Pere Soler, del Hospital Vall d’Hebron, sobre la vuelta al cole: “El riesgo cero no existe”

El jefe de la Unidad de Infecciones en Pediatría del hospital barcelonés prevé el cierre de escuelas y pide responsabilidad a las familias
El balance entre beneficio y riesgo, clave para el control del curso 2020/2021, que arranca entre el 4 y el 14 de septiembre
Soler insiste en que las actividades extraescolares deberían esperar varias semanas después de la apertura de los centros
Las comunidades autónomas encaran dos y tres semanas clave para para garantizar que la vuelta al cole sea lo más segura posible. Algunas como la de Madrid o Cataluña ya han decidido cómo será el curso 2020/2021 y el Gobierno prevé reunirse con las administraciones para abordarlo. Sin embargo, la comunidad científica advierte de que "el riesgo cero no existe".
El doctor Pere Soler, jefe de la Unidad de Patología Infecciosa de Pediatría del Hospital Vall d'Hebron, asegura que "el retorno a las aulas no es opinable" porque, en la línea de lo expresado por el presidente Pedro Sánchez, los niños deben volver a la escuela. Sin embargo, "no hay ninguna medida que evite el riesgo al 100%", por lo que el secreto de este nuevo curso escolar está en "hacer que el balance entre beneficio y riesgo sea favorable".
De hecho, Soler prevé que cuando este complejo equilibrio se descontrole y derive en una mayor incidencia de la pandemia, se cierren colegios. "La escuela es un reflejo de lo que pasa en la comunidad: si empieza en un contexto de descontrol, habrá casos y se tendrán que cerrar centros".
Las 'escuelas centinelas' y su importancia en el nuevo curso
Una de las soluciones por las que el Ejecutivo de Quim Torra se ha decantado es llevar a cabo un cribado masivo en la comunidad educativa. Los Departaments de Salut y de Educació prevén practicar 500.000 test PCR entre el 15 de septiembre y el 15 de noviembre.
Algo imprescindible, según Soler, para evitar que los estudiantes contagiados pero que no desarrollen síntomas empiecen el curso y pongan en riesgo a toda una escuela. Sin embargo, reconoce que "es imposible hacer un control semanal" e insiste en la importancia de crear 'escuelas centinelas' para avanzarse a posibles situaciones de descontrol.
A ello se han comprometido, las consellerias de Alba Vergés y de Josep Bargalló, que elegirán un centenar de centros donde los técnicos de Salut Pública tendrán una mayor presencia para evaluar el comportamiento del virus entre alumnado y docentes.
La responsabilidad de las familias "debe ir más allá de firmar un papel"
La administración catalana también hará que los colegios tomen la temperatura a sus estudiantes, "una medida poco sensible porque no dará con todos los niños contagiados", según el jefe de la Unidad de Infecciones en Pediatría del Vall d'Hebron, que recuerda que menos del 60% de casos positivos detectados durante la primera ola del virus tuvo fiebre.
Por eso es necesario el compromiso de las familias y su responsabilidad. Soler advierte de la complejidad que tomará la pandemia si los padres envían niños sintomáticos o sospechosos de ser un caso positivo a la escuela en circunstancias de transmisión comunitaria. "Las familias deben ir más allá de firmar un documento", en referencia al papel de autorresponsabilidad que rubricarán de forma voluntaria los padres o tutores legales de los menores que así lo quieran.
Las actividades extraescolares deberían esperar varias semanas
En Cataluña, la vuelta al cole arranca con mascarilla dentro de las clases para los estudiantes a partir de secundaria; también para los mayores de seis años si el centro se encuentra en riesgo de rebrote. También lo hará con 'grupos de convivencia estable' o 'grupos burbuja', "que van a poder permitir tomar decisiones dentro de la escuela" y que "no es una medida perfecta, pero es la mejor que se puede tomar".
Sin embargo, la eficacia de estos grupos burbuja se pierde cuando los menores vuelven a casa con sus hermanos o participan en actividades extraescolares. En este sentido, Soler cree necesario esperar entre dos y cuatro semanas para ver cómo responden los métodos de las escuelas y saber la forma en que los niños deben participar en ellas, "que son también importantes, pero no imprescindibles".
El curso 2020/2021 comienza entre el 4 y el 14 de septiembre en función de la comunidad autónoma. Una carrera contrarreloj puesto que la situación no es tan favorable como se preveía, así que el pediatra prevé nuevas medidas o modificaciones en función del desarrollo de la enfermedad. Y concluye: "Tenemos tres semanas, si nos ponemos las pilas y hacemos este esfuerzo, se puede hacer, aunque no llegaremos como pensábamos en junio".