Los audios de la residencia intervenida en Cataluña: "No cojáis el puñetero teléfono a los hijos"

La Generalitat ha intervenido la residencia después de que casi todos los ancianos se hayan contagiado de Covid-19 y 12 hayan fallecido
"Ante un abuelo resfriado, lo único que tenéis que hacer es darle mucha agua. Nada más", ordenaba la propietaria a los empleados
La Generalitat ha intervenido la residencia de Ullastrell después de que dos extrabajadoras denunciaran que no se seguían los protocolos. En el centro, que aloja a una treintena de residentes, casi todos se han contagiado de Covid-19 y 12 de ellos han fallecido.
A falta de protocolos, la norma era la total falta de sensibilidad de la propietaria. En los mensajes de audio que mandaba a los empleados les negaba material de protección así como que atendieran las llamadas telefónicas de los familiares.
"No cojáis el puñetero teléfono a nadie que no sea yo (...) No podéis dejar que los hijos llamen. Si lo cogéis van a seguir llamando", ordena en el primer audio negando la información a familiares que se interesan por el estado de los residentes en plena pandemia sanitaria.

Con una clarísima falta de empatía, la propietaria también niega a los empleados el uso de mascarillas para protegerse del coronavirus ya que, según ella, sólo sirven para que "los enfermos no contagien".

La propietaria acepta que un empleado resfriado use la mascarilla, pero en ningún otro caso: "Los que estáis normales y corrientes como todo los días, llevar mascarilla sólo demuestra lo que sois, no más", espeta a su equipo en una nueva falta de respeto.

Otro elemento polémico son los guantes de protección. La propietaria les recuerda que es más importante que se laven las manos que llevar guantes y estos deben llevarse "en los mismos momentos que hace tres meses, cuando se hacen los cambios de pañal y cuando se prepara la medicación".
Sin embargo, en la residencia de Ullastrell no está permitido protegerse con guantes "para dar de comer a un abuelo". "Hay que lavarse las manos cuando se termine de dar de comer a un abuelo, ¿lo entendéis? Si os ponéis los guantes y no os laváis las manos, estamos haciendo el imbécil", les exige.

El uso de EPIs y material de protección aumenta en geriátricos estos días pero en la residencia de Ullastrell no era bienvenido. La propietaria les recrimina a los empleados que han usado demasiados guantes y gel desinfectantes y que los que tienen deben llegar hasta final de mes.

Y les recuerda que a este ritmo, no puede mantener el suministro de EPIS: "Os dimos una caja de guantes y un bote de crema el día 13. Estamos a 23 (...). Os habéis cargado una caja de guantes y medio litro de crema. Lo siento pero no, yo no puedo mantener eso", explica.

También molesta el gasto en material higiénico para los residentes, como las esponjas jabonosas. Considera que están malgastando estos elemento. "Vais a acabar lavando el culo de los abuelos con papel higiénico, vosotras mismas", les grita, advirtiéndoles si hacen un mal uso de las esponjas.

Sólo agua para residentes resfriados
Las recomendaciones sanitarias para tratar a residentes enfermos son caso a parte. Les insta a controlar las constantes vitales, pero no pueden llamarle "si fulanita se está ahogando y luego tiene una temperatura de 36, una frecuencia cardíaca normal (...) que está la abuela mejor que yo", ordena. Según ella los residentes buscan llamar la atención: "Cuanto más vean que llamando la atención vais a estar pendientes, más lo van a hacer", considera.
Así responde si un residente está muy resfriado: "Lo único que tenéis que hacer es darle mucha agua, nada más. ¿Que se ahoga? Agua", explica.

La propietaria de la residencia de Ullastrell considera que dar de comer a residentes no comporta riesgo sanitario y por tanto no es necesario llevar guantes: "Para servir la comida, no hace falta, tenéis cerebro", les espeta.

Las amenazas son una constante en esta dirección que avisa de que han dado de alta a una anciana pero no se sabe si está contagiada porque no le han hecho la prueba del Covid-19, así que les prohíbe abrir la puerta a ella o sus familiares. "Es que no sé lo que os hago", les advierte si lo hacen.

12 residentes fallecidos
La Fiscalía está investigando la residencia después de que se hayan contagiado de Covid-19 todos los internos de la residencia, salvo cuatro de ellos. 12 ancianos han fallecido. El domingo pasado, técnicos del Departamento de Salud y Asuntos Sociales acudieron al centro para desalojar a los pacientes. La Generalitat la intervino anoche mientras la Fiscalía la investiga por posible mala praxis.
Las grabaciones de los trabajadores, a las que ha tenido acceso NIUS, muestran la falta de responsabilidad de la dirección con empleados y residentes. De hecho, se quejan de la falta de control y orden de las EPIs o las lamentables condiciones de las instalaciones. Una trabajadora fue despedida del centro tras dar positivo por Covid 19 y otra empleada asegura que dio positivo pero la directora del centro le escondió los resultados para que continuara trabajando.
Los responsables del centro habían negado tales acusaciones y responsabilizaban a la Mútua de Terrassa y el Centro de Atención Primaria de turno.