Por qué se forma la niebla

La niebla es una nube baja a ras de suelo que dificulta la visibilidad
Se considera que es niebla aquella nube que no permite identificar un objeto a una distancia inferior a un kilómetro
Su progresiva desaparición va asociada al calentamiento de la superficie provocado por los rayos solares
Con el frío, es más habitual que haya niebla. El aire que circula en estas situaciones es blanco y dificulta la visibilidad, por lo que muchos conductores transitan más intranquilos de lo normal y lo hacen con mayor precaución. ¿Por qué tiene lugar este fenómeno, especialmente en los meses de invierno? ¿Cómo se forma? Resolvemos estas dudas en este artículo.
Qué es la niebla y cómo se forma
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La niebla es una nube baja (que técnicamente se conoce como estrato) a ras de suelo que se forma con la condensación de gotitas de agua suspendidas en el aire. Se condensan cuando entran en contacto con una corriente de aire fría.
Para que su formación sea más probable, se tiene que dar una situación de estabilidad atmosférica. Esto quiere decir que no haya nada de viento, nada de lluvia y que el cielo esté templado o despejado. Al no hacer viento, la corriente de aire más cercana a la superficie no se mezcla con el aire que circula en capas superiores.
Es más frecuente que la niebla se produzca en las noches de otoño e invierno y dure hasta la salida del sol porque, con el descenso de las temperaturas, la superficie se enfría bastante. El aire que circula en la capa más cercana al suelo está más caliente que la temperatura del suelo, lo que hace que se condense y se forme la niebla. Cuando empieza a salir el sol, los rayos calientan la superficie y eso hace que, progresivamente, la niebla vaya desapareciendo.
La niebla según las regiones geográficas
Los países en los que predomina el clima templado o mesotérmico son más propensos a anochecer y amanecer durante el otoño y el invierno con niebla.
Por otro lado, la niebla también es recurrente en los valles y montañas con una elevación considerable. El aire frío que suele haber en la cima baja hasta el fondo del valle y condensa la humedad, lo que da pie a su falta de visibilidad.
En los bosques áridos o en las selvas tropicales, la niebla es más espesa y puede durar más horas. Las plantas tienen menos capacidad para retener calor, lo cual hace que el ambiente sea húmedo y el aire se condense con facilidad.
Tipos de nieblas
Las nieblas que se forman en nuestro país, que responden habitualmente a una situación de altas presiones atmosféricas y cielo despejado, reciben el nombre de nieblas radiativas.
Hay otro tipo de nieblas que, a diferencia de la primera, no es estática. Se da, sobre todo, cerca de la costa y del litoral. Masas de aire caliente y húmedas pasan sobre una capa de aire frío. Este contraste térmico causa que el aire se condense y se produzcan nubes bajas. Es un fenómeno más propio de lugares como el Cantábrico. Son las nieblas de advección.
Finalmente, la niebla de evaporación es aquella en la que el aire se condensa por encima de las superficies líquidas. En este caso, la humedad tiene que ser muy elevada, por lo que se ajusta más a los meses finales de primavera y de verano.
Diferencia entre niebla y neblina
La densidad es la principal diferencia existente entre la niebla y la neblina. A pesar de que son fenómenos naturales muy parecidos, nos referimos a niebla cuando la visibilidad es inferior a los 1.000 metros. Paradójicamente, si podemos ver un objeto o cualquier otro elemento que esté a más de un kilómetro de distancia, hablamos de neblina.