Diez familias de Valencia llevan dos años sin luz en casa: “Nos acostamos en batín”

El expediente que pondría fin al problema esta bloqueado porque no hay empresa concesionaria que se haga cargo de él
“No puedo ni calentar el biberón de mi hija, ni poner la tele”
Desesperadas. Así están una decena de familias en una urbanización de Montserrat, en Valencia. “No somos okupas”, advierte Ana, propietaria de una de las viviendas. Y lo hace porque su situación es lo más parecida a una "okupación" si no fuera porque las viviendas son de su propiedad. “Somos okupas con escritura”, bromea. Llevan sin luz en las viviendas desde hace más de dos años. Ni para cocinar, ni para calentar el agua, ni para nada. Prácticamente, la vida a oscuras.
Adquirieron las viviendas, propiedad de un banco en 2018, entonces las viviendas no tenían luz pero les aseguraron que en cuestión de tres meses el problema estaría solucionado. “Llegamos a pagar 3.000 euros por familia para conseguir la conexión, seguimos esperando”, relatan. La burocracia esta haciendo que estas familias se las tengan que apañar para vivir día a día.
Un expediente bloqueado
El expediente que les falta esta bloqueado. No hay una empresa adjudicataria que lo pueda tramitar. La única manera de desbloquear ese expediente es que Industria licite el contrato para adjudicarlo a una empresa, algo que de momento no ha sucedido. Hasta en tres ocasiones han solicitado a Iberdrola que les facilite una conexión auxiliar de obra mientras se soluciona el problema, pero las tres veces se lo han denegado.
Mientras todo esto llega han tenido que invertir grandes cantidades de dinero en placas solares. “He gastado 3.400 euros en placas solares y puedo encender lo mínimo”, asegura Susana, otra de las vecinas. Con todos los electrodomésticos sin estrenar, su familia optó por instalar una cocina de gas en el garaje. “Hemos tenido que gastarnos 1.000 euros en un generador eléctrico porque las placas no dan abasto con todo”, lamentan.

Ana tiene tres hijos pequeños a quienes muchos días tiene que apagarles la televisión. “O ven la tele o enciendo la luz para cocinar”, nos cuenta desesperada. La lavadora tan solo pueden encenderla si hace sol. “Ayer estaba nublado y no pudimos lavar, hoy hace sol y he puesto tres lavadoras, mañana ninguna”, asegura.
Saben que llega el invierno y no quieren pasar otro más sin luz. “Es que ni la calefacción podemos encender”, lamenta Ana. Sus hijos reconoce que hay noches que han tenido que dormir con batín e incluso han tenido que irse a casa de los abuelos a dormir. “Pagamos nuestras hipotecas, son nuestras casas pero no podemos vivir así. Ni calentar un biberón podemos”.