La importancia de aislar bien los edificios ante el calor: "Puede haber 15 grados de diferencia"


Encender el aire acondicionado ahora es tres veces más caro que hace un año
En Italia han tomado medidas y no se podrá configurar la temperatura por debajo de los 25 grados en escuelas y edificios públicos
Un coche aparcado al sol puede alcanzar 60 grados
Lo estaban avisando y ha llegado. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha dado aviso amarillo de temperaturas máximas de 36 a 38 grados y en Andalucía, aviso naranja que llegarán a 40 grados. temperaturas excepcionalmente alta para esta época del año. Por ejemplo, en Jaén se han alcanzado los 38 grados, 15 más de lo es habitual en mayo. Las mínimas también son entre 4 y 8 grados más de lo que es normal para la época. Y este no es un episodio aislado, la AEMET ya avisó que se prevé un verano de los calurosos.
Sube la temperatura y sube la electricidad. Encender el aire acondicionado ahora es tres veces más caro que hace un año. Los edificios van a poner los aires acondicionados a tope y el calor en las ciudades vuelve a subir. De ahí la importancia de aislar bien los edificios.
Por ejemplo, Italia ya ha tomado medidas. No se podrá configurar la temperatura por debajo de los 25 grados en escuelas y edificios públicos, a excepción de las instalaciones de salud, como hospitales y residencias. El objetivo es tratar de limitar el consumo de gas importado de Rusia y contener el gasto en climatización, que supone alrededor del 57 % del consumo energético de los edificios públicos del país. Infringir estos límites podrá acarrear multas que van desde los 500 a los 3.000 euros.
Edificios bien aislados
Hacemos la prueba. Edifico de 1.200 empleados en Madrid, comprobamos con una cámara térmica la importancia de los edificios bien aislados. Empezamos por los ventanales. A diferencia de lo que pueda parecer, si las cristaleras tienen un buen aislamiento la temperatura es más baja que en otras zonas del edificio. Lo vemos en las imágenes térmicas, la temperatura es de 40 grados en el exterior cuando fuera estamos a 33 grados a la una de la tarde", asegura el técnico de mantenimiento de este edifico madrileño.
Si medimos otro de los ventanales se puede ver la diferencia entre el cristal a 40, la chapa a 65 y la pared 30 grados. Al entrar en el edifico y medir la temperatura en el mismo cristal pero en el interior, impresiona, la temperatura no supera los 22 grados. Eso se debe al vidrio de control solar, es decir, un vinilo que bloquea la radiación solar no deseada consiguiendo que aunque fuera la temperatura sea muy alta dentro se está a 22 grados. son unos ventanales donde da el sol de lleno pero la temperatura no sube de 22 grados, cuando por fuera superaba los 40 grados. Además, el cristal por fuera está ardiendo y por dentro está a una temperatura normal.
En un edifico de 120 metros cuadrados por planta con este vinilo tenemos una ganancia solar, el calor que impedimos que entre, de casi 2.000 kilocalorías, eso implica dos cosas: que ahorramos al año casi 2.400 euros y dejamos de emitir 10.000 kilogramos de CO2 al año .
En otra zona del edificio, por ejemplo con materiales como fachada ventilada y alucobond (parecido a la una chapa metálica) la temperatura también cambia y es, según vemos en la cámara térmica, de 30 grados. "El motivo de esta temperatura baja para el calor que hace fuera es que entre la chapa y el ladrillo se deja una cámara de aire y eso hace que el edifico esté más fresco, además de que el ahorro energético es muy alto", explica. Otro tipo de revestimiento son láminas de aluminio con una resina técnica.
Ahora lo comprobamos dentro del edificio. Es una zona donde no hay cristales, una pared, y la temperatura es de entre 22 y 24 grados. Una temperatura que no varía en todo el edificio. "La diferencia de temperatura entre un edifico bien aislado y uno que no puede llegar a los 15 grados y además un edificio mal aislado requiere poner el aire acondicionado mucho más tiempo lo que genera más gasto de energía y un precio mucho mayor", asegura el técnico.
Ventajas y desventajas
Aislar térmicamente un edificio consiste en lograr que sus elementos en contacto con el exterior aumenten su resistencia al paso del calor, lo que se consigue incorporando materiales aislantes en muros exteriores, cubiertas, suelos, tabiques y huecos.
Según un estudio del IDAE (Instituto para la Diversificación del Ahorro y la Energía) y teniendo en cuenta criterios normalizados de ergonomía del ambiente térmico del RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios), la temperatura de confort en un ambiente cerrado como es un edifico se sitúa en verano entre los 23°C y los 25°C. Si bajamos de estos 23 grados el aire estará más reseco y además se incrementará innecesariamente el consumo energético y con ello el gasto a final de mes. De hecho, los cálculos generales para el coste energético para cada grado que bajamos la temperatura con respecto al valor óptimo puede suponer entre un 5% y un 7% de incremento en el consumo de electricidad en nuestros equipos.
Las principales ventajas y beneficios que nos encontramos al realizar un buen aislamiento, son las siguientes:
- Ahorro energético. Reducción de los costes. Incorporar aislamiento térmico en el edificio reduce las pérdidas de calor y frío dentro de la vivienda.
- Menos emisiones de gases. Mejora el medio ambiente. La no utilización de calderas de gas, derivados de petróleo o carbón contribuyen a reducir el consumo de energía y, por tanto, la emisión de gases con efecto invernadero.
- Mejora el confort y el bienestar del usuario. El aislamiento térmico ayuda a mantener una temperatura de confort dentro del edificio, tanto en invierno como en verano.
- Eliminar condensaciones. Se eliminan las humedades interiores que suelen conllevar la aparición de moho.
Coches a 50 grados
Un coche aparcado al sol puede alcanzar 50 grados, una temperatura que puede ser mortal para seres vivos y también pasa factura al propio vehículo.
Lo comprobamos. Un primer coche aparcado hace 10 minutos a la sombre y con la ventanilla abierta. La cámara térmica muestra una temperatura de 30 grados. Hacemos lo mismo con un coche aparcado al sol durante más de media hora. La chapa está a 63 grados, los asiento en el interior con la ventana abierta a 50 grados y el salpicadero llega a una temperatura de 76 grados.