Día Internacional contra el Bullying: el acoso se adapta a la pandemia con el "¡no os acerquéis, tiene el virus!"

El 2 de mayo se celebra el Día Internacional contra el Acoso Escolar; en España, uno de cada cinco alumnos lo sufre, uno de cada tres en Euskadi
"Bendicen el virus por no tener que ir al colegio porque a clase van a sufrir", lamentan las asociaciones
Consejos para combatirlo: el truco de 'las tres C' para identificarlo y hablar de ello para que se atrevan a reconocerlo
"¡No os acerquéis, no le toquéis, que tiene el virus!". La pandemia puede generar otras formas de acoso que "ya estamos viendo", según lamentan algunas entidades contra la violencia escolar lamentan. El bullying se abre camino también entre la crisis sanitaria de la covid-19 y "no es extraño", reconoce Carmen Cabestany, presidenta de la asociación NACE (No al Acoso Escolar): "Es lo que se ha hecho siempre, aislar y no relacionarse con personas portadoras de un virus o de enfermedades como la lepra".
Aun así, los niños que lo sufren han bendecido la pandemia, refugiados físicamente en casa a pesar de los costes psicológicos y emocionales de no poder salir a jugar o a relacionarse con otros niños. "Se sienten protegidos en casa, bendicen el virus por no tener que ir al colegio porque al colegio van a sufrir, van al infierno, dicen". En este sentido, prefieren "mil veces" estar encerrados en casa que tener que ir a clase, donde están "encerrados y maltratados", agrega la profesora.
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Uno de cada cinco escolares sufren bullying en España y, de ellos, solo el 15% se atreve a contarlo a sus padres o profesores. Lo desvela un estudio de Totto y la comunidad Educar es Todo, en el que también ha colaborado la asociación que Cabestany preside. Los centros con peores cifras son los del País Vasco, donde uno de cada tres alumnos aseguran haber sufrido acoso. "Uno de cada tres, cuando el río suena...", ironiza, temiendo que puedan ser más; se aconsejó a los niños responder sin la presencia de sus padres porque, en aquellos casos que no lo hicieran, pueden no haber sido sinceros.
"Algo está pasando en el País Vasco, espero que llegue a sus gestores educativos porque, tras hablar con la administración de allí, lo niegan e inciden en que tienen buenos protocolos para evitarlo", insiste Cabestany.

Cómo identificarlo: el truco de 'las tres C'
El primer paso para combatir el bullying es identificarlo, también el más complicado. Además de pedir ir al baño justo al volver del recreo para evitar encontrarse con sus acosadores en él, no querer salir a la pizarra para no exponerse o buscar la protección del maestro, los menores que lo sufren lo expresan de otras formas. La experta recomienda seguir el truco de 'las tres C': Cuerpo, Cambios y Campana (o hacer novillos).
"El cuerpo de un niño acosado está encogido, no quiere mostrarse, siempre mira al suelo con la cabeza gacha y lo hace con la mirada triste, sin brillo", describe la presidenta de NACE, que añade que "también puede arrastrar los pies". Asimismo, tratan de vestirse con muchas ropa para cubrirse y "no ver ni ser visto".
Por otro lado, el menor que recibe acoso acostumbra a empeorar su rendimiento académico, tienen cambios de humor y de carácter y los expresa, sobre todo, en casa: gritan, dan portazos, puñetazos en la mesa... "hacen todo lo que no pueden hacer en el colegio". También deja de comer o comen "angustiosamente". Incluso tiene alteraciones en el ritmo del sueño, le cuesta dormirse, tiene pesadillas o se despierta muy temprano o muy angustiado", enumera la profesora.
Otro año más. Un 2 de mayo más. Otro Día Internacional contra el acoso escolar sin resolver el problema del acoso escolar. ¿Cuántos años más tendrán que pasar? ¿Cuántos niños más tendrán que morir o quedar dañados? ¿Cuántas familias más han de quedar destrozadas? (Abrimos hilo) pic.twitter.com/hjWA8YiceP
— NACE No Al Acoso Escolar (@No_AcosoEscolar) 2 de mayo de 2021
Por último, pueden hacer campana o novillos. El absentismo escolar, ese "no quiero ir al colegio", también puede revelar que hay un acoso detrás, cuya gravedad depende de la intensidad y de la duración: "Un acoso de larga duración y de alta intensidad es una condena".
No son "cosas de niños"
Tras identificarlo, "hay que trabajar la salud emocional y hablar de ello", incide la experta, para la que "si los adultos no hablan, es lógico que los niños no reconozcan que son acosados". "Hay que hablar con ellos, establecer un vínculo emocional y comunicativo, escucharlos cuando nos dicen 'no puedo más, me muero'", añade, refiriéndose a mensajes que ella misma recibe en su móvil de escolares que la entidad atiende: "No nos lo inventamos, está pasando, y una sociedad que permite el maltrato no es una sociedad sana".
En este sentido, reconoce la importancia de estudios como este que ayuden a poner cifras a esta lacra: "Que nos den la cifra de lo que sucede en las aulas de todo el país, queremos saber cuántos suicidios hay, esta semana hemos tenido dos casos de niñas, una en Sevilla y otra en Barcelona, que han intentado suicidarse tomándose pastillas", lamenta, a lo que concluye: "No, no son cosas de niños".