Campamentos de verano, en el aire: el sector pide un calendario para poder organizar las actividades

El Colectivo de Campamentos de Verano asegura que hará "especial hincapié" en medidas higiénico-sanitarias
La incertidumbre sobre cómo será la desescalada afecta también a los campamentos de verano. ¿Podrán organizarse? ¿O se suspenderán? Es la pregunta que se hacen ahora miles de familias que apuntaron a sus hijos a uno de ellos antes de que comenzara la crisis del coronavirus y el posterior confinamiento.
En el otro lado, las empresas que organizan campamentos de verano siguen sin noticias y están a la espera de lo que les puedan decir para organizarse. El Colectivo Campamentos de Verano, que agrupa a las empresas del sector, ha pedido llevar a cabo su actividad "con la mayor normalidad posible haciendo un especial hincapié en la prevención higiénico-sanitaria". Reclama, además, un calendario de adaptación para que todo el sector y las familias puedan conocer con la mayor anticipación posible la situación que se van a encontrar este verano. Este sector cuenta con 37.800 empresas con un volumen de facturación anual de más de 8.600 millones de euros, genera 200.000 empleos directos y asiste a cuatro millones de participantes al año, según sus propios datos.
Saber si se mantienen o no los campamentos afecta de manera directa a la conciliación de muchísimas familias. Sobre todo, si se tiene en cuenta que a medida que se vayan levantando las restricciones de aislamiento, muchos padres tendrán que ir incorporándose a sus trabajos de manera presencial. Los niños tendrán que ser atendidos de alguna u otra manera. Que los abuelos se hagan cargo de ellos no es una opción por tratarse del grupo de población con más riesgo de contagio.
Pero a día de hoy, el Gobierno no se ha pronunciado todavía sobre si autoriza o no realizar campamentos. Tampoco ha marcado qué medidas sanitarias de control deberán establecerse en ellos para mantener la seguridad de todos los niños. La mayoría se imparten en los meses de julio y agosto, unas fechas en las que, según el plan de desescalada, si todo sigue su curso, ya habríamos vuelto a la normalidad.
Con todo, son muchos los padres que ya están recibiendo notificaciones de las empresas que organizan campamentos para anunciarles que se suspenden. Educosport es una de ellas. Ya ha devuelto el dinero a las familias que hicieron el ingreso para reservar la plaza. "Ante estos momentos de incertidumbre que estamos viviendo y los cambios que van aconteciendo día a día, estamos intentado esperar y ver cuáles son las medidas que el Gobierno y las consejerías adoptan para asegurar el bienestar de los niños y poder trabajar con seguridad para todos", señalan desde esta empresa.
Sandra Herrero, directora de Educosport, asegura que están a la espera de que les digan algo: "No solo si podemos llevar a cabo los campamentos, sino también bajo qué condiciones. Dependiendo de éstas, podremos sacar un campamento adelante o no será factible. Porque si exigen una separación de los niños con dos metros, me parece inviable en actividades al aire libre con menores de cuatro años. Pero si nos dicen que hay que bajar la ratio, sí se puede hacer; como también el lavado de manos cada dos horas".
Los campamentos de Educosport se llevan a cabo en las instalaciones de un instituto público de secundaria pero la Comunidad de Madrid ya les ha comunicado que no abrirá sus puertas por lo que las actividades que se iban a realizar en él han quedado suspendidas. "Estamos trabajando en una alternativa al campamento en otras instalaciones, siguiendo siempre las medidas decretadas por el Ministerio de Sanidad por lo que informaremos más adelante si pudiéramos realizar esa alternativa", han informado a los padres.
Víctor Molero, fundador de la empresa madrileña Aventurama, que organiza campamentos de multiaventura, artísticos y de inglés en Cuenca, insiste que a día de hoy no saben nada más allá de lo que ha anunciado el Gobierno sobre la desescalada. "Esperemos que todo llegue a buen puerto y que podamos realizar los campamentos con cierta normalidad con las medidas de seguridad que se nos diga", señala. En su caso, los niños tendrían que desplazarse desde Madrid a Cuenca. En julio, en principio, podrían ya hacerse desplazamientos entre diferentes comunidades siempre que las cifras de la pandemia no repunten.
A la incertidumbre de si podrán organizarse los campamentos hay que sumar el descalabro económico para este sector. "Nosotros ya hicimos una inversión inicial para contratar espacios donde organizar los campamentos. A los monitores los solemos contratar para la campaña de verano y todos ellos está esperando a que les demos una respuesta", asegura Molero. "Si esto no se soluciona, no podremos contratarles. La preocupación es máxima, estamos totalmente parados, pero tenemos un rayo de esperanza, hay que sacar algo positivo. El virus ha venido para quedarse y nos tendremos que amoldar a las circunstancias", añade Molero.
Desde Eduma, otra de las grandes empresas del sector de campamentos de verano, aseguran que es primordial que se puedan realizar estas actividades en condiciones adecuadas cumpliendo los requisitos de seguridad. "Preferimos anular el verano antes que asumir riesgos inaceptables", señalan desde esta empresa. "No cabe duda de que es probable que deba hacerse alguna modificación o adaptación en las normas y convivencia diaria". La empresa no descarta aplazar algunas quincenas que ya tenían previstas.
Otra empresa, Natuaventura, mantienen la misma línea: "En los campamentos de verano la higiene de los niños se cuida a diario, lavándonos las manos antes de cada comida, duchándonos cada día, limpiando diariamente las instalaciones. Para nosotros nada de eso cambia este año". Aún así, aseguran que a partir de ahora harán hincapié en el lavado de manos y las recomendaciones que estén vigentes. Además, señalan, primarán las actividades en la naturaleza, sin interacción con personas ajenas al campamento, evitando o limitando, por ejemplo, las excursiones culturales a ciudades de nuestro entorno.
Hay empresas, además, que se plantean ahora otras alternativas. Es el caso de La Casita de Inglés, con 10 centros repartidos entre Barcelona y Madrid. "Todos los años organizamos campamentos de inglés en nuestras academia, que emulan casitas, con actividades de manualidades, cocina, yoga o pintura en inglés. Como no sabemos qué va a pasar estamos preparando las dos versiones: la presencial y la online. Esta última, que ya está funcionando ahora, se prolongaría durante tres horas al día, con grupos de cinco niños como máximo, combinando distintas actividades con cierto descanso”, cuenta Marina Molares, directora y cofundadora de la La Casita de Inglés.
En cualquier caso, la opción de la apertura de los centros escolares para organizar actividades de refuerzo voluntarias sigue abierta. Así los anunció la propia ministra de Educación, Isabel Celaá, hace unas semanas. Entonces explicó que estas clases se harían en formas diversas y combinadas con actividades lúdicas. Estas actividades podrán estar promovidas incluso por ONG o asociaciones "contando con el concurso del voluntariado y en contacto con los centros educativos y sus docentes". Todo está en el aire.
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