares
En Sevilla la Virgen de Los Reyes se queda en la Catedral y la feria taurina de San Miguel se suspende
El sector turístico malagueño anuncia una pérdida de más del 60% de su facturación sin su famosa Feria
El coronavirus hace mella en las fiestas de Andalucía. Numerosas celebraciones estaban previstas para estos días y, poco a poco, han ido cayendo del calendario debido a la pandemia provocada por el nuevo coronavirus Covid-19.
En este sentido, Sevilla vivía hoy uno de sus días más importantes con la salida procesional de la Virgen de Los Reyes. Sin embargo, la patrona de la capital hispalense se ha visto obligada a quedarse en su templo tras ochenta y seis años, cuando en 1934 se subió a su paso y recorrió el interior de las naves de la Catedral por el fuerte anticlericalismo que existía en la sociedad.
Los motivos ahora son bien distintos y no es solo una procesión la que no podrán disfrutar locales y foráneos, sino que fiestas como la feria taurina de San Miguel ya ha anunciado su cancelación. La empresa Pagés, responsable de gestionar la plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla, informó en un comunicado que se veían en la obligación de suspender las corridas de toros ante las nuevas medidas Covid-19 adoptadas por la Junta de Andalucía, publicadas en el BOJA del 13 de agosto de 2020, que establecen una distancia de seguridad de 1,5 metros entre personas en los espectáculos taurinos.

«Esta nueva normativa nos obliga a cancelar ambos festejos. Es una verdadera pena porque estaba todo dispuesto: toreros y ganaderos lo veían con buenos ojos. Con esta nueva normativa sólo podrían entrar 1400 personas. No se cubrirían ni los gastos de apertura», indicó Ramón Valencia, empresario de la Plaza de Toros de Sevilla.
Este comunicado llega después de la suspensión de la famosa corrida Goyesca celebrada en la localidad malagueña de Ronda. Francisco Rivera Ordoñez, que había confeccionado un atractivo cartel con figuras como Morante de la Puebla, Andrés Roca Rey y Pablo Aguado, anunció en un vídeo la suspensión indicando que los culpables eran “unos empresarios taurinos que no se han comportado como se deben comportar, que no han hecho las cosas como deben de hacer y que han abusado”.
Duro golpe para el turismo
La feria de Málaga es otro de los eventos que debería haber comenzado estos días y que sin embargo se ha quedado sin fuegos artificiales, feriantes, risas y bailes. Esta provincia, además, duramente acusada con los rebrotes ha sumado a la suspensión de su feria la intranquilidad general que está siendo devastadora para los sectores que tienen vinculación directa con las fiestas de agosto.
Los feriantes y los comercios de moda flamenca, están a cero en un año sin eventos masivos programados. Los restaurantes prevén facturar un 60% menos que en condiciones normales y la ocupación hotelera no llega el 30% en el centro de la ciudad cuando en la pasada Feria superaron el 95%.

En ediciones anteriores se ha cifrado el impacto económico de la Feria de Málaga en más de 60 millones de euros. Este año, estos se sumarán a la ristra de pérdidas que llevan acumuladas las empresas desde el pasado mes de marzo. Asimismo, el Ayuntamiento invierte anualmente 2,5 millones de euros en los servicios operativos de la Feria, por lo que el no celebrarse supondrá miles de contratos menos.
De la misma manera Huelva se resiente al no poder celebrar, como cada año, su tradicional “Rocío Chico” que habitualmente acoge a miles de personas en la aldea de El Rocío, en el término municipal de Almonte. Este atípico año la Virgen del Rocío se encuentra en la localidad, tras haber sido trasladada como es normal cada siete años en romería, pero no haber podido regresar a su lugar habitual de culto debido a la pandemia del coronavirus.
La aldea, con numerosas normas de seguridad para evitar contagios, acogerá a menos visitantes y los cultos y actos que se celebren en la parroquia de la Asunción de Almonte contarán con limitación de aforo, pantallas y megafonía para intentar, pese a las restricciones impuestas por el Covid-19, llegar al máximo posible de personas.