Dos hermanas ucranianas, separadas de niñas, se reencuentran 20 años después en España

Cuando murió su madre, Angélica se quedó con sus tíos paternos y Tatiana fue adoptada por una familia de Cataluña
Hace tres años contactaron por primera vez gracias a Facebook
Tatiana ha recibido a su hermana Angélica en Girona como refugiada de guerra
Tatiana, 25 años, y Angélica, 24, tenían seis y cinco años cuando las separaron. Habían nacido en Ucrania de la misma madre pero cada una de un padre diferente. Dos décadas después han podido reencontrarse en España. Tatiana, que vive en Girona, recibía hace cinco días a su hermana Angélica, que ha llegado desde Ucrania como refugiada de guerra.
Pero empecemos esta historia desde el principio, porque el drama de estas hermanas empezó nada más nacer. Desde bebés estuvieron marcadas por una madre ausente. Sus primeros años de vida estuvieron practicamente solas en una vivienda de Nueva Odesa. Nadie se ocupaba de ellas, lo único que tenían era la una a la otra.
Al morir su madre y su abuela, Angélica se quedó en Ucrania con unos tíos paternos que la acogieron, mientras que Tatiana acabó en un internado de niños huérfanos, con la suerte de que cuando tenía ocho años una familia de Cataluña la adoptó.
Ya en España, Tatiana olvidó por completo el ucraniano para dejar su pasado atrás. "Quise olvidar lo que había vivido en Ucrania", reconoce. Durante mucho tiempo intentó contactar por redes sociales con su hermana, pero no lo consiguió. Fue, finalmente, Angélica la que encontró a Tatiana en 2019 a través de Facebook. "Me mandó un mensaje diciéndome que buscaba a su hermana de Ucrania y me preguntaba si era yo", cuenta Tatiana.
A partir de entonces las dos hermanas iniciaron una relación gracias al traductor de google, porque ni una sabía ucraniano ni la otra español. Cuando por primera vez se vieron cara a cara por Skipe no pudieron dejar de llorar. Poco a poco, hablando cada día, entablaron una relación de hermanas a distancia.
Y así hasta la invasión de Rusia a Ucrania. Fue Tatiana la que alertó a Angélica de la tragedia que estaba por llegar. "Cuando empecé a oír lo que estaba pasando en Ucrania, le dije: 'Prepárate porque no sabemos lo que puede ocurrir", recuerda.
A partir de ahí los días fueron cada vez más angustiosos. Angélica le contaba a Tatiana el horror de las bombas y el miedo a las sirenas. "Le dije que se podía venir a España, pero al principio se negó por miedo y por lo complicado que era llegar hasta Polonia. Al final, con la ayuda de mi madre, la hemos podido traer hasta aquí", asegura.
Llevaban desde pequeñas soñando con este reencuentro. Pero lo que no podían imaginar es que su primer abrazo se lo darían debido a una guerra. "Ahora seguimos hablando gracias al bendito traductor de google, con señales, repitiendo mucho palabras en español", cuenta Tatiana.
Les queda un futuro por delante. Angélica ya está empadronada en casa de Tatiana y pronto tendrá un permiso de trabajo. Su idea es volver a Ucrania, donde está prometida con su novio desde hace tres años, o traerse a su familia a España. "Después de encontrarla, va a ser imposible separarnos", asegura Tatiana.