Gonzalo, en cuarentena obligatoria en Palma tras regresar de Argentina: "Nadie me ha llamado para controlarme"


Cerca de mil personas permanecen en cuarentena en Baleares tras regresar a las islas procedentes de vuelos internacionales
Gonzalo está en fase 0 mientras que sus vecinos de rellano disfrutan ya de la fase 2 y con un pie casi puesto en la 3. Él solo puede salir a comprar y al médico. Sus vecinos se pueden sentar en las terrazas de Palma de Mallorca o irse a disfrutar de cualquiera de sus calas. Gonzalo acaba de llegar de Argentina, sus vecinos han pasado aquí toda la pandemia.
Después de dos meses de periplo y aeropuertos cerrados por el COVID19, Gonzalo Lencina logró llegar el pasado viernes a su casa de Palma de Mallorca desde su Córdoba (Argentina) natal. La pandemia le impidió volver a finales de marzo.La orden de confinamiento le obliga ahora a quedarse en casa catorce días. "No se cuándo abriré mi negocio" , cuenta a NIUS este empresario florista que lleva más de 20 años residiendo en España.
Mil personas en cuarentena en Baleares
Como él, hay 800 personas según datos del Ministerio del Interior, que han regresado a Palma de Mallorca en los últimos 17 días y 103 que lo han hecho a otras islas de Baleares. En total, cerca de un millar de personas que deben guardar las dos semanas de cuarentena obligatoria decretadas por el Gobierno.
Nadie se ha puesto en contacto con él
Gonzalo acaba de empezar su confinamiento. Llegó el pasado viernes 29 de mayo a su domicilio de Palma de Mallorca. "Después 43 horas de viaje", nos cuenta. Recuerda que le tomaron la temperatura al embarcar en Buenos Aires (Argentina), dos veces en Barajas (Madrid) "incluso la Policía nos hizo salir de aeropuerto para hacer escala y volver a entrar y de nuevo tomárnosla".La última vez que vió el termómetro fue al llegar al aeropuerto de Palma el viernes por la noche. Desde entonces nadie le controla ni se ha puesto en contacto con él.
Asegura que fue la compañía aérea quien les dió la información de la cuarentena obligatoria y no el consulado de España. "La compañía nos mandó un papel del Ministerio de Sanidad por email para rellenarlo, incluso nos llamaron el día de antes de volar para recordar que lo llevásemos".

Tenían que imprimir dos copias, "una se la quedó la compañía aérea y otra, la Guardia Civil cuando llegamos",afirma Gonzalo, quien argumenta que "al tener nuestros móviles, pensé que nos tendrían geolocalizados o algo así, para un mayor control".

Responsabilidad personal y autocontrol
Pero desde que salió del aeropuerto de Palma, el control se lo autoimpone él mismo. "Cuando llegué no tenía nada de comer y al bajar a la calle a comprar tuve un shock al ver a la gente sin tapabocas (mascarilla) ni guantes", cuenta a NIUS por teléfono.
"Al bajar a la calle a comprar tuve un shock al ver a la gente sin tapabocas (mascarilla) ni guantes" (Gonzalo, en cuarentena recién llegado a Palma de Mallorca)
Era la hora de la cena y en las terrazas de Palma la gente disfrutaba de un viernes en fase 2. Gonzalo, pertrechado con guantes y mascarilla, se volvió a casa tras recoger la cena. "Tampoco había mucha distancia de seguridad entre las personas", puntualiza "casi la misma que en el avión de regreso donde todos los asientos iban ocupados", recuerda Gonzalo.
Este empresario de floristería, con comercios en Palma de Mallorca y en A Coruña, asegura que solo ha salido de casa para comprar y recoger a su mascota, un gato. "Lo estaban cuidando unos amigos que viven en mi misma calle". Su gato se llama "Second"( segundo en inglés), y no porque ya estuviera en segunda fase, al pobre minino también le ha tocado volver a la fase 0. Solidaridad gatuna.