El mejor ‘profe’ de secundaria: “Uso YouTube para enseñar y al principio en el pueblo no lo entendían”

Finalista del Global Teacher Prize 2020, este año Pérez Moreno ha sido galardonado mejor profesor de secundaria por los premios Educa Abanca
Docente de Física y Química, lleva años enseñando a sus alumnos a través de las nuevas tecnologías
Antonio Pérez Moreno (1969, Villamartín, Cádiz) lleva años enseñando Física y Química a sus alumnos de secundaria a través de su canal de YouTube (AntonioProfe), con casi 70.000 suscriptores. Allí ha colgado todas las explicaciones y los ejercicios más importantes del temario de cada curso en el orden en el que aparecen en los libros de texto. Profesor de Física y Química en el IES Sierra Luna de Los Barrios (Cádiz) desde hace 14 años, siempre ha querido hacer cosas distintas. "Con las metodologías tradicionales llegas hasta un punto y es difícil avanzar, por eso utilizo las nuevas tecnologías", reconoce.
Todo comenzó hace ocho años, cuando puso en marcha su primer canal, Ciencia solidaria, para que los alumnos pudiesen hacer las prácticas desde casa después de que desmantelasen los laboratorios en los institutos. "Como vi que aquello funcionaba, porque es una inyección de motivación para el alumnado esto de salir en las redes al mismo tiempo que hacer ciencia, decidí que podía también impartir teoría con este método". En el verano de 2018 se encerró y se puso a grabar vídeos sin parar. En total, 60. Desde entonces, ha ido completando el temario y el canal cuenta ya con más de 500.
Finalista del Global Teacher Prize 2020, este año Pérez Moreno ha sido galardonado mejor profesor de secundaria por los premios Educa Abanca.
Pregunta. ¿Cómo es la dinámica de sus clases y cómo las combina con sus vídeos en Youtube?
Respuesta. En clase a mis alumnos les digo: "Para mañana tenéis que ver el vídeo del tema tres, vídeo uno en casa". Son vídeos cortitos donde resumo las ideas más importantes de cada tema. Y lo pueden ver una vez, dos veces… 10 veces. Cuando vienen a clase al día siguiente, todos están más o menos nivelados. En el aula nos dedicamos a resolver dudas y hacer ejercicios o a charlar de un tema de actualidad que tenga que ver con la ciencia.
P. Es una forma completamente diferente de enseñar.
R. Es un cambio radical. Cuando empecé con esto, muchas familias del pueblo no lo entendían. Decían: "El maestro de Física y Química no explica". Pero cuando empezaron a salir los resultados de los primeros exámenes, mucho mejores, la gente, y también los alumnos, lo fueron comprendiendo. El vídeo lo pongo en una plataforma para controlar que todos los alumnos lo ven. La idea es que el tiempo de clase lo dediquemos a la parte más compleja del proceso de enseñanza, que es aplicar lo que has aprendido en un ejercicio, que hacemos entre todos.
P. ¿Consigue que se enganchen más sus alumnos así?
R. Sí, de hecho lo que principalmente se consigue con esta metodología es motivación. Lo notas en alumnos con problemas de aprendizaje o de comportamiento. Llegas un día y te dicen: "Maestro, qué chulo es estudiar con el móvil". Las nuevas tecnologías, enganchan. Es el lenguaje del alumnado del siglo XXI. Tenemos que hablar a los alumnos en su idioma. Y su idioma son las redes sociales y los canales de vídeo. Yo me he hecho hasta una cuenta de Tik-tok y mis alumnos, encantados. Esto funciona. Cuando has conseguido motivar al alumnado, lo demás es mucho más fácil.
P. Habrá alumnos aun así muy complicados de motivar.
R. Sí, esta metodología no es la panacea. Siempre les digo que si no les gusta el tema de los vídeos, tenemos el libro de texto. De hecho, mis vídeos están basados, sin salirme ni una coma, de lo que dice la normativa que tengo que explicar. Pero hay alumnado, que por mucho que tú quieras motivarlos, no quieren estar en la escuela.
