Más prácticas en empresas y 'pasarelas' con la Universidad, así será la nueva ley de FP


Docentes de FP critican que las empresas no dispongan de empleados con formación pedagógica para enseñar a los alumnos
Este martes la nueva Ley de Formación Profesional llega al Consejo de Ministros
Facilitará el paso de FP a la universidad y viceversa
Una de las principales novedades de la Ley de Formación Profesional que este martes aprueba el Consejo de Ministros es que el aprendizaje de los alumnos pase por estar en las empresas del sector durante más tiempo haciendo prácticas.
En la actualidad, estas prácticas suponen como máximo entre un 20%-25% de su formación, en FP de grado medio y superior, y solo las realizan en el último trimestre del último curso de los dos que hay. Lo que se pretende ahora es que esa formación en las empresas pueda suponer hasta el 50% y que se hagan desde el primer curso.
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Modelo alemán
La idea es parecerse lo más posible al modelo de FP Dual que existe en Alemania desde hace años, aunque aquí puede costar más conseguirlo. A diferencia del país germano, donde el tejido empresarial lo componen grandes compañías, en España, la mayoría son Pymes. Su tamaño más pequeño ha dificultado en el pasado conseguir su complicidad para que los alumnos hiciesen prácticas en ellas porque no tenían empleados suficientes que pudiesen dedicarse a la formación de estos chicos.
Algunos docentes de FP muestran, además, sus reticencias por este modelo de FP Dual que recoge la ley. "A los profesores no nos gustan que nos impongan el tema de FP Dual. Pensamos que no es un sistema válido. Está copiado del sistema alemán, con un tejido empresarial brutal que aquí no tenemos", defiende Manuel, profesor de FP en el IES El Arenal en Dos Hermanas (Sevilla). "Mi experiencia en otros centros en los que he estado trabajando no me ha gustado porque lo he visto un poco elitista: en una clase de 20 alumnos me pedían a la mitad o incluso menos, y siempre con mejores expedientes…", asegura.
Con la nueva ley, cada alumno tendrá dos tutores, uno, en su centro educativo y otro, en la empresa donde realiza las prácticas, que también les evaluará. "Las personas que les vayan a formar en las empresas no están pedagógicamente preparados, cosa que si tenemos los profesionales de la FP reglada", sostiene Flores.
"Uno de los retos es crear una modalidad dual de calidad", subraya Guillem Salvans, senior project manager de la Fundación Bertelsmann, una entidad dedicada a apoyar la FP Dual desde hace siete años en toda España. "Pare ello sería necesario una retribución para todos los alumnos; una formación en alternancia desde el principio en las empresas y en los centros educativos; que los los tutores de las empresas estuviesen acreditados, y que hubiera un seguimiento del alumno dentro de la empresa".
Contacto entre los centros y las empresas
La idea es que los centros de formación y las compañías estén en permanente contacto para intercambiar conocimiento de lo que requiere en cada momento el mercado.
Otra de las novedades de la norma es la intención de reconocer, mediante un proceso de acreditación de competencias, a los más de 11 millones de trabajadores que no cuentan con ningún título que acredite sus competencias pero sí años de experiencia en funciones concretas en un trabajo.
Para conseguir esa acreditación, es posible que el trabajador tenga que realizar algún módulo que le falte de formación. Los que le van a evaluar son profesores de FP.
Puentes con la Universidad
La ley establece además un sistema mucho más flexible donde se tenderán puentes entre los centros de FP y las facultades. Así, igual que se convalidan asignaturas a un alumno de FP que se matricula en un grado, la idea es que también se pueda hacer al revés: convalidar asignaturas aprobadas en un grado en FP. Más allá, se plantea también que se puedan incluso cursar determinadas asignaturas tanto en las facultades como en los centros que imparten FP.