Dudas del confinamiento: la diferencia entre fecha de caducidad y consumo preferente de los alimentos

El nutricionista Felipe del Valle recomienda realizar una compra "segura, sostenible, inteligente y saludable"
Los yogures y productos lácteos tienen fecha de consumo preferente, asegura el experto
"Los alimentos frescos estén o no envasados se recomienda que se consuman antes de la fecha de caducidad"
El coronavirus ha cambiado sustancialmente la cesta de la compra de los españoles. Tras la declaración del estado de alarma por el coronavirus, decretado el 14 de marzo, y el confinamiento obligado para frenar la expansión del COVID-19, la compra de bienes de primera necesidad aumentó hasta un 25%, según la consultora Kantar.
Durante los primeros días de confinamiento se vivió una afluencia en tromba de clientes a las tiendas y compras masivas, movidos en algunos casos por la necesidad de abastecerse como consecuencia de los cierres de los colegios y de la nueva rutina de teletrabajo, y en otros, por un temor injustificado al desabastecimiento. Esta situación ha disparado también el número de pedidos online.
Ahora en época de confinamiento donde tenemos limitadas las salidas, conviene seguir una serie de recomendaciones para realizar una compra "de forma segura, sostenible, inteligente y por supuesto saludable", asegura Felipe del Valle Pascual, nutricionista del Sevilla Fútbol Club y de la Unidad Integral de Obesidad de Quirónsalud Sagrado Corazón.

Según asegura, "antes de nada, debemos ir organizado la compra con una lista en función de las comidas que hayamos planificado realizar. De esta forma evitaremos compras innecesarias, y ajustaremos mucho mejor nuestra compra a la realidad".
Fecha de caducidad y consumo preferente
El experto nutricionista señala que conviene diferenciar dos conceptos diferentes:
- La fecha de caducidad, que indica cuándo un alimento deja de ser seguro para el consumo desde el punto de vista sanitario. "A partir de esa fecha el producto no se debe ingerir", recalca.
- "La fecha de consumo preferente -precisa- indica hasta qué fecha el alimento mantiene intactas sus propiedades, siempre y cuando el envase no se haya abierto. A partir de esa fecha, el producto empieza a perder algunas de sus cualidades físicas, pero su consumo sigue siendo seguro".
Felipe del Valle advierte, además, que, en la rotación de productos en los supermercados, colocan los productos con mayor fecha atrás. "Es decir, si prevemos que el consumo de ese producto no va a ser pronto, debemos fijarnos en la fecha y quizás atrás haya productos con mayor fecha".
Así, por ejemplo, según indica, los yogures y varios productos lácteos tienen fecha de consumo preferente. "No suele ser una fecha corta, pero tampoco excesivamente larga. Conviene que calculemos nuestro consumo para ajustarnos".

Igualmente, afirma que "los alimentos frescos estén o no envasados se recomienda que se consuman antes de la fecha de caducidad". "Sino se prevé su consumo antes de esa fecha lo ideal para conservar el producto será congelarlo por debajo de -16ºC. Cuando lo vayamos a consumir lo ideal es descongelarlo en refrigeración entre 4-24 horas en función del producto, de esta forma no sufrirá cambios bruscos de temperatura y conservaremos mucho mejor el producto".
Las legumbres envasadas, latas de conserva y encurtidos son buenos aliados, sabiéndolos elegir, son saludables y muy poco perecederos. Por otro lado, Felipe del Valle destaca que para no bajar el consumo de pescados, "se pueden comprar congelados o frescos, limpios para congelar sino lo consumimos en el día".
Consumo de fibra y proteínas
A su juicio, "en estos momentos es importante aumentar tanto el consumo de fibra con cereales integrales, arroces integrales, como el consumo de proteínas, con carnes, huevos, pescados, ya que tienen mayor efecto saciante".Del mismo modo, deben abundar los alimentos frescos o mínimamente procesados, como las frutas, verduras o frutos secos.
El nutricionista aconseja que además de las medidas higiénicas que tomamos en el supermercado, "es importante que cuando lleguemos a casa, lavemos, desinfectemos, enjuaguemos, aquellos alimentos o productos que hayan estado expuestos".
Ejercicio físico
"No debemos de olvidar realizar ejercicio físico", enfatiza Felipe del Valle. "Ya que por estar limitados nuestros movimientos diarios, baja considerablemente nuestro gasto calórico a consecuencia de bajar el NEAT (non-exercise activity thermogenesis), es decir todo el gasto calórico que realizábamos en nuestro día a día sin contemplar el ejercicio físico. Por ello juega un papel fundamental para no ganar peso en estas fechas"
Aprovecha las sobras
Por su parte, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomienda que más allá de los grandes clásicos de la cocina de aprovechamiento, los purés, torrijas, croquetas... hay otras opciones para evitar tirar la comida, incluso los restos que normalmente desechamos.
Unas peladuras de las patatas bien lavadas se pueden transformar en chips, haciéndolas en el horno untado con un poco de aceite y especias.
Con los restos de las verduras se puede hacer un caldo para añadir a sopas y guisos (por ejemplo con las vainas de habas o guisantes, las hojas exteriores de las lechugas…).
Los restos de una pasta sirven para hacer fritada, una especie de tortilla de pasta típica de Italia.
Planea una cena original, a ropa vieja se hace con las sobras del cocido, las fajitas con sobras de filetes o pollo, ya cocinados o hechos a la plancha…
Solo hace falta un poco de imaginación y algo más de tiempo: es el momento.