Así es la lucha contra la radicalización en Ripoll, la ciudad donde se gestó el atentado yihadista del 17-A

La célula terrorista nació en esta localidad gerundense a manos del Imán Es-Satty, presunto autor intelectual de los ataques de Barcelona y Cambrils
La situación geopolítica, la capacidad de gestionar las emociones y la exclusión, determinantes en la radicalización
El Ayuntamiento de Ripoll trabaja no solo con inmigrantes, sino con todo tipo de colectivos para "acercar posturas" desde el atentado
Younes Abouyaaqoub, Mohamed Hichamy y Yousseff Aalla residían en Ripoll, Girona, tras emigrar desde Marruecos. A finales de 2014, estos tres jóvenes consumían propaganda yihadista, según la investigación de los Mossos d'Esquadra, e iniciaron su radicalización. En 2015, el Imán Abdelbaki Es-Satty se asentó en la ciudad y entró en contacto con los jóvenes.
Dos años después, Abouyaaqoub se subió a una furgoneta blanca con la que accedió a la Rambla de Barcelona, todavía sin bolardos, y arrolló presuntamente todo lo que se encontró a su paso durante 500 metros. Un atropello masivo que acabó con la vida de 14 personas; el presunto terrorista mató a una más durante su huida a pie. Esa misma noche, cinco de sus compañeros se saltaron un control policial, atropellaron a seis personas en el paseo marítimo de Cambrils e iniciaron un tiroteo con la policía, acabando con la vida de la decimosexta
y última víctima. Fue el 17 de agosto de 2017 y en el balance de afectados hay que incluir a centenares de heridos.
A excepción de tres detenidos, todos ellos fueron abatidos en el lugar de los ataques o murieron en la explosión accidental producida el día anterior en una casa de Alcanar (Tarragona), en la que trataban de fabricar bombas caseras. Unos hechos cuya autoría intelectual los Mossos atribuyen al Imán Es-Satty, presunto cabecilla de la célula yihadista, y que han marcado un antes y un después no solo en Barcelona y Cambrils, sino también en la ciudad gerundense donde se gestaron los atentados.
La situación geopolítica, la inteligencia emocional y la exclusión, determinantes en la radicalización
EL 26 de agosto, Ripoll celebró un acto de condena protagonizado por la hermana de los Oukabir, dos de los presuntos autores materiales de los ataques. Tres años más tarde y a pesar de la imagen de unión, el Ayuntamiento de Ripoll lamenta que los atentados "dejaron opiniones muy polarizadas", en contra de la óptima convivencia entre los diferentes colectivos de la localidad. Desde entonces, el consistorio se ha volcado para identificar conductas radicales como las de Abouyaaqoub, Hichamy, Aalla o cualquiera de sus compañeros de la célula y evitar radicalizaciones. No solo de inmigrantes, sino de todo tipo de colectivos.
En el 3r aniversari del #17A expressem el nostre respecte i record cap a les víctimes i familiars. Agraïm la resposta serena de la ciutadania de Ripoll i la tasca feta pels ens i serveis implicats al Pla d’Intervenció Comunitària, amb el qual treballem des d’aquell tràgic dia. pic.twitter.com/YhwHOAdFqX
— Ajuntament de Ripoll 🎗 (@Aj_Ripoll) August 17, 2020
El programa, que hizo unas 800 actuaciones para contactar con unas mil personas, concluyó que algunos factores tanto externos como internos pueden generar malestar cuando se combinan con ideologías relacionadas con extremismos violentos o agentes radicalizadores. Este es precisamente el término con el que los Mossos d'Esquadra hacen referencia al Imán Abdelbaki Es-Satty, fallecido en Alcanar.
Los principales factores, que pueden ser tanto visibles como invisibles según han detectado los servicios sociales de Ripoll, pueden ser el descontento por la situación geopolítica mundial existente, la capacidad propia para gestionar las emociones, el entorno familiar, el sentimiento de exclusión o la falta de una identidad propia. Todo ello "puede producir situaciones como la que ocurrió en 2017, que unos jóvenes cometieron un atentado".
La "semilla" de la inclusión
Por ello, el Ayuntamiento de Ripoll ha movilizado mediadores sociales para fomentar la convivencia en la localidad y "acercar posturas muy polarizadas" desde el 17-A. Elisabeth Ortega, directora de servicios sociales municipales, insiste en la necesidad de apostar por debates populares y talleres con profesionales, entre otras actividades. El objetivo es "plantar la semilla de la inclusión para hacer frente a la violencia y evitar la radicalización".
Desde el consistorio, insisten en que se trata de un proceso largo en el que aún no se puede apreciar un gran avance, pero sí algunas mejorías: el reconocimiento de las diferencias entre colectivos, más cercanos entre sí. "Todo el mundo tiene voz y debe aportar sus ideas para sentirse incluido: conocernos, interactuar, reflexionar y ver donde están nuestras dificultades, así mejorará la convivencia entre las personas."
💐 Avui, tres anys després del #17A, minut de silenci i ofrena floral per homenatjar i recordar totes les víctimes de l'atemptat de la Rambla.#BCNCiutatdePau 🕊️ pic.twitter.com/NE2rY3w17C
— Ajuntament de BCN (@bcn_ajuntament) August 17, 2020
Autoridades políticas y decenas de familiares y víctimas de los atentados han rendido un sentido homenaje a los afectados de los ataques en el tercer aniversario de esta fecha, marcada en negro en el calendario del país.