La ingeniosa iniciativa de un colegio contra la prohibición de las extraescolares en Cataluña

La Escola del Mar de Barcelona ha organizado un programa lleno de actividades al que se han apuntado el 60% de los alumnos
La iniciativa facilita la conciliación laboral, ha dado trabajo a 23 monitores y sirve de inspiración para otras escuelas que se plantean copiar el modelo
La Generalitat prohíbe las actividades extraescolares no organizadas por las escuelas o que no mantienen los 'grupos burbuja'
Gimnasios cerrados, polideportivos vacíos, canchas de básquet sin partidos y patios sin niños y niñas jugando: es el resultado de las restricciones aprobadas por el PROCICAT y aplicadas en Cataluña para frenar la segunda ola del coronavirus. Por ellas, son muchas las escuelas, centros y entidades que han tenido que suspender sus extraescolares. No es el caso, sin embargo, de la Escola del Mar de Barcelona, que ha tirado de ingenio para solventar el impacto de la prohibición de este tipo de actividades.
En un tiempo récord de 48h, el colegio ha organizado el programa COVISPORT. Una oferta temporal (hasta que las extraescolares vuelvan a funcionar) cuya "motivación es clara: que los niños no se queden sin hacer actividad física", en palabras de Joan Carles, miembro de la Comisión de Extraescolares y padre del colegio. La iniciativa busca que los alumnos y alumnas no se queden sin hacer actividad física para proteger la salud infantil, pero también para amparar a los padres que no tenían dónde dejar a sus hijos en horas de trabajo.
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La Comisión de Extraescolares puso en marcha el programa el lunes 9 de noviembre y, en una semana, la respuesta del alumnado ha sido contundente: el 61% de todos los estudiantes del centro se han apuntado a las extraescolares. "Me gusta el COVISPORT porque puedo hacer deporte con mis amigos del grupo burbuja", explica Martina, de 10 años, en referencia a los requisitos impuestos por la Generalitat: solo permite este tipo de actividades organizadas en el interior de los colegios y si mantiene el mismo grupo que el conformado en clase.
Martina se ha sumado a muchos compañeros que prefieren hacer alguna extraescolar antes que quedarse en casa. Aquí, disfrutan practicando actividades muy variadas: desde hacer malabares o saltar hasta jugar con raquetas y hacer equilibrio. "El lunes hice fútbol y el martes, circo", confiesa la alumna. De hecho, el éxito del proyecto se debe, principalmente, a que los alumnos están separados en estos grupos burbujas y cumplen con las medidas de seguridad en todo momento, según indican los responsables.
Una fórmula que entretiene, alivia y genera empleo
En COVISPORT, no sólo salen ganando los niños. Para Francisco, el padre de Martina, el proyecto ha supuesto una oportunidad que no podían dejar escapar: "El hecho de que, de golpe, nos quedemos sin actividad deportiva les privaba a ellos de poder hacer ejercicio y desahogarse, y esta era una oportunidad fantástica". Antes de que la Generalitat aplicara la actual normativa (que podría relajar a partir del 23 de noviembre), Martina y su hermano hacían música e inglés, pero con las restricciones todo cambió y las clases pasaron a ser 'online' y muchas familias se vieron en la misma situación que la de este hogar barcelonés.
Francisco es profesor de universidad y teletrabajar con los niños en casa era complicado, lamenta. "Las extraescolares lo que tienen es que, cuando el niño acaba su horario escolar, continúan en el mismo lugar desarrollando la actividad, lo que permite a los padres tener margen para poder acabar el trabajo", según explica, y concluye aliviado: "Es más conciliador". "Las familias con problemas de conciliación laboral tenían que plantearse qué hacer con ellos", señala Joan Carles, que solo ve beneficios en la iniciativa, ya que, orgulloso, explica que esta ha evitado, además, que muchos monitores se quedaran sin trabajo.

Un éxito 'contagioso'
Al colectivo de niños y padres beneficiados por la iniciativa, se suman los 15 monitores que se iban a quedar parados al suspender las extraescolares y que, ahora, tienen trabajo. Incluso se han incorporado ocho monitores más debido al incremento de los grupos por la necesidad de conformar grupos burbuja para facilitar la trazabilidad del virus en caso de detectar un positivo. Cada sesión extraescolar cuesta 6’5€ y esto permite asegurar el sueldo de los trabajadores. "No sólo hemos garantizado el salario de los monitores que teníamos, sino que hemos generado empleo para otros, es brutal", explica Joan Carles.
Aunque la escuela prevé que el proyecto no durará mucho (está a la espera de que el Govern decida si las extraescolares vuelven o no a la normalidad), la iniciativa está teniendo tanto éxito que algunas escuelas se están planteando copiar el modelo. Incluso el Consorci d'Educació ha apoyado y felicitado a COVISPORT, una alternativa ingeniosa para tiempos complejos en los hogares catalanes.