Los expertos califican de “poco valientes” las medidas impulsadas por Barcelona contra la contaminación

La ciudad condal pondrá en marcha su particular 'Madrid Central' a principios de 2020, con la limitación de tráfico como eje principal
En Barcelona, más de 300 personas mueren al año de forma prematura a causa de la polución en el aire
Bruselas lleva a España al TUE por incumplir "sistemáticamente" las normas de calidad del aire en Madrid y Barcelona
Madrid Central no es la única plaza a la que ha tirado las orejas Bruselas. El Ayuntamiento de Barcelona presume de que Europa ha aprobado las medidas que empezó a trabajar hace cuatro años, pero lo cierto es que la capital catalana no ha conseguido reducir la contaminación y sigue superando los niveles permitidos de NO2 (nitrógeno de oxígeno) en su área metropolitana.
El área que ha hecho saltar la alarma de la UE es la zona que incluye el centro de la ciudad, la región del Baix Llobregat, en el sur, y la del Vallès, en el noroeste. En la práctica, Barcelona y su área metropolitana, a pesar de que desde 2018 son solamente dos estaciones situadas en los barrios del Eixample y de Gràcia en las que se han detectado niveles de NO2 superiores a los permitidos.
La Comisión Europea llevará a España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) por la mala situación del aire en varios núcleos urbanos españoles, en especial Madrid, Barcelona y Baix Llobregat, tras constatar que no ha tomado las medidas urgentes que se le exigían para atajar los altos niveles de contaminación.
"Los datos más recuentes sobre la calidad del aire ofrecidos por España confirman el incumplimiento sistemático de las normas europeas sobre los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2), reglas que son legalmente vinculantes desde 2010", ha explicado en una rueda de prensa en Bruselas el comisario de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, Karmenu Vella.
El Ejecutivo comunitario ha constatado que los niveles de contaminación siguen siendo un riesgo para la salud de los ciudadanos, ha dicho Vella, quien no ha querido responder a la pregunta de si el hecho de que el Ayuntamiento de Madrid haya anunciado su intención de cancelar el plan de Madrid Central ha influido en su decisión.
"En lo que respecta a Madrid Central, esta infracción no tiene que ver únicamente con Madrid, hay otras áreas afectadas, y normalmente no comentamos anuncios específicos, aunque siempre subrayamos que son necesarias medidas eficaces para mejorar la calidad el aire. Pero le corresponde a los Estados miembro elegir las medidas para lograr los resultados", ha zanjado el comisario.
¿Qué ha fallado?
Según los expertos, las medidas en Barcelona han llegado tarde y han sido “pobres” y “poco valientes”. Xavier Querol, investigador del CSIC, sostiene que las ciudades españolas llevan años de retraso y “han tardado muchísimo” en hacer frente a este problema.
¿El principal reto?
La reducción del tráfico rodado, que provoca el 75% de las emisiones de nitrógeno de oxígeno, y son prácticamente el único factor contaminante. “No tenemos otra que reducir el uso del vehículo privado. Aquí es donde otras ciudades se han puesto las pilas y nosotros tenemos miedo a un desgaste político; sólo Madrid ha tomado medidas valientes, pero no son suficientes”, dice Querol.
“El problema mayor es que Barcelona tiene una densidad de vehículos por kilómetro cuadrado de las más altas de Europa, el doble que Madrid y el triple que Londres”, denuncia Jordi Sunyer, jefe del Programa de Infancia y Medio Ambiente de ISGlobal. “Los planes actuales son insuficientes, entre otras porque el sistema ferroviario de cercanías es muy insuficiente y porque los hábitos y las inercias hacen muy difícil proponer cambios radicales como el desarrollo total del plan de supermanzanas o la red de carriles bici, caminos escolares y protección de las escuelas”.
Barcelona, primera gran zona de bajas emisiones
Para conseguir reducir el número de vehículos en las calles, Barcelona aplicará su particular Madrid Central a principios de 2020. Serán 95 km2 en los que estará prohibida la circulación a los vehículos más contaminantes: coches de gasolina anteriores al 2000 y coches diésel anteriores a 2006.
Pero Xavier Basagaña, investigador experto en contaminación del aire del ISGlobal, asegura que no es suficiente. “Se necesitan reducciones del número de vehículos mucho más importantes de las que se conseguirán con las medidas propuestas”, sostiene, “eso puede llevar simplemente a una renovación de la flota y no a la reducción de vehículos”.
Por eso el ayuntamiento también abrirá el debate en junio de 2020 a un posible peaje urbano, una tasa ya establecida en muchas ciudades europeas que pagarían todos los vehículos que entrasen en la ciudad y que teóricamente conseguiría reducir en un 30% el número de coches.
Una cuestión de vida o muerte
En Barcelona, más de 300 personas mueren al año de forma prematura a causa de la polución en el aire. “La contaminación produce problemas de salud respiratorios y cardiovasculares que a su vez conllevan aumentos de la mortalidad prematura”, dice Basagaña. “La contaminación también puede afectar al sistema cognitivo y al reproductor. Reducciones en los niveles de contaminación se traducirían en beneficios en salud”.