P. ¿Y usted, qué haría con ellos?
R. Hay estudiantes que lo que quieren es aprender un oficio y no se lo estamos ofreciendo. La FP Básica (para aquellos que no finalizan la ESO) lo que consigue es meter a todos los 'malotes', como dicen ahora los niños, juntos y ya ahí nadie aprender nada, porque eso es una bomba. Ningún político se atreve a decir que hay un porcentaje del alumnado que tiene muy claro que no quiere estar aquí. Hay que hacer una FP de verdad con equipamiento para alumnos de 14 años. Como la FP más barata de montar es de Administrativo, se montan esos ciclos de FP básica por todos lados, cuando el alumnado problemático precisamente lo que no quiere es estar sentado y ser administrativo. Lo que quiere es apretar tornillos y arreglar una moto o ser carpintero o fontanero. Pero para montar esos ciclos hay que montar un taller y eso implica gastar dinero. Se hacen las cosas a medias. Queremos que todos sean iguales, que los seremos frente a muchas cosas, pero hay alumnos que necesitan algo más que una FP Básica, que ahora es un saco en el que metes a todos los alumnos disruptivos.
P. ¿Qué le parecen las últimas medidas aprobadas para poder pasar de curso en la ESO independientemente de las asignaturas suspensas o de que no haya exámenes de recuperación en junio y septiembre?
R. Lo de los exámenes de recuperación, me parecen bien. Los que llevamos muchos años dando clases vemos que en secundaria el alumnado de la ESO que se presenta a la recuperación de 10 asignaturas sale con 10 supensas. Es decir, no funciona. Pero lo de pasar de curso con cualquier número de asignaturas suspensas si el equipo educativo lo decide va a generar un montón de problemas increíbles.
P. ¿En qué sentido?
R. El primer problema, por la desigualdad. Dentro de un mismo centro habrá equipos educativos que promocionen a alumnos con cinco suspensos y dejen repetir a estudiantes con dos. Imagínate los padres. Nos vamos a cargar a los equipos directivos, que bastante quemados están ya. Si además vamos a otorgar el título de la ESO con un número indefinido de suspensos, no van a tener ningún valor. A ver dónde va un alumno con un título con cinco supensos de tercero; tres, de cuarto; dos, de segundo... ¿Cómo le va a dar la nota media para entrar en un ciclo de FP? Me parece un disparate.
P. Algunos defienden que esto de dejar pasar de curso a alumnos con asignaturas suspensas ya lo hacen los claustros de profesores en las reuniones de evaluación.
R. Sí, pero en casos muy puntuales. A veces le quedaban tres, y se le aprobaba una, para que pasase con dos. El problema es que esto va a ser ahora la norma. Y cuando tú a un alumno le dices que puede promocionar con dos o con tres suspensos, un porcentaje deja de estudiar Matemáticas o Física y Química desde el 1 de septiembre. Cuando al alumnado le pides 10, te da cinco. Y si le pides cinco, te da dos.
P. Otra de las intenciones del ministerio es dejar paso a una educación más competencial y menos enciclopédica. ¿Qué le parece?
R. Aquí estoy totalmente de acuerdo. Los temarios de determinadas materias son muy amplios, inabordables. Soy partidario de reducir los contenidos y trabajarlos durante más tiempo de forma que los conceptos importantes se queden y se pueda ir avanzando. Yo ya no pongo teoría desde hace años en los exámenes. Lo importante es entender, de memoria, nada.
P. Y ¿qué se puede hacer?
R. Yo lo que haría es reducir el número de materias. Ahora está de moda crear todos los años una asignatura nueva. Si un contenido nuevo es muy importante, habrá que meterlo dento de otra asignatura afín. Es una locura que con 12 años un niño tenga 12 profesores distintos. A lo mejor Ciudadanía se puede meter dentro de Historia, de Ciencias Sociales, de Filosofía... Al tener menos profesores se consigue que estos docentes estén más horas con los mismos alumnos y los pueda antender mejor.
P. Ya para terminar. Dígame, ¿qué es lo mejor de ser profesor?
R. Cuando años después te encuentres con alumnos que te dicen: "Antonio, gracias a ti estudié tal sitio y estoy trabajando en tal otro y me va de maravilla". U otras veces que estás en el aula explicando algo y ves las caritas de los niños mirándote como diciendo: "¡Antonio, qué chulo!". Esos momentos son impagables. La huella que dejas en el alumnado y la huella que ellos dejan en ti.