Ejercicios individuales o con distancia: así son los primeros entrenamientos no profesionales de baloncesto


Los jugadores del CB Calella vuelven a entrenar después de tres meses sin pisar la pista
Lo hacen extremando todas las medidas de seguridad para evitar el contagio
Solo pueden estar 12 jugadores en la pista y los entrenamientos duran 50 minutos
La llegada de la fase 2 ha permitido la vuelta de los entrenamientos deportivos no profesionales. Algunos equipos municipales han retomado la actividad, adaptada, eso sí, a la nueva normalidad. En NIUS hemos querido seguir el primer entrenamiento de uno de los equipos del Club Baloncesto Calella (Barcelona), que han vuelto a pisar la pista del polideportivo después de tres meses sin tocar el balón. Lo han hecho extremando todas las medidas de seguridad y siguiendo un exhaustivo protocolo para evitar el contagio entre jugadores.
Llevan desde el 9 de marzo sin entrenar. Estaban en plena competición deportiva cuando el coronavirus llegó y lo paralizó todo. La espera se les ha hecho muy larga y aunque han podido practicar ejercicio en casa, aseguran que no es lo mismo. Echaban de menos estar en la pista con el equipo y jugar al baloncesto.
Entrenamientos de 50 minutos y con con solo 12 jugadores en la pista
"Hemos acordado el protocolo y las medidas de seguridad junto al ayuntamiento y a las autoridades sanitarias, teniendo en cuenta que las condiciones son totalmente diferentes a hace dos meses y medio", explica Carles Pascual, secretario de la junta directiva del CB Calella.

A las 16:45 de la tarde los entrenadores han citado a todos los miembros del equipo para explicarles el protocolo. Todos llegan con la mascarilla puesta y conscientes de que la vuelta al entrenamiento será muy distinta a cómo la conocen.
"Hola chicos, desde el 9 de marzo sin entrenar, ¿se os ha hecho larga la espera?", les dice Aleix Duràn, su entrenador. Llevan meses sin verse y se saludan con el codo. Lo primero que hacen Aleix y Josep, el segundo entrenador, es explicarles el protocolo detalladamente. Para empezar no pueden cambiarse las deportivas en los vestuarios, están todos cerrados. Lo hacen en las escaleras de la entrada, al aire libre, para minimizar el riesgo de contagio.
Los vestuarios están cerrados
Cuando terminan, entran juntos al polideportivo y nada más pasar por la puerta Josep les aplica el gel hidroalchólico para desinfectar manos y todo lo que pueda suponer un riesgo para la salud de los jugadores.

Cuando llegan a la pista dejan sus mochilas separadas a una distancia de tres metros entre ellas. El entrenador les advierte que no será una entreno normal, todos los ejercicios serán individuales. No pueden compartir material, solo Josep, el entrenador, les da el balón uno a uno. Como no llevan mascarilla deben guardar en todo momento la distancia, algo que resulta complicado para algunos.
"Tres meses sin tocar el balón son muchos meses, ahora tenemos que adaptarnos a esta nueva forma de entrenar pero cuesta, sobretodo porque tenemos que esquivar las pelotas de los compañeros y no la podemos ni pasar si a alguno se le escapa. Es un poco difícil pero hay que adaptarse", lamenta Marcos Gónzalez, jugador.

El protocolo limita la presencia de jugadores en pista a 12 por hora. Antes del inicio de la pandemia llegaban a ser hasta 100 personas entrenando a la misma hora. Cada entreno dura 50 minutos y destinan 10 a desinfectar el material para garantizar las condiciones sanitarias a los que llegan después.
"En los entrenamientos es muy complicado mantener las distancias de seguridad, se les olvida y hay que recordarlo constantamente. Se plantean los ejercicios en técnica individual. Tantos meses de parón ira bien poco a poco ir incrementando el ritmo que los jugadores se vayan acostumbrando a pisar el parqué y el contacto con el balón.

Dan la competición anual por perdida
El objetivo de retomar los entrenamientos no es preparar a los jugadores para la competición, sino hacer que vuelvan a tener contacto con el balón: "queremos que se olviden de todo, no podemos enfocar el entreno a la próxima temporada porque no tenemos la certeza de que vaya a empezar en septiembre", explica Josep López, segundo entrenador.
Este equipo de Calella, como muchos otros, tenían la esperanza de pode recuperar la competición a finales de abril, pero la pandemia lo ha hecho imposible. Por el momento, de los 19 equipos que hay en el club han vuelto a la actividad 14. La junta directiva ha decidido que los más pequeños no vuelvan y esperaran a septiembre u octubre: "Las incógnitas son muchas y el baloncesto es un deporte de contacto físico pleno, por lo tanto, hará falta saber cuál es la evolución de la pandemia de caras al mes de septiembre para saber qué directrices se marcan para saber si la competición puede empezar y en qué condiciones", añade Carles Pascual.