Ola de solidaridad para la niña con necesidades especiales expulsada de un campamento

Varios campamentos ofrecen acoger a Inés en su instalaciones este verano
La empresa insiste en que no la echaron y lamenta el daño que hayan podido causar
El Cermi denuncia ante la Fiscalía el caso de Inés
La ola de solidaridad ha sacudido a la familia de Inés. Tras la denuncia pública que hizo la familia de la niña de once años expulsada de un campamento por un retraso madurativo han llegado muchas muestras de apoyo y varias asociaciones se han ofrecido para acogerla en sus grupos. “Estamos recibiendo cariño y muestras de apoyo por todos lados, por redes sociales, por amigos, es una barbaridad”, ha comentado Carolina Gómez, la madre de Inés. Pero de momento la niña esta con sus abuelos y sus primos muy feliz y han preferido que se olvide de este episodio y que todo se normalice.
Uno de los campamentos que ha ofrecido un hueco ha sido El Colladito en la sierra noroeste de Madrid. Durante el año trabajan con colegios con necesidades especiales y han querido apoyar a Inés. La Asociación Juvenil Caravela, de Huelva, y el King’s College School también se han puesto en contacto con la familia.
La historia de Inés
Inés solo pudo quedarse un día en el campamento de inglés. Iba a estar dos semanas compartiendo estancia y vivencias con niños de 7 a 12 años, en Aldeaduero (Salamanca). Pero "le invitaron a irse", dicen sus padres. Según denuncian fue "un evidente caso de bullying por parte no solo de las madres/niñas sino también de la coordinación del campamento".
El campamento lo niega. Aseguran que todo se ha sacado de contexto. Han emitido un comunicado explicando su versión y han asegurado que devolverán a los padres los 1.600 euros que habían pagado por el curso. Además lamenta la situación con la familia y "el malestar que haya podido ocasionar".
Inés tiene un retraso madurativo con una discapacidad del 33%. Habla bien, y entiende todo. "Solo necesita que le expliquen las cosas con un poco más de atención", insiste su madre. Unas características que explicaron al centro antes de hacer la matrícula y pagar los 1.600 euros que cuesta las dos semanas de estancia. "Nos contestaron que no había problema", aclara su madre en un susurro. Pero Inés no tuvo tiempo de integrase. La menor compartía habitación con dos niñas y, según les contaron, sus madres se habían quejado porque estaban con una "discapacitada". Responsables de la empresa organizadora insisten en que ese no fue el motivo. Aseguran que Inés necesita más atención de lo que esperaban. La solución que ofrecieron fue trasladarla a otra habitación con un monitor. Una propuesta que no convenció a los padres de la pequeña. Así que decidieron recogerla del campamento.
Denuncia del Cermi
El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) ha denunciado este martes ante la Fiscalía y la Comunidad de Madrid el caso de Inés. Además, reclama al Gobierno de la Comunidad de Madrid que actúe contra la empresa Diverbo, inscrita en el Registro Mercantil de Madrid, para conocer la situación producida con la expulsión de la menor. Facua también se une al Cermi y pide a la Dirección General de Comercio y Consumo de la Comunidad de Madrid que abra expediente sancionador a la empresa Diverbo. La Coordinadora del Tercer Sector, una plataforma que agrupa a unas 200 pequeñas y medianas ONG de Madrid, ha presentado una queja ante el Defensor del Pueblo.