Qué medidas de seguridad están tomando las guarderías en su apertura

Las dificultades para hacer frente al pago de escolarización o los riesgos que ven algunos padres frena la demanda en las guarderías
Se constituyen grupos estables de convivencia y únicamente se relacionan con sus integrantes
Si un niño da positivo, se aísla durante 14 días a su grupo de convivencia; si son positivos de distintos grupos burbuja, se cierra la guardería dos semanas
Con la llegada del mes de septiembre, muchas guarderías reabren sus puertas y vuelven a atender a niños y niñas de entre 0 y 3 años. Los protocolos de seguridad ya están definidos, aunque los planes de apertura que los distintos departamentos de Educación autonómicos han elaborado están sujetos a cambios según la evolución de la Covid-19.
Al tratarse de un nivel de enseñanza no obligatoria, distintas guarderías han notado los efectos del coronavirus: la demanda ha bajado. Por citar un ejemplo, en la provincia de Girona, en el municipio de Calonge i Sant Antoni, una de sus guarderías recibirá únicamente a 14, aun teniendo capacidad para 74 plazas. Lo cuenta a NIUS su directora, Dolors Navacerrada.
Algunas familias no apuntan a los hijos a la guardería porque no pueden hacer frente al pago de escolarización, o porque prefieren tener en casa a sus descendientes para “limitar sus riesgos”, asegura.
Precisamente, con el objetivo de mitigar esos riesgos, las guarderías también importan algunas de las medidas que se implementan en los colegios y universidades. Entre estas medidas, se contempla la creación de grupos estables de convivencia (también conocidos como grupos burbuja) con una ratio que, en la mayoría de los casos, no supera los 20 alumnos.
Cada grupo estable contará con un adulto de referencia en el aula, que será quien pasará la mayoría de las horas con los niños. Los alumnos tendrán que mantener la distancia de seguridad, y no será necesario que lleven mascarilla. Sin embargo, sí se tiene que llevar cuando ven a otra persona de otro grupo de convivencia. El personal que trabaja en la guardería también deberá llevarla cuando salga del aula o se reúna con el resto de trabajadores. El traspaso de papeles entre el personal o con los niños se limitará mucho.
En cuanto a las entradas y salidas del recinto educativo, se habilitan distintos circuitos que posibilitan entrar y salir. Los padres no podrán entrar al aula de sus hijos, y únicamente el hijo podrá ir acompañado de una persona. Hay que procurar que siempre sea el mismo. Esta persona acompañante tendrá que ponerse gel hidroalcohólico, llevar mascarilla y deberá limpiarse la suela de los zapatos antes de entrar a la guardería o bien ponerse unos plásticos. Habrá, en principio, control de temperatura, pero será indispensable que los padres se la tomen a sus hijos antes de asistir a la guardería.
Los niños deberán tener unos zapatos para usar exclusivamente dentro de la guardería. No podrán salir con ellos fuera del recinto o entrar al centro con los zapatos ya puestos.
Desinfección de espacios y gestión del comedor y dormitorios
A pesar de que se creen grupos de convivencia y los alumnos permanenzcan en un aula uno de los temas más controvertidos es el de los espacios comunes, como son el comedor, el patio o los dormitorios. Para comer y dormir, en algunos centros se propondrá que se coma y duerma en la misma clase donde estarán el resto del día. Además, el patio se sectorizará.
Otra opción existente es que se establezcan turnos en el comedor por grupo estable de convivencia, y se haga una exhaustiva desinfección del espacio entre turnos. Además, se dejan de lado las toallas de manos, y se hará uso de las de papel desechable.
Todos los espacios se desinfectarán frecuentemente y se lavarán los juguetes (aquellos que sí que se puedan desinfectar; los que no, se prescindirá de ellos). Además, los alumnos no podrán traer los suyos propios de casa. Respecto al lavado de sábanas, se realizarán lavadoras de forma más intensiva de lo habitual.
Para los niños que precisen de carrito, los padres deben saber que no podrán manipular en el interior de la guardería.
A todas estas medidas se suma la ventilación, un aspecto clave para evitar la propagación del virus: las aulas se ventilarán, por lo menos, tres veces al día durante unos diez minutos.
¿Qué pasa si un niño da positivo por Covid-19?
El protocolo de actuación y de activación en caso de un positivo por Covid-19 es muy similar al de las escuelas. Una previa importante: si uno de los integrantes de un grupo de convivencia presenta síntomas, no podrá ir a la guardería, del mismo modo que tampoco deberá asistir si son sus padres los que tienen sintomatología asociada al coronavirus.
Si el niño comienza a sentirse mal en la guardería, se le aislará en un habitáculo preciso para ello, con ventilación, acompañado de un adulto (que mantendrá una distancia de seguridad con él) y ambos llevarán mascarilla. Posteriormente, se avisará a su familia para que lo recoja en cuanto puedan.
Cada centro contará, a priori, con un coordinador Covid de referencia, en contacto con los servicios asistenciales de salud. Si un niño da positivo, hay que aislar a todo el grupo de convivencia durante dos semanas. Si hay un positivo en más de un grupo burbuja, se cerrará la guardería y todos harán cuarentena.
La directora del centro situado en Calonge i Sant Antoni (Girona), Dolors Navacerrada, es consciente de que “hay que hacer mucha pedagogía y colaborar mucho con los padres”. Por eso, en su guardería no se harán fiestas habituales, como puede ser la Castañada, una tradición catalana, o algún acto navideño.
Preguntada por la afectación que puede tener en la integración de los niños en la guardería y su capacidad para ganar autonomía, Navacerrada admite que “esta situación ha obligado a parar algunos proyectos educativos que teníamos en mente, que priorizaban la cercanía con el niño”, pero asevera que no le preocupa este aspecto. “Los niños aprenden muy rápido y nos encontramos que, por sí solos, ya saben de la importancia de una buena higiene de manos y es lo primero que hacen cuando entran a la guardería”, explica la directora.
Para Dolors Navacerrada, “es imprescindible dar todas las garantías de seguridad en las guarderías para preservar la importancia de esta etapa educativa”.