Controles de temperatura aleatorios en el transporte público vasco para evitar nuevos contagios

En caso del que pasajero tenga más de 37 grados de temperatura se le recomienda no acceder
Es una medida disuasoria para concienciar sobre la necesidad de continuar con las medidas de prevención
Comenzada la fase 1 en Euskadi, el transporte público comienza a recuperar el número de usuarios perdidos durante las primeras semanas de confinamiento. Consciente de ello, el Gobierno vasco, en colaboración con la DYA y la Cruz Roja, ha puesto en marcha, desde este lunes, controles de temperatura para supervisar, que los clientes que acceden al metro bilbaíno o a las estaciones de los ferrocarriles de las tres provincias vascas, no tienen fiebre.
Las tomas de temperatura son aleatorias y se realizan con el permiso del pasajero. El objetivo es disuasorio: recordar que aún hay que tomar medidas de seguridad ante el coronavirus. "Si da más de la temperatura aconsejada, se le recomienda que adopte una serie de medidas porque nosotros solo podemos aconsejar, ya que nuestro cometido es solo informar al usuario", ha precisado el presidente de la DYA, Fernando Izaguirre.

37 grados, temperatura máxima
En caso de que el pasajero supere los 37 grados, es informado del resultado de la medición y asesorado por un equipo sanitario que le recomienda no acceder. “Si la cámara termográfica da una temperatura inferior puede proseguir su itinerario y, en caso de dar por encima de ese límite, se le transmiten una serie de recomendaciones desde el punto de vista sanitario", ha indicado Izaguirre.
Dos equipos de voluntarios son los que encargados de realizar las mediciones que se desarrollarán de forma itinerante, cambiando de estación cada día.

Los usuarios consultados por NIUS han calificado la iniciativa de muy positiva. “Me parece muy bien”, opina una de las pasajeras antes de acceder al metro. “Me da mucha tranquilidad saber que se están controlando que no nos contagiemos en los transportes públicos”, reconoce.