Qué es y cómo se forma el granizo

Son trozos de hielo que caen de las nubes y cuyo tamaño puede ir de los 5 hasta los 50 milímetros
Para que el granizo se forme, se requiere una temperatura mínima de -15ºC
Puede ocasionar daños en viviendas, edificios, vehículos e incluso lesiones en las personas si les cae granizo en alguna parte
Algunas de las tormentas que se producen cada año en todo el país vienen acompañadas de granizo que, en su conjunto, son trozos de hielo que caen de las nubes cuando se produce una precipitación. El tamaño de estas bolas puede ser muy variado, ya que puede ser de milímetros o, incluso, de algunos centímetros.
Cuando cae mucho granizo, hay más peligro. Es un fenómeno meteorológico que puede causar varios daños materiales. A continuación, te explicamos qué es exactamente y cómo se origina:
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Qué es el granizo
La Real Academia Española recoge en su diccionario que el granizo es “agua congelada que desciende con violencia de las nubes, en granos más o menos duros y gruesos, pero no en copos como la nieve”.
La precipitación de granizo es una granizada. Se produce habitualmente acompañada de rayos, tormentas o ráfagas de viento que se pueden acercar a los 100 km/h. La intensidad de la granizada y el tamaño de cada granizo depende, en gran medida, de la fuerza de las corrientes ascendentes, que dan pie a su formación. Para concretar, el tamaño oscila desde los 5 hasta los 50 milímetros, por lo que pueden llegar a tener un diámetro de 5 centímetros.
El origen del granizo
Hay dos condiciones esenciales para que se concrete la formación del granizo: en primer lugar, se requiere una temperatura de, por lo menos, -15ºC y, en paralelo, las nubes en las que se forman tienen que ser de desarrollo vertical.
Para que haya una nube de desarrollo vertical, tiene que subir una masa de aire caliente y húmeda a través de corrientes ascendentes. Esta masa de aire tendrá una temperatura más elevada que las capas de aire con las que vaya coincidiendo, por lo que se producirá una inestabilidad atmosférica.
Debido a la humedad del aire, conforme vaya subiendo diferentes capas de aire, esta masa se va condensando y da lugar a una nube. Progresivamente, en esta nube, se van formando pequeñas gotas de agua que, fruto de las corrientes ascendentes, se convierten en hielo porque, cada vez, las capas de aire son más frías. Tanto es así que puede llegar a zonas de la nube que se encuentren a -50ºC.
Cuando esta corriente de ascenso tiene un granizo ya demasiado pesado como para seguir subiendo a zonas más elevadas y como para mantener la masa en el aire, es cuando inicia la caída libre hacia la superficie terrestre.
El tamaño del granizo es más grande cuando la inestabilidad atmosférica es más elevada y va creciendo conforme la corriente ascendente hace que la masa de aire pueda seguir subiendo, algo que también hace que la intensidad de la granizada también pueda ser más destacada.
Cómo actuar ante una granizada
La virulencia con la que cae una granizada puede comportar graves destrozos materiales y humanos. Estos daños se pueden producir en domicilios, edificios, cultivos, vehículos y, según su tamaño y fuerza, puede provocar alguna lesión en una persona si le cae algún trozo.
Para evitar estas posibles consecuencias, es importante ponerse a cobijo en el interior de un domicilio (también conviene estar alejado de ventanas y puertas), ir con cuidado con las líneas eléctricas, poner los coches en un garaje o en un sitio donde estén protegidos y, si la granizada se produce cuando estás conduciendo, es importante ir con mucha cautela. Si encuentras un sitio a resguardo para parar, también puede ser una buena idea.