La rotura del vórtice polar podría traer frío y borrascas, pero “no hay ola polar, ni una Filomena a la vista”


La rotura del vórtice polar significa que “no es capaz de mantener el aire frío bajo su control y entonces, se producen entradas de aire frío”
Los meteorólogos llaman a la calma y advierten: el vórtice polar "es un fenómeno meteorológico que siempre ha estado presente"
Discrepan sobre si ha habido o no rotura del vórtice, pero coinciden en que vendrán días de más frío y lluvias
No, por mucho que el nombre asuste, lo que viene no es para asustar. Al menos, no de momento. Los meteorólogos llaman a la calma. El vórtice polar “es un proceso natural, que ha existido siempre, existe y existirá. Pero en invierno se intensifica, y cuando entra en modo inestable hay entradas de aire frío”, explica Francisco Martín, meteorólogo de Meteored.
De lo que se habla estos días es de “rotura del vórtice polar”. Y Martín explica que no es más que eso, que al entrar en modo inestable, “el vórtice no es capaz de mantener el aire frío bajo su control y entonces, se producen entradas de aire frío”. Pero no. “No hay ola de frío a la vista, ni una Filomena a la vista”, insiste. Simplemente, hará frío porque toca que haga frío: “Cuando Noviembre llega a su fin, el invierno llama a la puerta”.
MÁS
Dicho eso, ¿qué es el vórtice polar? ¿se ha producido esa rotura? ¿tiene alguna relación con los días de frío y lluvia que nos vienen por delante?
Qué es el vórtice polar
“Es un término meteorológico muy técnico”, advierte Martín. Y para que se entienda más fácilmente, explica que “es un gran ciclón que existe alrededor del Polo Norte y del Polo Sur, que controla las masas de aire frío”. Es decir, sería un gran ciclón con un chorro polar muy intenso, una corriente de aire frío muy intensa.
La NOAA lo define como "una gran circulación de aire frío y de baja presión que se forma cada invierno en la estratosfera, sobre los polos norte y sur". Y la AEMET explica que hay que distinguir entre el vórtice polar troposférico (que es permanente) y el vórtice polar estratosférico (que existe solo entre otoño y primavera). Durante el invierno, este último puede expandirse o romperse, debido a calentamientos estratosféricos repentinos, enviando aire frío al sur y provocando olas de frío en Europa y Estados Unidos. Pero la AEMET advierte de lo mismo que Martín: es un fenómeno meteorológico que siempre ha estado presente.
Ese vórtice, por la rotación de las corrientes de aire, hace que el aire frío se mantenga en las zonas polares. Pero “puede estar en modo estable o inestable”, advierte Martín. Cuando está en modo estable, el chorro polar va de oeste a este, desde EE.UU. a Asia. Y “el vórtice mantiene el aire frío en su lado izquierdo”.
Pero “cuando se ondula el chorro, se generan irrupciones de aire frío de componente norte o de aire cálido de componente sur, y el vórtice pasa a modo inestable”. ¿Por qué? “Porque en algún momento de esta situación, el vórtice no puede contener el aire frío bajo su control y se produce una irrupción de aire cálido de sur a norte y aire frío de norte a sur”.
Es decir, irrumpe aire frío hacia el sur, hacia latitudes más bajas, y aire cálido hacia el norte, hacia latitudes altas. “Y es cuando se habla de que hay una rotura del vórtice polar”, explica Martín. ¿Es lo que se ha producido ahora?
¿Hay o no rotura del vórtice polar?
En opinión de Rubén del Campo, portavoz de la AEMET, todavía no. En declaraciones a Europa Press, ha advertido de que, a pesar de que podría producirse una eventual rotura del vórtice polar estratosférico durante las próximas semanas, en este momento es "imposible" saber si ese hecho se traduciría en una ola de frío en Europa que pueda afectar a España.
Pero Martín sí habla de rotura del vórtice polar ártico, y explica lo que puede estar pasando. Veíamos antes que cuando el vórtice entra en modo inestable, se forman ondulaciones. “Pues una de ellas sube y lleva aire cálido hacia latitudes altas”, explica Martín. Y ese aire cálido, unido con otro anticiclón que hay en Rusia, hace que se genere “un anticiclón de bloqueo muy poderoso en Escandinavia, que se queda ahí parado, impidiendo el paso de las borrascas que vienen del Atlántico”.
Esas borrascas deberían afectar a Escandinavia. Pero el anticiclón de bloqueo “es como una muralla”, así que las borrascas no pueden pasar por ahí. “Su camino natural es de oeste a este, y si no pueden hacerlo por el norte, buscan un pasillo para ir hacia el este, y lo acaban encontrando al bajar de latitud. Por eso acaban afectándonos a nosotros, a la península ibérica”, explica el meteorólogo.
Días de frío y lluvia, pero no ola de frío
"Poco a poco nos van a ir llegando esas borrascas, a lo largo de esta semana y de la próxima”, avisa Martín. Y lo que estamos viendo ya, estos días, es “una entrada de aire frío asociada a la entrada de borrascas, por la rotura del vórtice polar”.
Es decir, que todo está ligado. “Estamos en un modo inestable del vórtice polar, del chorro polar, con meandros y ondulaciones hacia arriba y hacia abajo. Uno de ellos genera el anticiclón de bloqueo en la parte norte. Y las borrascas que nos llegan son consecuencia de todo esto”, resume el meteorólogo de Meteored.
La AEMET no habla de rotura del vórtice, pero sí avisa de la llegada de lluvias y de "ambiente algo más frío de lo normal" a lo largo de la semana.
Si se cumplen los pronósticos, pues hay cierta incertidumbre, las heladas nocturnas ganarán terreno en el centro y norte de la Península a lo largo de la semana. Ambiente algo más frío de lo normal en algunas zonas, pero no se tratará, a priori, de una ola de frío. pic.twitter.com/sWgrsKcdOi
— AEMET (@AEMET_Esp) 28 de noviembre de 2022
Dicho eso, Martín insiste en que no se trata de nada excepcional para esta época del año. “Serán temperaturas típicas de diciembre, días de frio y lluvias, pero porque vamos hacia el invierno”. Ha habido "una pequeña rotura del vórtice polar ártico", explica, “y parece como si viniera una ola de frío, pero no es así”.
Lo parece, también, porque “venimos de un periodo relativamente cálido”, un otoño en el que hemos tenido temperaturas casi veraniegas durante algunos días. A partir de esta semana hará frío y lloverá, pero entramos en diciembre. "Es una situación típica de esta época”, zanja Martín.