Los padres de la escuela pública piden que no haya deberes en las vacaciones de Navidad

La CEAPA lanza la campaña 'Stop Deberes' en la que pide que los alumnos no tengan que hacer tareas escolares
Comienzan las vacaciones escolares de Navidad y muchos son los que traen las mochilas cargadas de deberes. Sus padres descansan, pero ellos, no. El ritmo no para. Ejercicios de matemáticas, de inglés, temas interminables de sociales o de naturales que hay que aprenderse para un examen que los profesores han programado para justo después de las vacaciones.
Ante esto, las familias de la escuela pública vuelven a plantar batalla. Un año más, y van tres, la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA) lanza la campaña Stop Deberes, con la que recuerda que "en la escuela falta una asignatura, el tiempo libre del alumnado". Un derecho que el colectivo llama a defender y respetar "con unas vacaciones libres de tareas escolares en Navidad, pero también en el día a día lectivo".
Esta iniciativa de CEAPA (que aglutina a 12.000 asociaciones de madres y padres) nació en 2016 ante las numerosas quejas que recibían de las ampas debido a la gran cantidad de tareas escolares. "Es una práctica obsoleta que roba tiempo de ocio a la infancia y compromete la conciliación familiar, ya que no todas las familias disponen de tiempo para supervisar el trabajo fuera del colegio", lamenta la confederación.
La CEAPA denuncia que en la etapa de infantil la jornada pueda llegar a superar las 65 horas a la semana por tareas escolares: "La sociedad impone a los menores lo que no toleramos como adultos sin reflexionar sobre sus posibles consecuencias".
Según la CEAPA, "lejos de relacionarse con el éxito escolar, las tareas escolares representan, en gran medida, el fracaso de un sistema educativo que sobrecarga de deberes para intentar afianzar aprendizajes que no se están alcanzando adecuadamente en la escuela. Por eso abogamos para que la enseñanza y el aprendizaje se imparta dentro del horario escolar".
"Los deberes forman parte de la herencia dañina de un método pedagógico obsoleto basado en la memorización y en la repetición de contenidos, con lo que no contribuyen a fomentar el desarrollo integral de la persona", defiende la presidenta del colectivo, Leticia Cardenal.
Además, apuntan, que las tareas escolares provocan mayores desigualdades sociales, ya que el contexto socioeconómico y cultural de las familias condiciona que los estudiantes ejecuten mejor o peor sus tareas. "Mientras algunas familias pueden dedicarles tiempo, recurrir a clases particulares o academias, otras carecen del nivel educativo y dinero para poder pagar esos apoyos", explica Cardenal. "Cuantos más hogares sientan la necesidad de recurrir a docentes particulares, más estará fracasando el sistema educativo reglado en el objetivo de garantizar la igualdad de oportunidades", critica.
CEAPA defiende que los menores aprendan cuáles son sus obligaciones y las asuman pero, explica, que "los deberes no son la herramienta idónea para este propósito, sobre todo, si se tiene en cuenta que la infancia necesita tiempo para realizar actividades deportivas, culturales o de esparcimiento, que también contribuyen a su desarrollo personal".