Campamentos de verano: a la espera de lo que diga Sanidad para ponerlos en marcha


El Instituto de la Juventud ha elaborado un borrador en el que propone que se mantenga el distanciamiento a la hora de pernoctar y comer y que el aforo no supere los 300 participantes
A un mes de que empiecen las vacaciones, todavía es una incógnita si se podrán organizar campamentos de verano o no. Por ahora, lo único que hay sobre la mesa es un borrador de desescalada y vuelta a la normalidad en actividades de tiempo libre de los menores y jóvenes, elaborado por el Instituto de Juventud (Injuve) para la realización de estos campamentos. Pero es el comité de expertos del Ministerio de Sanidad el que tiene la última palabra: dar luz verde a este borrador o modificarlo. Y, por ahora, nada se sabe.
En este borrador del Injuve se proponen medidas como que se mantenga el distanciamiento entre las personas a la hora de pernoctar y comer (para los campamentos en espacios cerrados, está por determinar), que el aforo no supere los 300 participantes o que los grupos no superen las 10 personas a la hora de hacer actividades.
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Nada se dice de realizar pruebas de PCR o de anticuerpos a los participantes. "Ese es un tema muy complicado. ¿Cuándo haces la prueba? ¿Cuándo los niños se van a subir al autobús? ¿Y si da positivo, lo retiras delante de todos? Además, necesitamos un equipo que las haga", apunta Julio Martínez, del Colectivo Nacional de Campamentos de Verano, que representa a más de 500 empresas del sector.
"Lo que nos gustaría que nos aclarasen es que sucedería en el caso de que se detecte un contagio dentro del campamento, qué es lo que tenemos que hacer. Nosotros propones varias vías. Entre ellas, que el niño y todo su grupo regresen a casa para que pasar la cuarentena. Eso sería una buena solución, pero al final es Sanidad la que tiene que decidirlo", añade Julio Martínez.
Víctor Molero, fundador de la empresa madrileña Aventurama, que organiza campamentos de multiaventura, artísticos y de inglés en Cuenca, asegura que son muchas las familias que les llaman cada día para saber si habrá o no campamento pero que nos saben qué responderles. "Todo el mundo se está preparando para lo que pueda pasar, pero no han dado luz verde y por mucho que a mí me duela, no hay certeza de que se puedan realizar los campamentos". Y añade: "Esperanzas hay. Sobre todo desde que el presidente Pedro Sánchez anunció que el 1 de julio se reactivaba el turismo internacional. Entendemos, entonces, que este tipo de actividades también se podrán realizar, aunque nos pongan restricciones por tratarse de menores".
El desconcierto afecta también a las academias que organizan campamentos de verano urbanos. Muchas de ellas se aferran a lo que dice el Boletín Oficial del Estado sobre la apertura de academias en Fase 2: pueden abrir pero siempre que no superen un 30% de su aforo. "Al final estamos un poco indefensos. Estamos tomando las medidas publicadas en el BOE para centros educativos pero no está claro que eso es lo que haya que hacer o lo que no", asegura Marina Molares, directora y cofundadora de la La Casita de Inglés, con 10 centros repartidos entre Barcelona y Madrid
"Haremos nuestros test a nuestros profesores. A los niños les tomaremos la temperatura y haremos que estén lo más separados posible. También limpiaremos continuamente las aulas, pero falta un protocolo para saber lo que hay que hacer”, señala Marina Morales.
La multinacional catalana Kids and US ofrece para este verano 20.000 plazas para participar en alguno de sus campamentos de verano. "La oferta se ha diseñado siguiendo en todo momento la normativa vigente en términos de seguridad e higiene en cada comunidad autónoma", señalan fuentes de esta empresa. En las últimas semanas, la empresa asegura que ha estado trabajando para definir los protocolos en limpieza y desinfección, en el mantenimiento de las distancias, en el uso de materiales, en necesidades de los profesores y personal de soporte, en la dinámica de entradas y salidas o en las condiciones de inscripción, cumpliendo las recomendaciones oficiales de seguridad del covid-19.
En cualquier caso, el Colectivo Nacional de Campamentos de Verano, propone a las administraciones su propio borrador como guía para que se mantengan las condiciones de seguridad y de higiene de cara al covid-19. Entre ellas, que los padres de los menores que participen en alguna de sus actividades firmen una declaración en la que aseguren que su hijo no ha tenido ninguno de los síntomas más frecuentes del covid-19 como tos, fiebre, cansancio o falta de aire los 14 días previos a que entre en el campamento. Los progenitores tendrán que corroborar, además, que los menores tampoco han estado en contacto con nadie que haya sufrido estos síntomas durante ese tiempo.
En el caso que durante el trascurso de la actividad se detecte un caso de contagio en la unidad familiar de un participante, el borrador de este colectivo recoge que tendrán que comunicarlo a la empresa organizadora y esta a los servicios sanitarios para seguir el procedimiento adecuado. Además, durante el tiempo que transcurra el campamento, las organizadores de los campamentos deberán tomar la temperatura de los menores mañana y noche.
En cuanto al aforo, el Colectivo de Campamentos de Verano establece que "al realizarse en espacios abiertos y de acceso controlado, dando un criterio de hermetismo a los mismos, consideramos que no es necesario regular los aforos o la distancia en comedores o habitaciones. La aplicación de los protocolos de vigilancia de la salud, previo y durante la actividad, tampoco nos hacen pensar que haya que tener una disminución del número de participantes o un distanciamiento físico entre ellos durante las actividades".