Daniel López Acuña, exdirectivo de la OMS: "El 90% de la población española es vulnerable aún al coronavirus"

López Acuña, epidemiólogo y exdirector de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la Organización Mundial de la Salud, atiende a NIUS para desgranar la figura del ‘rastreador’
Según los expertos, los ‘rastreadores’ se tornan imprescindibles en esta fase de la pandemia para evitar un futuro repunte de contagios
López Acuña estima que el coronavirus volverá en invierno, y el sistema sanitario deberá estar reforzado en la vigilancia epidemiológica si queremos evitar un segundo confinamiento
Daniel López Acuña es un reputado epidemiólogo con años de experiencia en la gestión de crisis sanitarias. Exdirector de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y ahora ejerciendo como profesor asociado de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) vive, desde su Gijón natal, un confinamiento en el que, al contrario que la mayoría de españoles, la agenda no le da ni un respiro. Entre entrevistas y videoconferencias, López Acuña atiende a NIUS para desgranar las necesidades del sistema sanitario para hacer frente a la fase final de la pandemia del coronavirus, y explicar por qué el ‘rastreo’ de los nuevos casos positivos que se diagnostican se torna crucial para evitar rebrotes de la pandemia.
P: Surge en los últimos días la figura del ‘rastreador’ como elemento clave para detectar posibles nuevos contagios de coronavirus. ¿Puede explicar qué es un ‘rastreador’?
R: En realidad, hay que matizar antes que rastrear los contactos directos que ha tenido algún contagiado es un protocolo estándar en cualquier pandemia, no es algo nuevo que se haya hecho a raíz del coronavirus. Sin embargo, con una pandemia de alta magnitud como ésta, el número de estos contactos directos para tornarse inasumible. Dicho esto, no hay una receta única de ‘rastreador’. En una epidemia pequeña, el ‘rastreador’ puede ser el personal sanitario (enfermeras, médicos, etc) que trata al paciente, pero en epidemias mayores como la de la covid-19, los ‘rastreadores’ pueden ser los equipos de atención primaria que refuercen las labores de vigilancia epidemiológica. En definitiva, todos aquellos que puedan asumir la tarea de acercarse a los domicilios de estos contactos y llevar a cabo esa logística.
P: Por tanto, este rastreo es una labor que ya se viene haciendo desde el comienzo de la pandemia.
R: Efectivamente. Todas las Comunidades Autónomas han tenido, como parte de sus equipos de vigilancia epidemiológica, a profesionales haciendo estas labores de rastreo. El problema es si ese equipo es suficiente para abarcar a todos los contactos. Yo creo que en España no se ha hecho toda la labor de rastreo necesaria por falta de personal, de un protocolo y de tests. Lo que es necesario es que cada Comunidad Autónoma estudie la capacidad que tiene en estos momentos de rastrear todos los positivos que diagnostiquen, y pienso que las regiones con menor incidencia del virus como las islas, Murcia, Cantabria o Andalucía ya están den disposición para ello.
P: ¿Cuál es la cantidad de ‘rastreadores’ que puede necesitar España para evitar un rebrote de la pandemia?
R: El otro día escuché a Angela Merkel decir que en Alemania establecerían un equipo de 5 profesionales de rastreo por cada 25.000 habitantes, y me parece un ratio razonable. Estos días hablamos de la necesidad de movilizar a un ‘ejército de rastreadores’, pero creo que no hay que llegar a ese extremo. Lo que necesitamos es utilizar todos los medios técnicos y humanos posibles en aquellas comunidades con baja tasa de contagio que puedan dedicar ya personal a ello, y reforzar 'ad hoc' el personal rastreador en aquellas comunidades cuyo personal sanitario aún no tenga capacidad.
P: ¿En qué debe consistir la labor de uno de estos ‘rastreadores’?
R: Es un ejercicio detectivesco. El primer paso es llevar a cabo un minucioso interrogatorio a cada nuevo positivo que se diagnostique, y ayudar a esa persona a que recuerde todos y cada uno de los contactos directos que haya tenido en los últimos 15 días. Después, habrá que ir a por ellos, esto es, localizarlos, acudir a su domicilio y conversar con ellos para detectarles la posible sintomatología. El objetivo último del rastreo es hacer el test a todos los contactos directos de un positivo. Es fundamental, como fin del camino, aislar a todos los nuevos positivos para cortar de raíz la propagación del virus.
P: ¿Y cuál debe ser su perfil profesional? ¿Hablamos únicamente de sanitarios?
R: El ‘rastreador’ puede tener dos perfiles diferenciados. El primero, un evidente perfil sanitario dirigido por los epidemiólogos y destinado a hacer el interrogatorio clínico. Y por otro lado, las labores de contacto, llamada, localización y monitorización informática que no requieren un perfil sanitario, sino más administrativo. Podemos estar hablando de telefonistas, informáticos o periodistas. En definitiva, labores de logística y apoyo a los sanitarios pero que, en realidad, no requieren ese conocimiento estrictamente sanitario.

P: ¿Será entonces eficaz esta técnica para evitar un futuro rebrote?
R: El sólo rastreo no es cien por cien eficaz para contener un rebrote, hay que combinarlo con otra mecánica: la disciplina. Es fundamental seguir manteniendo el distanciamiento físico, la higiene y los mecanismos de protección. Y tengo la sensación de que parte de la población piensa que el virus ya se ha derrotado con a relajación del confinamiento. Es el momento de ser más disciplinados que nunca. A ello hay que sumar, evidentemente, el refuerzo de la vigilancia epidemiológica con el referido rastreo, para cortar el fuego de raíz.
P: ¿Está preparado el sistema sanitario de España para asumir ese refuerzo de funciones?
R: Ya existen Comunidades Autónomas dando pasos en ese sentido, aquellas con menor tasa de contagio y mayor capacidad asistencial actual. En otras regiones más afectadas como Madrid o Cataluña, se puede comenzar a reclutar a personal: estudiantes de medicina y enfermería, sanitarios en paro o jubilados, y profesionales no sanitarios que apoyen en la logística. Será crucial rescatar a todos ellos para la causa.

López Acuña tiene tiempo en esta entrevista de analizar también los primeros datos de seroprevalencia que se hacen públicos en determinadas regiones. Si bien estos estudios no son representativos de la gran encuesta que se realiza estos días, el epidemiólogo señala en el mismo sentido que esos informes preliminares: la gran mayoría de la población no estamos inmunizados aún.
P: ¿Qué resultados debemos esperar de la encuesta de seroprevalencia?
R: No debemos sorprendernos si encontramos una seroprevalencia total de entre el 5 y el 10% de la población, ese va a ser el gran hallazgo del estudio. No hay una infección generalizada de la población, lo que implica que aún el 90% de la población es vulnerable al coronavirus. Esto nos obliga a seguir adoptando medidas de protección antes de la vacuna, porque no estamos cerca de conseguir esa ‘inmunidad de rebaño’.
P: Si la mayor parte de la población no está inmunizada, ¿es previsible que el virus pueda regresar con la misma fuerza?
R: Puede llegar a ser necesario un nuevo confinamiento si existe un rebrote. Por ello es crucial el trabajo de rastreo en las fases inicial y final de la pandemia, para detectar cada positivo asintomático y cortar el brote a tiempo.