El absentismo planea sobre la vuelta al cole en Cataluña por el descontento de las familias

La Agrupación de Familias por una Elección Educativa Segura no está dispuesta a volver a las aulas porque no se está garantizando la seguridad y no descarta la huelga
Las familias insisten en que no se ha dado solución a las elevadas ratios en Cataluña con nuevos espacios y habrá aulas con más de 20 niños
Las medidas anunciadas por la Generalitat de Cataluña para hacer frente al inicio del curso escolar, inmersos en una segunda ola de contagios por coronavirus, son insuficientes para las familias. El elevado número de alumnos por aula, la ausencia de nuevos espacios con los que garantizar la distancia de seguridad, la falta de concreción sobre la educación telemática o la escasez de personal siguen siendo, para estas familias, algunas de las cuestiones que están por resolver cuando quedan poco más de dos semanas para la vuelta al cole.
Los padres y madres están preocupados. Saben que el inicio del curso 2020/2021 no está exento de riesgo, pero creen que la Generalitat no está haciendo lo suficiente para garantizar una cierta seguridad. Insisten en que las medidas expuestas hasta el momento por los titulares de Salud y Educación no responden a las necesidades de los centros catalanes. Según la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Cataluña (FaPac), el Govern sigue sin presentar un plan de prevención y las medidas anunciadas sólo se dirigen al protocolo de gestión una vez detectado el coronavirus en las aulas.
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Algunas familias, incluso, han decidido organizarse para reivindicar que los niños tengan la posibilidad de no asistir al centro escolar. Es el caso de la Agrupación de Familias por una Elección Educativa Segura (AFEES) que, bajo el lema 'Así no volvemos', defienden "poder decidir si los niños realizan una educación online, presencial o semipresencial durante la pandemia" porque consideran que las medidas "no son las adecuadas".
"No estamos diciendo que no los queramos educar. Queremos una seguridad y, si no contamos con ella, tenemos el derecho a decidir que nuestros hijos no vayan al colegio", explica Sesa Cameán, portavoz de AFEES.
Falta de espacios para reducir las ratios
El número de alumnos por aula es una de las cuestiones que, desde hace ya unas semanas, viene generando mayor polémica. El conseller de Educación, Josep Bargalló, ha pedido a las escuelas que las clases de primara tengan un máximo de 20 niños, pero no ha establecido límite a partir de secundaria. De nuevo, ha apuntado a "grupos estables", sin embargo las familias tienen la sensación de que ha vuelto a dejar en manos de los centros la ratio y la formación de esos grupos.
A los padres y madres no se les escapa que, con el escaso margen temporal que queda, disponer de nuevos espacios que permitan reducir el número de estudiantes en cada espacio, será una tarea complicada. "No han habilitado nuevos espacios en colaboración con los ayuntamientos ni han ampliado los centros. Creemos que estamos en el mismo punto que estábamos la semana pesada y nos vamos a encontrar con aulas de 25 y 30 alumnos. A los colegios no les puedes hablar de grupos reducidos si no se les da más espacio o se les dice directamente qué es lo que tienen que hacer.", lamenta Lidón Gasull presidenta de FAPAC.
Del mismo modo, Gasull critica que se siga hablando de "grupos estables" cuando los menores van a estar en contacto en los pasillos, zonas comunes o cuando salgan al patio.
"¿Que pasará con el alumnado de riesgo?"
Las asociaciones echan de menos un protocolo que incluya al alumnado de riesgo, aquellos niños y niñas con alguna patología previa que podría complicar un contagio por coronavirus. "¿Que pasará con el alumnado de riesgo?", se pregunta Cameán. "Al alumnado con enfermedades crónicas o a aquellos que tienen en casa personas con patologías de riesgo se le debe permitir optar a una educación domiciliaria y que no pierdan plaza en el centro escolar", reclama.
Con todo ello, son conscientes de que la educación en casa, ante un posible confinamiento por contagios, será inasumible para muchas familias. "No nos pueden hacer elegir entre la salud de nuestros hijos y darles de comer", mantiene Cameán.
Instan a la Generalitat a buscar herramientas para garantizar la conciliación familiar, especialmente en aquellas familias que se han visto golpeadas por la crisis económica derivada de la pandemia.
Falta de personal
La falta de personal es otro de los puntos que queda sin resolver. Al reclamo de más personal docente, se suma también la petición de aumentar el número de profesionales dedicados a la limpieza de los centros. "Es necesario más personal de limpieza que esté durante el horario lectivo. También pedimos la figura de la enfermera escolar en cada centro y no un profesional intinerante", reclama Sesa Cameán.
Una vez más, tienen la sensación de que no se está pensando en los más pequeños. "Ya hemos vivido un confinamiento muy duro. No fue hasta el final del estado de alarma cuando se empezó a prever alguna medida para que los niños pudieran salir. Fueron los grandes olvidados. La educación telemática ha sido muy difícil para las familias. Queremos volver a los centros por la educación y la salud mental de nuestros niños", exclama la portavoz de FAPAC.
El próximo jueves está previsto que la federación se reúna con el conseller de Educación para seguir exigiendo todas estas medidas. Aunque las familias están divididas entre los que llevarán a sus hijos al colegio, a pesar de los riesgos, y aquellos que se niegan a empezar el curso escolar en estas condiciones, es evidente que les une la incertidumbre de saber si la vuelta será segura.