Toni González, director de instituto: “Hace mucho frío en clase, pero mejor coger un catarro que el coronavirus”


Alumnos y profesores de colegios e institutos de la Comunidad Valenciana siguen acudiendo a clase a pesar de ola de frío
Con temperaturas bajo cero, en la mayoría de centros escolares mantienen ventanas y puertas abiertas para evitar contagios en plena tercera ola de la Covid-19
El sindicato de la enseñanza ha pedido el cierre de los centros hasta que pase el temporal de frío
Toni lleva varios días levantándose a las 5 de la mañana para encender la calefacción del instituto del que es director. “Los alumnos se quejaban de que pasaban frío y hemos tomado esta decisión para caldear las aulas”, explica Toni González, director del IES Pare Victoria de Alcoi (Alicante) y presidente de la Asociación de Directores de IES de la Comunidad Valenciana.
Sin embargo, en estos días de temporal, la calefacción no es suficiente para combatir las gélidas temperaturas que alcanzan a primeras horas del día los 2 grados bajo cero. “A las 7:30 de la mañana abres las ventanas para dar la clase con el aula ventilada y gran parte del calor se va”, relata Toni. Por eso, en este instituto y en muchos otros, profesores y alumnos acuden a clase con ropa de nieve y mantas para soportar el intenso frío.

Ante esta situación, desde la Conselleria de Educación recuerdan que hay un protocolo contra la Covid-19 en los centros escolares que establece que basta con abrir las ventanas de las clases de 3 a 5 minutos cada media hora y la ventilación cruzada emplearlo solo en los cambios de clase o descansos. “El protocolo es difícil de cumplir porque tienes que estar pendiente de abrir y cerrar ventanas, además lo más seguro se ha demostrado que es la ventilación cruzada y la mayoría hemos optado por mantener abiertos puertas y ventanas todo el tiempo. Hace mucho frío, pero es mejor un catarro que coger el virus”, señala.
Unas instrucciones que sí que siguen a rajatabla en el IES Els Ports de Morella, una de las poblaciones que más ha sufrido los efectos del temporal Filomena, y que este martes ha reabierto sus puertas, a pesar de que los alumnos que viven fuera de la población no han podido acudir a clase debido a que el estado de las carreteras todavía no permite desplazamientos en coche o en el autobús escolar. “Aquí hace mucho frío y tenemos que seguir el protocolo, abriendo ventanas un rato cada 30 minutos y en los descansos, porque sino sería imposible estar en clase”, explica Paco Monfort, director del instituto. Aún así, estudiantes y docentes se ven obligados a ataviarse con toda clase de ropa de abrigo. “Los que peor lo pasan cuando ventilamos son los alumnos que están junto a las ventanas, por eso optamos por rotar esos sitios cada una o dos semanas”, señala.
Cierre de colegios e institutos
El sindicato de la enseñanza de la Comunidad Valenciana (STEPV) ha solicitado insistentemente a la Conselleria de Educación el cierre de los centros educativos durante la ola de frío, ya que los profesores y el alumnado están sufriendo temperaturas muy bajas en las aulas debido a la necesidad de ventilar las aulas para combatir el coronavirus. En este sentido, aseguran que según un sondeo que han realizado en toda la comunidad, durante estos días se ha reducido de media un 10% la asistencia de los alumnos a clase, mientras que en las zonas más afectadas por el temporal, el absentismo ha subido al 50%.
Una realidad que constatan en colegios de infantil y primaria como El Pati de Silla. “Estos días las familias que pueden permitirse tener a los niños en casa, no los han traído a clase para protegerlos del frío”, asegura María José Justicia, directora del centro.
Desde STEPV se han puesto en contacto con la Inspección de Trabajo para denunciar la situación que está sufriendo el profesorado, y en consecuencia, el alumnado, que desde la llegada del temporal Filomena, y también en las semanas previas, están obligados a trabajar con temperaturas muy por debajo de los 17 de grados de mínima que marca la normativa de salud laboral.