Una investigación de The Wall Street Journal en la que se ha accedido a documentos internos de Facebook está sacando a la luz la doble cara de la compañía fundada por Mark Zuckerberg, la distancia entre su discurso público y la información que maneja en privado.
La última revelación del diario muestra que Facebook sabe desde 3 hace años que Instagram (de la que Facebook es propietaria) resulta dañina para un porcentaje de los adolescentes que lo usan, sobre todo para las chicas. Durante este tiempo, Facebook ha realizado estudios sobre el efecto del uso de Instagram en menores, un público especialmente sensible y protegido, y ha manejado varias conclusiones que fueron comunicadas al propio Zuckerberg.
Facebook prefirió extraer, al menos en su discurso, la conclusión de que Instagram no era dañino para la mayoría de los menores; pero los autores de los informes advirtieron además de dinámicas negativas, como la del Explore de Instagram, que a su juicio ofrece post de diferentes cuentas a los usuarios podía conducirles a contenidos perjudiciales. Los investigadores llegaron a definir como "tormenta perfecta" la serie de factores de esta red social.
Para Instagram, el público joven es fundamental, el 40% de sus usuarios tiene menos de 22 años, según la información aportada por The Wall Street Journal. La compañía ha defendido que lleva tiempo tratando de corregir estas cuestiones, por ejemplo, ofreciendo contenidos diversos a los usuarios que miran de manera reiterada y pueden estar obsesionados con algún tipo asunto.
También se anunció el desarrollo de una versión de la app para menores de 13 años, aunque el proyecto no ha dado en estos meses más señales de avance. La ejecutiva Karina Newton expresado, después de conocerse estas informaciones, el compromiso por cambiar esa "parte de la cultura de Instagram que se centra en la apariencia de la gente".
Sigue sin responderse a la cuestión sobre por qué Facebook ha ocultado las conclusiones de esos estudios que maneja desde hace años sobre Instagram y sólo ha destacado las bondades del tipo de relación social a la que sirve de vehículo.
Las informaciones de The Wall Street Journal vuelven a apuntar a una falta de transparencia en la compañía. En la primera de sus revelaciones, el diario mostró cómo Facebook hace excepciones en sus propias normas para millones de famosos y personas poderosas que les han permitido difundir informaciones falsas o contenidos que perjudicaban derechos de terceras personas. Cualquier otro usuario se habría tomado con las normas de moderación de los contenidos, pero para estas personas con poder y muchos seguidores se creó un trato especial.
También la semana pasada se dio a conocer que Facebook había incumplido su promesa de ofrecer datos para la realización de investigaciones académicas. La información que ha estado suministrando ha sido incompleta de manera sistemática.