El boom inmobiliario de Miraflores tras la covid: "Faltan casas para toda la gente que quiere venir"


La huida hacia los pueblos provocada por la pandemia está disparando la población en algunas localidades próximas a las grandes ciudades
En Miraflores de la Sierra (Madrid) se han empadronado 600 personas en las últimas semanas
"Ya no quedan casas. El pueblo está completo", han contado a NIUS varias inmobiliarias
En dos meses en este municipio de la sierra madrileña se han vendido 35 chalés. "Los que antes se vendían en un año. Hay más demanda que casas", confiesa Pilar Hernández, de la inmobiliaria Norte de esta localidad.
Este repentino interés por vivir en un pueblo es una de las consecuencias del coronavirus, una pandemia que ha resultado más difícil de llevar en las grandes ciudades y de la que miles de urbanitas quieren escapar. "Sobre todo viene gente joven, parejas con niños pequeños que han sufrido el confinamiento encerrados en pisos, muchas veces sin terraza", dice Hernández. "Lo han pasado mal y vienen buscando espacio, casas con parcela y piscina".
La amenaza de los rebrotes o las dudas de cómo será la vuelta al cole en septiembre están llevando a la gente a plantearse un cambio de domicilio y de vida. El teletrabajo también ayuda. "La mayoría de nuestros clientes son profesionales a los que sus empresas les están dando la opción de trabajar desde casa y prefieren hacerlo con vistas al campo que al asfalto", añade Arturo Orellana, propietario de Orellana Acevedo, otra de las agencias inmobiliarias de Miraflores de la Sierra.
"También están comprando muchos jubilados, que huyen de la capital y del virus", explica Hernández. "Están vendiendo sus pisos en Madrid y cogiéndose algo aquí. Dicen que es más barato, más tranquilo y que al ser población de riesgo se sienten más a salvo en un sitio pequeño como este".
"Hay tal demanda que la gente se está planteando subir los precios de sus casas", apunta Orellana. "Y hasta alquilar su vivienda mientras se van de vacaciones a otro lugar, así están las cosas".
Escasean los chalés y "alquileres no queda ni uno", nos confirman en las dos inmobiliarias de la localidad. "Se han agotado. El pueblo está completo", insiste Hernández. "Nosotros hemos alquilado chalés hasta a británicos que nos han contactado desde su país y que van a venir en julio para ya quedarse todo el año, teletrabajando desde el pueblo", cuenta sorprendido Orellana.
Un boom que se refleja en el incremento de habitantes. "En los últimos meses se han empadronado 600 personas, y eso con las oficinas municipales cerradas hasta hace bien poco", reconoce Roberto Blasco, concejal de comunicación del Ayuntamiento de Miraflores de la Sierra. "Hablo solo de los empadronados, que somos unos 6.700, si contamos los que ya han llegado para pasar el verano estaremos en torno a los 16.000 habitantes", aclara.
Preocupados por esta afluencia masiva de gente, tanto este municipio como el resto de la sierra norte de Madrid se han reunido recientemente para buscar soluciones. "Hemos enviado una carta a la Delegación del Gobierno pidiendo refuerzos en seguridad ciudadana, transporte y asistencia médica porque estamos completamente desbordados", explica Blasco.
Los expertos confirman que el virus está empujando a la gente a los pueblos, pero no a todos, advierten. Solo a los más cercanos a las ciudades, a aquellos más dinámicos y accesibles. Los más remotos siguen vacíos.
Con un sentimiento de orgullo local cuentan desde el Ayuntamiento de Miraflores que su pueblo lo tiene todo: encanto, proximidad (solo está a 40 km de la capital), entorno idílico y más infraestructuras y servicios que otras localidades de la zona. "Tenemos hasta un teatro, con una programación cultural para todo el verano, adaptada ya a las nuevas medidas de seguridad", subraya el edil.
Confiesan que están viviendo el boom inmobiliario con una mezcla de satisfacción, temor y prudencia. "Están llenos hasta los chalés que llevaban años cerrados", explican, "pero vamos a poner un poco de cordura a esto, que faltan casas para tanta gente que quiere venir".