Padres de colegios concertados: "No pueden cobrarnos la cuota por servicios que no recibimos"


Las familias denuncian que se les siga cobrando la cuota cuando las actividades 'online' que se llevan a cabo no justifican ese pago
Escuelas Católicas asegura que no se están cobrando ni los servicios ni las actividades extraescolares y que las donaciones son voluntarias
Carmen y Manuel han devuelto el recibo del colegio concertado laico al que asisten sus hijas en Madrid. No piensan pagarlo hasta que regresen a clase. Lo hacen por una cuestión económica. Carmen ha dejado de cobrar y los ingresos que entran en casa son ahora un 50% menos. Además, aseguran, los deberes que les han ido mandando hasta ahora a las niñas, en primero y cuarto de primaria, han sido "insuficientes", no más de una hora al día.
"Si pudiéramos seguir pagando tranquilamente el colegio, lo pagaríamos. En cualquier caso, existen muchas deficiencias y el colegio debería mejorar la enseñanza online con toda la tecnología que existe ahora. Cuando pagas un cole, pagas un montón de servicios y ahora estamos recibiendo lo justo y lo necesario", asegura Manuel.
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El colegio al que asisten sus hijas alega que no han hecho ningún ERTE y que la Comunidad de Madrid solo paga a los profesores por 25 horas semanales, cuando trabajan 30. El centro justifica que las familias sigan pagando para el mantenimiento de los sistemas informáticos, para el acceso a los libros digitales (que las familias ya pagaron en su momento) y para que los docentes sigan trabajando desde sus casas. "Aunque los profesores solo se conecten media hora por la mañana y media hora por la tarde", apostilla Manuel. "Yo creo que si hubiera habido un gesto de reducción de cuota, las familias lo hubieran entendido y no habría tantas protestas".
Hace más de un mes que los centros escolares de toda España cerraron sus puertas debido a la pandemia del coronavirus. Los concertados (colegios privados mantenidos con fondos públicos) comunicaron que continuarían cobrando la cuota mensual, salvo los servicios adicionales no prestados. Todo este tiempo han intentado, con mayor o menor fortuna, seguir las clases no presenciales con conexiones online y a través de emails.
A estas alturas, algunos centros han rectificado y han anunciado que devolverán la parte proporcional de las cuotas en marzo. Otros, lo harán en la de abril y otros, mientras dure la pandemia. En algunos colegios las rebajas del cobro se hará en función de la edad de los alumnos y en los menos, según las circunstancias de las familias.
En el colegio al que asiste la hija de Marina y Juan, en Alcalá de Henares (Madrid), la directora mandó un vídeo a las familias el 24 de marzo en el que explicaba que para el mantenimiento del modelo educativo había que seguir pagando la cuota. Devolvían el 55% del comedor y de las actividades extraescolares. En el primer ciclo de infantil (0 a 3 años), completamente privado, han devuelto el 60% del pago. La directora alegaba que mantenían el donativo para poder sostener el proyecto educativo. El colegio ha hecho un ERTE a todo el personal de administración, cocinas y profesores del primer ciclo de infantil.
Con este panorama, muchas de las familias de este centro ha devuelto el recibo del colegio y unas 300 se han organizado para reclamar de manera conjunta al colegio que no les siga cobrando, una exigencia de la que se ha desentendido por ahora el AMPA.
Por ley los centros concertados no deberían cobrar a las familias puesto que ya reciben una subvención de la Administración. Si lo hacen es porque aseguran que con el dinero que reciben del Estado no les alcanza para llegar a fin de mes.
En algunas comunidades, colegios y familias, tratan de llegar a un acuerdo. Es el caso de Cataluña, donde las dos grandes asociaciones de padres de alumnos de centros concertados, la CCAPAC y la FAPEL, han pedido que se estudie cada caso en función de la situación de cada familia para eximirles del pago. Los centros alegan que necesitan ese dinero para aguantar el golpe.
En la comunidad de Madrid, la federación de padres de alumnos Francisco Giner de los Ríos denuncia que las familias no pueden verse obligadas a realizar el pago de estas cuotas. "Estamos viendo como en este periodo de suspensión de clases presenciales diferentes familias están recibiendo en sus bancos los pagos de cuotas por servicios que son imposibles de recibir y hemos de recordar que los docentes son pagados por la administración educativa y no por las cuotas que son remitidas a las familias, por lo tanto, sus salarios y su trabajo están siendo remunerados convenientemente", señalan.
Desde Escuelas Católicas de la Comunidad de Madrid, su responsable de comunicación, Emilio Díaz, responde: "Las cuotas para actividades o servicios complementarios se han dejado de cobrar. Si no hay comedor, no se cobra comedor, si no hay judo, no se cobra judo. Otra cosa distinta son las cuotas por pertenecer a una asociación, que hay que seguir pagándolas. También las aportaciones voluntarias, que libre y voluntariamente se dan a la titularidad de un centro concertado para que los aplique donde crea necesario: una misión en el tercer mundo, un programa inclusivo o mantener ciertos costes que un centro que con el concierto no puede mantener”.
Aún así, la confederación de padres de alumnos católicos Concapa no ha recibido hasta el momento ninguna denuncia interpuesta por alguna familia por el cobro de algo que no se debería cobrar. Su presidente, Pedro José Caballero, asegura que quieren transmitir "serenidad". "Las cuotas extracurriculares no se están cobrando y las aportaciones voluntarias son eso, voluntarias. Es decir, las familias que no estén ingresando nada y consideren que no pueden seguir otorgándola, deben ponerse al habla con los centros explicándoles que no pueden seguir atendiendo esa donación. En principio, no debería haber ningún problema".
Pero lo cierto es que ahora mismo los chats de los padres de muchos colegios concertados están que arden. "Lo que tiene que hacer los colegios es ganarse la cuota que cobran", asegura Orlando, padre de dos alumnos en un colegio religioso concertado de la capital. "Los centros tienen que justificar el cobro de actividades complementarias que es lo que supuestamente hacen: piscina, taller de lengua, ampliación de matemáticas. Que le den la floritura que quieran, pero que justifiquen ese cobro. Tiene que darnos algo a cambio. Yo entiendo que es difícil. Pero si no lo hacen, sería un detalle, por lo menor, prorratear el cobro de alguna manera".