Qué va a pasar con el curso escolar: "Va a ser muy difícil examinar a los alumnos"


La comunidad educativa está a la espera de que las consejerías decidan cómo y cuándo se establecerán los exámenes y las evaluaciones de los alumnos
“Ningún estudiante va a perder el curso debido a las circunstancias actuales”. Con esta frase contundente lo aseguraba este martes el Ministerio de Educación y Universidades. A día de hoy, sin embargo, es difícil imaginar cómo se podrá lograr este reto si tenemos en cuenta que todo apunta a que el confinamiento es probable que se prolongue más allá de los 15 días que en un principio se decretó.
A nadie se le escapa que las medidas de aislamiento durarán lo que dure la pandemia. En esta línea, el País Vasco ha sido la primera comunidad en anunciar este miércoles que prorroga el cierre de colegios de forma “indefinida” ante el avance del coronavirus.
Fuentes de la Consejería de Educación de Madrid subrayan que “a día de hoy, el curso continúa según lo establecido”. Esto significa que, mientras no se diga lo contrario, habrá evaluaciones y exámenes a pesar del aislamiento. Cómo y cuándo se harán, es todavía un misterio.
Cuando la Comunidad de Madrid (con la mayoría de casos de infectados) anunció el cierre de sus centros escolares, aseguró que se intentaría que los alumnos perdiesen el menor número de clases gracias a programas de educación a distancia, pero lo cierto es que esto se ha convertido en una ardua tarea. Muchos profesores y padres están desbordados.
Los docentes son conscientes de que hay familias que no tienen un ordenador adecuado o una impresora para imprimir fichas. En una semana, han tenido que aprender a marchas forzadas cómo impartir sus clases a través de Internet. Subir vídeos explicativos, enlaces a otros contenidos, corrección de ejercicios… “Todo ha sido muy repentino y nos estamos adaptando de la mejor manera que podemos”, asegura Laura García, profesora de tercero de primaria en un colegio público de Madrid.
“Hemos estado trabajando 10 horas cada día para poner en marcha un blog con todas las asignaturas on line donde colgar las tareas para que vayan haciéndolas. Sabemos que cada familia tiene unas circunstancias particulares, así que les pedimos que cada uno haga lo que pueda… ya se irán corrigiendo sobre la marcha”, señala.
En otro colegio en el centro de la capital ruegan a las familias en una misiva que “tengan paciencia”. Los centros están obligados a seguir con el curso mandando todo tipo de tareas pero desde el equipo docente son conscientes de que esto es muy complicado para todos.
Cuando se decretó el cierre de colegios, acababa de finalizar la segunda evaluación. Esto significa que hasta junio no finalizará la tercera y en los institutos no tendrán que hacer exámenes finales hasta ese momento. “Depende de lo que dure esto. En Navarra, los institutos estamos siguiendo con las clases telemáticamente con cierta normalidad, pero a la hora de los exámenes y de calificar a los alumnos se va a complicar bastante. Todo depende de cómo vaya la epidemia”, cuenta Josu Mena, presidente de Asociación de directores de instituto (Adi).
“Lo que no podemos es dar el curso por perdido, eso es inviable, tendrán que pasar de curso de cualquier forma y el curso que viene adaptarnos”, añade. Y asegura que la peor parte se la están llevando los alumnos de FP, donde las clases son muy prácticas y el sistema dual (donde parte de la formación se realiza en empresas) se ha cortado en seco.
Plataformas educativas colapsadas
En algunas Conserjerías de Educación, como la madrileña, cuentan con sus propias plataformas educativas on line. En la de educamadrid hay colgados cerca de 40.000 contenidos para ayudar a los profesores a la hora de impartir sus clases. Sin embargo, muchos docentes aseguran que esta plataforma se colapsa cuando se intentan dar las clases on line. Si antes de la crisis del coronavirus había 300.000 centros educativos haciendo uso de la plataforma, ahora hay 1,1 millón.
“Educamadrid está bien para colgar trabajos o vídeos, pero no está preparada para dar clases online porque se cuelga”, asegura Ana López, profesora de Lengua en un instituto de San Sebastián de los Reyes (Madrid). Gigantes de la informática como Cisco o IBM han puesto esta semana a disposición sus propias plataformas para evitar colapsos en educamadrid.
“Las plataformas digitales educativas ya existían de antes, pero ahora es cuando se están utilizando a fondo”, señala Josu Mena. “Ahora estamos aprendiendo todos a sacarle partido. La Consejería de Educación de Navarra está haciendo un trabajo bestial dando formación cotidiana on line a los profesores para resolver dudas”, añade.
Mientras que las clases no puedan impartirse on line, Ana López se comunica con sus alumnos vía email. “Los alumnos nos mandan las tareas al correo electrónico y se las devolvemos corregidas. Por ejemplo, íbamos a empezar por el Barroco y les hemos pedido que busquen información de esa época y que hagan un trabajo sobre él, echando mano de material audiovisual pero también de lecturas”, asegura.
Con todas las posibilidades abiertas de lo que pueda ocurrir, los centros están ahora inmersos en reelaborar sus programaciones. El sistema de evaluación tampoco se ha establecido ni cuándo deberá hacerse, por lo que están a la espera de las instrucciones que den las consejerías de Educación. “Siendo realistas, yo creo que sólo se va a poder evaluar de lo mínimo que exige la ley para pasar de curso”, señala Ana. “Otra opción sería evaluarlos en septiembre, pero no lo veo viable si en agosto no hay clases”, añade.
Con todo, muchos coinciden en que los contenidos son recuperables en cualquier momento. Y como señala con optimismo Ana López: “No es el fin del mundo. Lo importante es crear un hábito de trabajo. Y lo mismo que nos estamos reciclando los profesores, los alumnos, también”.