'Terapia' con pastores de ovejas y cabras para aprender a convivir con la soledad del confinamiento

La organización interprofesional INTEROVIC lanza una campaña en la que pastores atienden llamadas de personas aisladas para aconsejarles sobre la soledad
Estas personas están acostumbradas a sobrellevar las largas horas de aislamiento en compañía de sus rebaños
José Luis Larraz, uno de los pastores voluntarios, busca ayudar a los aislados y dar a conocer los pormenores del oficio
Con el confinamiento, son muchas las personas que se han visto aisladas en sus hogares. Ancianos sin familia cercana, estudiantes que no han podido volver a sus casas y personas contagiadas que se han tenido que someter a un 'arresto domiciliario'. Los humanos, como seres sociales que somos, podemos vernos abrumados por esta soledad y separación de nuestros iguales.
Con la idea de ayudar a estas personas, ha nacido una iniciativa que pone en contacto a los confinados con un colectivo muy acostumbrado a largas temporadas sin contacto humano: los pastores. Estos profesionales pasan muchas horas del día y del año solos con sus perros y rebaños. Con lo que hablar con ellos puede servir de apoyo para 'sobrevivir' al encierro causado por el coronavirus.
La campaña, que se llama 'Compartiendo soledad', ha sido surgido de la Organización Interprofesional Agroalimentaria del Ovino y Caprino (INTEROVIC). Aunque la iniciativa surge a raíz de la crisis del Covid, desde la entidad han señalado que tiene visos de continuar. La crisis ha puesto de manifiesto la enorme soledad que experimenta mucha gente, especialmente en entornos urbanos.
Una conversación 'de tú a tú' con los pastores
En el proyecto participan pastores de ovejas y cabras de Murcia, Huesca, Teruel, Zaragoza, Zamora, Valencia y Extremadura. La idea es que los interesados puedan conversar por teléfono con los pastores voluntarios, mientras éstos están con el ganado en el campo.
De momento, esta 'ventana al campo' estará 'abierta' de lunes a viernes de 09.00 a 18.00 horas. La iniciativa está dirigida a cualquier persona aislada o en soledad. No importa si es desde el domicilio habitual, las residencias de ancianos o los hospitales.
📞 Si te sientes solo, nuestros pastores quieren hablar contigo
— @Interovic (@Interovic) May 6, 2020
💪 Ellos saben lo que es la soledad. Seguro que te ayudarán pic.twitter.com/wgLNnf4e7B
Para sentir el sosiego del campo basta con marcar el teléfono 91 002 74 79. A través del mismo, una operadora pasará al interlocutor con uno de los pastores. El coste para el usuario es el de una llamada a un teléfono fijo normal.
Una vuelta a los orígenes
Desde INTEROVIC destacan que el objetivo es compartir la individualidad con pastores, que llevan años conviviendo con ella. Además, las personas que procedan de entornos rurales podrán reconectar con sus orígenes. Mientras que los urbanitas tendrán la oportunidad de conocer una realidad que muchas veces los elude.
Uno de los voluntarios de esta campaña es José Luis Larraz, que vive en Novés, un pequeño pueblo a siete kilómetros de Jaca, Huesca. Él sigue saliendo al campo a pesar de haberse jubilado, para estar "al tanto" del rebaño y supervisar a sus hijos. Ellos son la cuarta generación de pastores de la familia.
Larraz se ha ofrecido porque ve a mucha gente "confinada y aburrida a la que puede acompañar". El pastor destaca que con sus 70 años entiende la soledad que algunos ancianos viven. Además, espera que sobre todo los más mayores, puedan rememorar sus vivencias en los pueblos que un día dejaron. "Quien más o quien menos tiene un abuelo o un familiar que tenía ganado o que era de un pueblo", relata.
Para Larraz también es importante poner en valor el oficio del pastor, sobre todo entre la gente de la ciudad. Así como los beneficios ambientales que supone tener ganado en el campo y su potencial para prevenir incendios. "Las ovejas limpian el campo, son como un cortacesped, pero son selectivas en lo que comen, ya que por ejemplo solo comen las amapolas cuando están tiernas o algunas plantas antes de que salgan sus espigas", concluye el pastor.
Las dificultades del oficio pastoril
La iniciativa sirve también para dar a conocer las dificultades de un oficio en el que no se descansa. Una labor que no entiende de frío o calor, lluvia o sequía y mucho menos de vacaciones o festivos. En el caso del experimentado pastor, se encarga de unas 1.500 cabezas de ganado, que pastan en ganadería extensiva a 820 metros de altura en los Pirineos.
Larraz explica, asimismo, los obstáculos de un mercado que les paga un cordero "al mismo precio que en 1986" cuando se vendían a 10.000 pesetas. Su rebaño dio la bienvenida a 500 corderos recién nacidos esta primavera. En sus palabras, ahora pagan el animal a 60 euros en el mejor de los casos.
Una situación agravada por el coronavirus, que ha bajado los pagos hasta los 40 o 50 en las cooperativas. Los pastores que no pertenecen a una organización ganan incluso menos. "El único negocio lo haces cuando el ganado come pasto regalado, cuando tienes que comprarlo, las raciones salen caras", comenta el experimentado pastor.
A pesar de las penurias, asegura que si volviera a nacer sería de nuevo ganadero porque es "un modo de vida" en el que no se conoce el aburrimiento. Larraz señala que siempre tiene cosas que hacer o en qué pensar. Dice que ni siquiera echa de menos las vacaciones y que las veces que se ha ido unos días, a la semana ya echa de menos el ganado.